
Tipos de Luminarias
Existen diferentes tipos de luminarias, cada una adaptada a distintas necesidades y aplicaciones, ya sea en interiores o exteriores, para usos comerciales, industriales o residenciales.
Antes de profundizar en el tema, definamos qué son las luminarias: estos dispositivos cumplen la función de alojar, proteger y distribuir la luz emitida por las fuentes luminosas. Además, sirven de soporte y conexión a la red eléctrica de las lámparas.
Los tipos de luminarias estarán en función de diversos factores como ópticos, mecánicos y eléctricos, entre otros.
El diseño de la luminaria, que incluye la forma, los materiales y las ópticas, es fundamental para garantizar un rendimiento óptimo y una larga vida útil.
La luminaria debe ser capaz de dirigir la luz hacia las zonas deseadas, evitando el deslumbramiento y creando ambientes luminosos agradables.
Además, los materiales empleados deben garantizar una adecuada disipación del calor y ser resistentes a las condiciones ambientales a las que estará expuesta la luminaria, como la humedad, el polvo o las altas temperaturas.
La elección del tipo de luminaria es un factor fundamental en el cálculo de la iluminación, ya que influye directamente en la distribución de la luz en un espacio.
Cada tipo de luminaria tiene características específicas en cuanto a su distribución de flujo luminoso, lo que a su vez determina la cantidad y calidad de luz que llegará a las diferentes superficies de un recinto.
Para facilitar la elección de la luminaria adecuada, se clasifican según diversos criterios. A continuación, analizaremos los tipos de luminarias y sus características principales
Contenidos
- Tipos de Luminarias según las Características Ópticas de la Lámpara
- Tipos de Luminarias según el Número de Planos de Simetría de la Lámpara
- Tipos de Luminarias según el Grado de Protección de la Lámpara
- Tipos de Luminarias según el Grado de Protección Eléctrica
- Tipos de Luminarias según su Ubicación
Tipos de Luminarias según las Características Ópticas de la Lámpara
La distribución del flujo luminoso es un aspecto fundamental en el diseño de sistemas de iluminación, ya que determina la calidad y la cantidad de luz que llega a las diferentes zonas de un espacio.
Una de las clasificaciones más utilizadas para las luminarias se basa en el porcentaje de flujo luminoso emitido por encima y por debajo del plano horizontal que atraviesa la lámpara. Esta clasificación permite comprender cómo interactúa la luz con el entorno y elegir la luminaria más adecuada para cada aplicación.
Según esta clasificación, las luminarias se dividen en 6 grandes grupos:
Luminarias Directas
Se caracteriza por dirigir casi todo el flujo luminoso emitido por las lámparas hacia el suelo o hacia la superficie de trabajo. Este sistema es uno de los más utilizados.

Estos tipos de luminarias son ideales para tareas visuales que requieren alta iluminancia, como zonas de trabajo o lectura. Son también utilizados en entornos industriales, oficinas, tiendas y otros lugares donde se requiere un nivel elevado de luz en áreas específicas. Por ejemplo: focos, downlights o proyectores.
Las ventajas de la iluminación directa son:
– Mayor rendimiento luminoso: al dirigir la luz directamente hacia el área objetivo, se maximiza la cantidad de luz útil, siendo una opción muy eficiente desde el punto de vista energético.
– Economía: la instalación de sistemas de iluminación directa suele ser más sencilla y económica en comparación con otros sistemas, debido a que requiere menos luminarias para iluminar un área determinada.
Los inconvenientes de la iluminación directa son:
– Riesgo elevado de deslumbramiento: al estar la luz concentrada y sin difusores que suavicen su intensidad, el deslumbramiento es común.
– Sombras duras y profundas: las fuentes de luz directa tienden a crear sombras muy pronunciadas y definidas, lo que puede hacer que los objetos se vean menos agradables o que ciertos detalles importantes queden ocultos.
Luminarias Semi-Directas
La mayoría del flujo luminoso se dirige hacia abajo, pero una pequeña porción de la luz es reflejada en el techo y las paredes, creando una iluminación más suave y uniforme.

