
Circuito Eléctrico Básico
Un circuito eléctrico básico es la configuración mínima de componentes eléctricos necesarios para que exista un flujo continuo de corriente.
Todo circuito eléctrico forma un camino cerrado que sigue la corriente desde una fuente de energía, a través de un conductor y hacia un receptor (carga), para luego regresar a la fuente.
Es la base sobre la cual se construyen sistemas eléctricos más complejos, desde instalaciones residenciales hasta grandes infraestructuras industriales y sistemas electrónicos avanzados.
El diseño, instalación y mantenimiento de sistemas eléctricos requieren un profundo conocimiento de los circuitos y del seguimiento riguroso de los planos eléctricos.
El funcionamiento del circuito eléctrico básico se basa en la interacción de 4 elementos: generador, receptor, conductores eléctricos y elemento de maniobra.
El generador proporciona la energía que fluye a través del conductor hacia el receptor, donde se transforma en otra forma de energía útil. El elemento de maniobra o control asegura que esta transferencia sea controlada y segura.

Un ejemplo típico del circuito eléctrico básico es el siguiente: en una instalación doméstica, el generador es la red eléctrica, el receptor es una lámpara, el conductor es el cableado eléctrico y el elemento de maniobra es el interruptor de luz. Cuando se acciona el interruptor, la corriente fluye desde la red, pasando por los conductores hasta la lámpara, que emite luz.
Contenidos
Función del Generador Eléctrico en un Circuito
El generador es el componente que convierte una forma de energía primaria en energía eléctrica. Es el punto de partida del circuito eléctrico básico, proporcionando la diferencia de potencial o tensión necesaria para alimentar los receptores.
La diferencia de potencial o tensión creada por el generador será la fuerza impulsora que provocará el movimiento de los electrones a través del circuito, denominado intensidad o corriente eléctrica.
Los generadores pueden ser de 2 tipos:
● Generadores de Corriente Alterna (CA): generan un movimiento de electrones o corriente en el circuito que cambia de dirección periódicamente. Son predominantes en las redes eléctricas debido a su facilidad de transformación de tensión. Para generar CA se utilizan alternadores en las centrales eléctricas. Según el tipo de conexión, puede ser monofásica o trifásica. Un ejemplo, sería la energía que llega a nuestros hogares a través de una toma de corriente (230 V CA).
● Generadores de Corriente Continua (CC): producen movimiento de electrones o corriente en una única dirección del circuito eléctrico. Son utilizados en sistemas específicos, como vehículos eléctricos. Para generar CC se pueden utilizar generadores de CC (dinamos) o a partir de la conversión de CA. Podríamos poner como ejemplo la corriente continua almacenada en las baterías de los coches (12 V CC).
Los parámetros principales del generador son la tensión nominal (V), la potencia nominal (W) y, en el caso de generadores de CA, la frecuencia (Hz). Normalmente, la frecuencia generada es de 50 Hz o 60 Hz, dependiendo del país.
El generador define la disponibilidad y calidad de la energía en el circuito eléctrico. Su diseño y selección deben adaptarse a las necesidades de los receptores conectados.
Función del Receptor Eléctrico en un Circuito
El receptor es el componente que convierte la energía eléctrica en otro tipo de energía útil, como mecánica, luminosa o térmica. Es el objetivo final del circuito eléctrico.
Los parámetros principales del receptor son la tensión nominal (V), la potencia nominal (W) y, en el caso de receptores de CA, el factor de potencia (cos φ) y el tipo de conexión (monofásica y trifásica).
Los receptores suelen incluir una placa de características en la parte exterior. En ella se resumen de las principales características técnicas del dispositivo, permitiendo al usuario o al técnico conocer sus especificaciones y utilizarlo de manera segura.
El receptor debe seleccionarse de acuerdo con la capacidad del generador y las características de la instalación eléctrica, asegurando su correcto funcionamiento sin sobrecargar el sistema.
Existen numerosos tipos de receptores eléctricos, cada uno diseñado para una función específica. A continuación, se presenta una clasificación general de estos dispositivos en: resistivos, inductivos, capacitivos y electrónicos.