Son adecuadas para espacios como oficinas, aulas, áreas comerciales y residenciales, donde se busca un equilibrio entre eficiencia y confort visual. Funciona mejor en habitaciones con techos bajos o medios. Por ejemplo: plafones con difusor o luminarias empotradas con reflector.
Las ventajas de la iluminación semi-directa son:
– Sombras más suaves: al incorporar algo de iluminación indirecta, las sombras generadas son menos pronunciadas que en la iluminación directa, lo que mejora la percepción de los objetos y el confort visual.
– Menor deslumbramiento: aunque sigue existiendo la posibilidad de deslumbramiento, es menos intenso que en el sistema de iluminación directa, ya que la luz reflejada en el techo y las paredes ayuda a distribuir la iluminación de manera más uniforme.
Los inconvenientes de la iluminación semi-directa son:
– Requiere techos adecuados: la efectividad de la luz indirecta depende en gran medida del color y la reflectancia del techo o las paredes. En techos oscuros o no reflectantes, la luz que se proyecta hacia arriba se absorbe, reduciendo significativamente su capacidad de mejorar la iluminación global del espacio.
– Menor control de la dirección de la luz: aunque ofrecen una luz bastante homogénea, tienen menos control sobre la dirección exacta de la luz en comparación con las luminarias completamente directas. Esto puede ser un inconveniente en espacios donde se requiere una iluminación más focalizada o con más precisión.
Luminarias General-Difusa
El flujo luminoso se distribuye de manera uniforme en todas direcciones, creando una iluminación ambiental suave y sin sombras.

Estos tipos de luminarias son ideales para espacios amplios y abiertos, como salas de estar o recibidores. Por ejemplo: plafones con difusor opal o luminarias colgantes con pantalla.
Las ventajas de la iluminación general-difusa son:
– Iluminación uniforme: proporcionan una luz suave y uniforme en todo el espacio, lo que reduce las sombras y crea una atmósfera agradable.
– Bajo deslumbramiento: al dispersar la luz en todas direcciones, minimizan el riesgo de deslumbramiento directo, reduciéndose la fatiga visual.
Las desventajas de la iluminación general-difusa son:
– Menor eficiencia energética: al dispersar la luz en todas direcciones, una parte se pierde en el techo y las paredes, lo que reduce la eficiencia energética en comparación con otras luminarias.
– Dificultad para resaltar áreas específicas: la iluminación general-difusa no es la mejor opción para destacar objetos o zonas concretas.
Luminarias Directa-Indirectas
El flujo luminoso se divide de manera equitativa entre la parte superior e inferior, creando un equilibrio entre la iluminación directa e indirecta.

Ofrecen una gran versatilidad y son adecuadas para una amplia variedad de espacios como salas de espera, hospitales y oficinas de atención al público. También son ideales en espacios donde se desea evitar la formación de sombras pronunciadas, como en galerías de arte o museos. Por ejemplo: luminarias colgantes con reflector y difusor o plafones modulares.
Las ventajas de la iluminación directa-indirecta son:
– Sombras mínimas: este sistema prácticamente elimina las sombras duras, creando un ambiente visualmente cómodo y relajante. Es ideal para zonas donde se busca una iluminación suave y envolvente.
– Bajo deslumbramiento: al combinar la luz directa con la indirecta, se minimiza el riesgo de deslumbramiento.
Las desventajas de la iluminación directa-indirecta son:
– Monotonía visual: la falta de sombras y contrastes puede hacer que el espacio luzca plano o sin dinamismo.
– Pérdidas lumínicas por absorción: es necesario que las superficies donde se refleja la luz (techo y paredes) sean claras o blancas, de lo contrario, una parte significativa de la luz se absorberá en lugar de reflejarse.
Luminarias Semi-Indirectas
La mayor parte del flujo luminoso se dirige hacia el techo y las paredes, mientras que solo una pequeña fracción de la luz se dirige directamente hacia abajo, creando una iluminación indirecta que rebota en el techo y las paredes.

Son ideales para espacios que requieren una iluminación de alta calidad y confort visual, como auditorios, teatros, salas de conferencias y bibliotecas. También es útil en áreas donde se busca una iluminación suave y envolvente sin deslumbramiento, como restaurantes o áreas residenciales de alto estándar. Por ejemplo: luminarias colgantes con pantalla opaca o plafones con reflector.
Las ventajas de la iluminación semi-indirecta son:
– Alta calidad de la luz: la luz indirecta refleja en las superficies superiores antes de llegar a los objetos y personas, reduciéndose considerablemente el riesgo de deslumbramiento y proporcionando un ambiente agradable y confortable.
– Sombras suaves: al igual que en los sistemas de iluminación indirecta, las sombras son tenues, lo que da un mayor relieve a los objetos sin crear contrastes visuales incómodos.
Los inconvenientes de la iluminación semi-indirecta son:
– Pérdidas por absorción: dado que gran parte de la luz se refleja en el techo y las paredes, es fundamental que estas superficies sean de colores claros o blancos, de lo contrario, se perderá una cantidad significativa de luz por absorción, lo que aumenta el consumo energético.
– Mayor consumo energético: debido a las pérdidas por absorción y la necesidad de reflectancias elevadas, este sistema puede ser menos eficiente en términos energéticos que los sistemas de iluminación directa o semi-directa.
Luminarias Indirectas
Prácticamente todo el flujo luminoso se dirige hacia arriba, hacia el techo o las paredes, reflejándose desde allí hacia el resto de la habitación. Es la que más se asemeja a la luz natural difusa y proporciona una iluminación ambiental suave, con muy pocas sombras y deslumbramiento casi inexistente.

Son ideales en entornos donde se busca un confort visual excepcional y un ambiente luminoso envolvente, como hoteles, restaurantes de lujo, museos o residencias exclusivas. Por ejemplo: tiras LED o tubos fluorescentes en una cornisa o cavidad en el techo o apliques de pared diseñados para proyectar la luz hacia arriba.
Las ventajas de la iluminación indirecta son:
– Simulación de la luz natural: al reflejar toda la luz en el techo y las paredes, este sistema genera un ambiente similar a la iluminación natural difusa, creando un entorno muy cómodo y relajante para los usuarios.
– Deslumbramiento casi nulo: dado que la luz nunca se dirige directamente hacia los usuarios, el deslumbramiento es mínimo, lo que mejora el confort visual.
Los inconvenientes de la iluminación indirecta son:
– Pérdidas lumínicas elevadas: al depender de la reflexión de la luz, una parte considerable del flujo luminoso se pierde si el techo o las paredes no son de colores claros o tienen baja reflectancia. Esto resulta en un mayor consumo energético.
– Coste elevado: es uno de los sistemas más caros tanto en instalación como en operación, ya que se necesitan luminarias especiales y un diseño cuidadoso del espacio para maximizar la eficiencia.
Tipos de Luminarias según el Número de Planos de Simetría de la Lámpara
Otro de los criterios para clasificar las luminarias es el número de planos de simetría de la lámpara. Este parámetro geométrico determina la distribución espacial de la luz emitida por la luminaria y, por tanto, su idoneidad para diferentes aplicaciones.
Un plano de simetría en una luminaria es un plano imaginario que divide a la misma en 2 partes iguales, de modo que ambas mitades tienen un comportamiento lumínico idéntico respecto a este plano. La presencia y número de estos planos influyen directamente en la distribución de la luz y en las características fotométricas de la luminaria.
Luminarias con 1 Plano de Simetría
Las luminarias con un plano de simetría dirigen la luz a ambos lados del plano, generalmente de un plano vertical. Suelen incorporar reflectores o lentes que ayudan a controlar la dispersión de la luz, asegurando que se concentre dentro del plano vertical definido.

El ejemplo típico es el de las luminarias de alumbrado vial, en el que las luminarias utilizadas para alumbrar carreteras y calles suelen tener un plano de simetría vertical que distribuye la luz de manera uniforme a ambos lados de la vía, maximizando la eficiencia de la luz en dirección longitudinal (a lo largo de la carretera). No obstante, tiene un patrón de distribución diferente en otras direcciones, como hacia las aceras.
Luminarias con 2 Planos de Simetría
Cuando una luminaria presenta 2 planos de simetría, uno vertical y otro horizontal, la distribución de la luz se vuelve aún más controlada y eficiente en ambas direcciones. La luz se distribuye de manera uniforme en cuatro direcciones, dos en el plano horizontal y dos en el plano vertical.
Suelen emplear reflectores complejos y sistemas ópticos avanzados que permiten un control total de la luz en todas las direcciones. Este control es importante en áreas donde es necesario minimizar las sombras y maximizar la cobertura.

Este tipo de luminarias es particularmente útil cuando se necesita distribuir la luz con precisión, controlando tanto la dispersión horizontal como vertical. Un ejemplo típico es el tubo fluorescente.
Luminarias con Infinitos Planos de Simetría
Estos tipos de luminarias poseen simetría en torno a un eje central, es decir, que presentan un patrón de simetría radial o cilíndrica. En estas luminarias, la luz se distribuye de manera uniforme en todas las direcciones alrededor del eje, creando un patrón de distribución circular.
Su diseño óptico está centrado en garantizar una emisión de luz uniforme en todas las direcciones, eliminando sombras y proporcionando una iluminación suave.

Son utilizadas en iluminación decorativa, luminarias de jardines y algunas aplicaciones comerciales donde se necesita una distribución de luz homogénea en 360 grados. También son comunes en postes de alumbrado público para alumbrado de parques o calles.
Tipos de Luminarias según el Grado de Protección de la Lámpara
Las luminarias, al igual que cualquier envolvente eléctrica, deben cumplir con ciertos estándares de protección para garantizar su funcionamiento adecuado y su durabilidad en diferentes entornos.
Estos se clasifican principalmente en 2 códigos: Código IP (protección contra polvo y agua) y Código IK (resistencia a impactos mecánicos).
El código IP se compone de 2 números: el primer dígito define el nivel de protección contra objetos sólidos, desde herramientas hasta polvo microscópico (dígitos del 0 al 6). El segundo dígito define el nivel de resistencia a la entrada de líquidos (dígitos del 0 al 8).
El código IK se expresa en números del 00 al 10, y cada número representa un nivel de energía de impacto en julios (J) que la luminaria puede soportar. Por ejemplo:
– Luminarias IK04: suelen instalarse en áreas donde los golpes son poco probables, como oficinas o residencias. Estas luminarias soportan pequeños impactos sin deformarse.
– Luminarias IK08: se utilizan en lugares públicos y a baja altura, como paradas de autobuses o alumbrado urbano, donde pueden estar expuestas a vandalismo o impactos accidentales. Con una resistencia de 5 J, soportan golpes moderados, como una pelota de fútbol.
– Luminarias IK10: para ambientes industriales, zonas deportivas o estacionamientos donde se requiere una alta resistencia a impactos de hasta 20 J. Son capaces de soportar incluso el golpe de un martillo.
La selección de los grados de protección IP e IK de las luminarias tiene gran importancia dependiendo del entorno donde se vayan a instalar.
El código IP es esencial para determinar la idoneidad de las luminarias, ya sea en interiores, exteriores o en ambientes con condiciones extremas.
El código IK es fundamental en ambientes donde la luminaria está expuesta a riesgos de impacto, como áreas públicas, industrias o espacios deportivos.
Requisitos Mínimos de las Luminarias según la Normativa ITC-BT-09
De acuerdo con la normativa técnica ITC-BT-09, que regula las instalaciones eléctricas de baja tensión, se especifican los grados mínimos de protección IP e IK para luminarias en diversas aplicaciones, especialmente en alumbrado exterior:
● IP23: protección mínima requerida para luminarias de alumbrado exterior. Este grado asegura que la luminaria es resistente a la lluvia ligera y la entrada limitada de polvo.
● IP66: se recomienda para luminarias en áreas con alta contaminación, como zonas industriales o urbanas. Este nivel asegura que la luminaria está completamente sellada contra el polvo y puede resistir chorros de agua a alta presión, asegurando su durabilidad en ambientes agresivos. Para el alojamiento del equipo auxiliar se recomienda un IP44.
● IK04: para las partes frágiles (cierres de vidrio, metacrilato, etc.).
● IK05: para el resto de las partes (cuerpo o carcasa).
● IK08: es el grado mínimo de resistencia a impactos mecánicos para luminarias situadas a menos de 1,5 metros del suelo en espacios públicos, como parques o calles. Este nivel asegura que las luminarias pueden resistir impactos moderados sin comprometer su estructura o funcionamiento.
Protección Adicional para Luminarias en Entornos Especiales
En entornos con condiciones adversas, como áreas costeras o industriales, es vital seleccionar luminarias con altos grados de protección tanto contra la entrada de polvo y agua como contra impactos.
Además, en estos entornos, los materiales de las luminarias juegan un papel clave. Luminarias fabricadas con policarbonato o aluminio inyectado ofrecen mayor resistencia a la corrosión y a los impactos, extendiendo la vida útil de las instalaciones.
Tipos de Luminarias según el Grado de Protección Eléctrica
Las luminarias no solo se clasifican por su diseño o tipo de iluminación, sino también por sus características eléctricas.
Estas características están directamente relacionadas con la seguridad eléctrica, ya que cada luminaria debe cumplir con ciertos requisitos normativos para garantizar que el usuario esté protegido frente a posibles riesgos eléctricos.
Una de las formas más importantes de clasificar las luminarias es según su grado de protección eléctrica, lo que implica la forma en que las luminarias manejan el aislamiento y la conexión a tierra.
Según el grado de protección eléctrica que ofrezcan las luminarias se dividen en 4 clases:

La selección adecuada del tipo de luminaria, ya sea de Clase 0, I, II o III, depende del entorno donde se instalará y de los riesgos eléctricos presentes.
Luminarias de Clase 0: Aislamiento Normal sin Toma de Tierra
Los componentes eléctricos dentro de la luminaria están protegidos por una capa de aislamiento que evita el contacto directo con las partes metálicas externas. Además, no tienen un conductor de protección (toma de tierra) para derivar posibles fallos eléctricos a la tierra.
Las luminarias de Clase 0 presentan un mayor riesgo en caso de fallo eléctrico, ya que, en ausencia de una toma de tierra, el aislamiento puede degradarse con el tiempo. Esto podría llevar a que partes metálicas accesibles puedan provocar riesgo de electrocución.
Por esta razón, estos tipos de luminarias están desapareciendo en muchos países debido a las estrictas normativas de seguridad eléctrica.
Las luminarias de Clase 0 solían utilizarse en aplicaciones de bajo riesgo, como en interiores secos donde las posibilidades de contacto con agua o humedad eran mínimas.
Luminarias de Clase I: Aislamiento Normal y Toma de Tierra
Estas luminarias proporcionan un grado de protección más avanzado en comparación con las de Clase 0. En este caso, las luminarias están equipadas con un aislamiento básico, pero además incluyen una toma de tierra para derivar cualquier corriente de fallo hacia un punto seguro, evitando que las partes metálicas externas queden en tensión.
En caso de fallo, el sistema de protección por toma de tierra puede hacer que un interruptor diferencial corte la alimentación, asegurando la seguridad del usuario.
Estas luminarias se pueden utilizar tanto en interiores como en exteriores, siempre que se respeten las condiciones ambientales y se asegure una correcta instalación de la toma de tierra.
Las luminarias de Clase I se utilizan en entornos donde existe riesgo de contacto con superficies metálicas, como en fábricas, talleres, y en alumbrado público. También son adecuadas para zonas húmedas o mojadas.
Luminarias de Clase II: Doble Aislamiento sin Toma de Tierra
Las luminarias de Clase II se distinguen por ofrecer un doble aislamiento o aislamiento reforzado, lo que significa que los componentes eléctricos están cubiertos por una doble capa de material aislante o una capa aislante más resistente.
Este diseño hace que no sea necesario incluir una toma de tierra, ya que la probabilidad de que una corriente eléctrica pase al exterior es extremadamente baja. Por otro lado, al no requerir toma de tierra, estos tipos de luminarias son más fáciles de instalar y mantener.
Las luminarias de Clase II se utilizan comúnmente en viviendas, oficinas, comercios, y otros entornos donde el riesgo eléctrico es moderado. Son ideales para zonas donde no se dispone de una instalación de toma de tierra, como en edificios antiguos o en entornos residenciales donde la facilidad de instalación es una prioridad.
Luminarias de Clase III: Muy Baja Tensión de Seguridad (MBTS)
Están diseñadas para funcionar con muy baja tensión de seguridad (MBTS), generalmente inferior a los 50 V en corriente alterna (AC) o 75 V en corriente continua (DC).
Estas luminarias no dependen de un aislamiento adicional o una toma de tierra, ya que operan a tensiones tan bajas que el riesgo de electrocución es prácticamente nulo.
Solo pueden conectarse a transformadores o fuentes de energía de muy baja tensión que cumplan con los estándares de seguridad.
Las luminarias de Clase III son ampliamente utilizadas en entornos exteriores, como jardines, caminos, piscinas o en alumbrado subacuático, debido a su seguridad intrínseca.
También son comunes en entornos infantiles o en lugares donde la presencia de agua o humedad es alta, ya que proporcionan la máxima seguridad posible frente a descargas eléctricas.
Tipos de Luminarias según su Ubicación
De acuerdo a esta clasificación las luminarias pueden ser de interior o de exterior, según las condiciones ambientales a las que se exponen. Este criterio determina las características especiales que debe tener cada tipo de luminaria para garantizar su correcto funcionamiento y durabilidad.
Luminarias de Interior
Las luminarias de interior están diseñadas para espacios cerrados. Se caracterizan por:
– Materiales: generalmente fabricadas con materiales como plástico, vidrio o metal, priorizando la estética y la facilidad de limpieza.
– Protección: no requieren un alto grado de protección contra la intemperie, el polvo o los impactos.
– Diseño: ofrecen una amplia variedad de diseños y estilos para adaptarse a cualquier tipo de decoración.
Hay una gran variedad de luminarias de interior, siendo las siguientes las más representativas:
Luminarias de Techo
Son aquellas que se instalan directamente en el techo para distribuir la luz de manera uniforme en un espacio.
Dentro de la categoría de luminarias de techo, encontramos varios tipos:
● Empotradas: luminarias que quedan completamente integradas en el techo, dejando únicamente visible la fuente de luz. Ejemplos son los downlights y paneles LED.

● De superficie: se instalan directamente sobre el techo, y el cuerpo de la luminaria queda visible. Son comunes en áreas donde no es posible empotrar luminarias, como algunos tipos de oficinas, cocinas y baños.

● Plafones: son luminarias cuyo diseño suele ser plano o ligeramente cóncavo, y se adhieren al techo sin necesidad de colgantes o brazos. Su diseño suele ser sencillo y discreto con formas geométricas simples como cuadradas, rectangulares o circulares. Los plafones pueden ser empotrados o superficiales.

● Colgantes: suspendidas desde el techo mediante cables o cadenas, estas luminarias son ideales para espacios con techos altos, como comedores, oficinas y salas de conferencias. Ejemplos típicos son las lámparas de araña o los pendientes industriales.

Luminarias de Pared o Apliques
Se instalan en las paredes para proporcionar iluminación indirecta o acentuar elementos decorativos. Los apliques pueden dirigir la luz hacia arriba, hacia abajo o en ambas direcciones, creando efectos decorativos. Son comunes en pasillos, baños y salas de estar.

Luminarias de Pie
Estas son lámparas autónomas que se colocan en el suelo y se utilizan como fuente de iluminación decorativa o ambiental. Las lámparas de pie se usan a menudo en salas de estar, dormitorios y oficinas.

Luminarias de Mesa
Diseñadas para proporcionar iluminación focalizada para tareas específicas, como la lectura o el trabajo. Son comunes en escritorios, mesas de noche y mesas auxiliares.

Luminarias Lineales
Luminarias alargadas, usualmente empotradas o montadas en superficie, que se utilizan para iluminar grandes áreas, como oficinas, salas de reuniones o cocinas. Son muy comunes en instalaciones comerciales e industriales.

Luminarias de Exterior
Las luminarias de exterior están diseñadas para soportar las condiciones climáticas adversas. Presentan las siguientes características:
– Materiales: fabricadas con materiales resistentes a la humedad, la corrosión y los rayos UV, como el aluminio, el acero inoxidable y los polímeros de alta densidad.
– Protección: cuentan con un alto grado de protección contra la entrada de sólidos y líquidos, indicado por el índice de protección IP.
– Diseño: su diseño suele ser más robusto y sencillo, priorizando la funcionalidad y la resistencia.
Las luminarias de exterior se pueden clasificar en diferentes tipos, entre los que destacan:
Luminarias de Fachada
Instaladas en las paredes exteriores de los edificios, estas luminarias sirven tanto para iluminar áreas de acceso, como para proporcionar seguridad y acentuar detalles arquitectónicos. Pueden ser apliques de exterior, proyectores o iluminación decorativa.

Proyectores
Son luminarias que emiten una luz dirigida y de alta intensidad. Se utilizan para iluminar fachadas, jardines, estadios, monumentos y otras áreas amplias. Los proyectores LED son cada vez más populares debido a su bajo consumo energético y alta durabilidad.

Balizas
Pequeñas luminarias de exterior que se utilizan principalmente para iluminar senderos, jardines o caminos. Su luz es generalmente baja y direccional, proporcionando seguridad y estética en espacios exteriores.

Luminarias de Suelo
Luminarias que se instalan a ras del suelo o empotradas, emiten luz hacia arriba y se utilizan para destacar elementos arquitectónicos o paisajísticos, como árboles, fachadas, estatuas o monumentos.

Farolas
Son luminarias de gran altura utilizadas para iluminar calles, avenidas, carreteras, parques y otras áreas públicas. Las farolas LED son comunes debido a su capacidad para proporcionar iluminación uniforme y eficiente en espacios exteriores amplios.

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