Receptores Resistivos
Estos receptores convierten la energía eléctrica en calor (energía térmica) a través de resistencias puras, sin presentar reactancia inductiva o capacitiva significativa en su funcionamiento.
Los receptores resistivos presentan las siguientes características:
– La corriente y la tensión están en fase.
– Consumen potencia activa exclusivamente, sin generar reactancia.
– Su respuesta al voltaje aplicado es directa, siguiendo la Ley de Ohm.
Son usados en sistemas de calefacción, cocción y procesos industriales que requieren generación de calor. Como ejemplos de receptores resistivos tenemos los calentadores eléctricos (resistencias de calefacción), las lámparas incandescentes, las planchas y hornos eléctricos, etc.
Receptores Inductivos
Estos receptores se caracterizan por tener bobinas que generan campos magnéticos y cuya principal propiedad eléctrica es la reactancia inductiva, que afecta al desfase entre corriente y voltaje.
Las principales características de los receptores inductivos son:
– La corriente se retrasa respecto al voltaje aplicado (desfase).
– Consumen potencia activa y reactiva inductiva.
– Generan campos magnéticos que interactúan con su entorno.
Son utilizados en aplicaciones industriales y domésticas para generar movimiento o transformación de energía. Por ejemplo, motores eléctricos de corriente alterna (CA), transformadores, relés o contactores, electroimanes, etc.
Receptores Capacitivos
Estos dispositivos almacenan energía eléctrica en forma de campo eléctrico y presentan reactancia capacitiva. Aunque no suelen ser "receptores puros" en sí, se incluyen en sistemas eléctricos para corregir o mejorar su comportamiento.
Las características de los receptores capacitivos son las siguientes:
– La corriente adelanta al voltaje aplicado (desfase).
– Consumen potencia reactiva capacitiva.
– Actúan como filtros o elementos de almacenamiento de carga eléctrica.
Sus aplicaciones principales son para la corrección del factor de potencia en instalaciones eléctricas, filtrado de señales en circuitos electrónicos, y almacenamiento temporal de energía en dispositivos electrónicos.
Receptores Electrónicos
Estos receptores están formados por componentes semiconductores o circuitos complejos que regulan, transforman o procesan energía eléctrica. Pueden mostrar un comportamiento combinado de resistencia, inductancia y capacitancia.
Las características que definen a los receptores electrónicos son:
– Son dispositivos de alta precisión y capacidad de control.
– Suelen presentar efectos no lineales y un comportamiento más complejo.
– Pueden generar armónicos debido a su naturaleza no lineal.
Son muy utilizados en automatización industrial, electrónica de consumo y regulación de energía en sistemas complejos. Por ejemplo, ordenadores y equipos de telecomunicaciones, reguladores de velocidad para motores, sistemas de iluminación LED, fuentes conmutadas, etc.
Función de los Conductores Eléctricos en un Circuito
El conductor es el componente encargado de transportar la corriente eléctrica desde el generador hasta los receptores. La elección del conductor dependerá de la aplicación específica y de las condiciones a las que estará sometido el circuito. Básicamente se utilizan 2 conductores:
● Cobre: tiene alta conductividad eléctrica y térmica. Su resistencia mecánica superior, lo hace ideal para instalaciones de alta confiabilidad.
● Aluminio: tiene menor peso y precio que el cobre. Al tener menor conductividad eléctrica, requiere secciones más grandes.
Los parámetros principales de los conductores son la sección (mm²), el aislamiento y la caída de tensión.
Los conductores, junto con los aislantes, son la base de los cables eléctricos, permitiendo el transporte de energía eléctrica. Su elección y dimensionamiento adecuados son fundamentales para garantizar una instalación segura.
Función de los Elementos de Maniobra o Control en un Circuito
El elemento de maniobra permite controlar, desconectar o interrumpir el flujo de corriente en un circuito. Su función es esencial tanto para la operación como para la protección del sistema.
● Elementos de apertura y cierre: son elementos que permiten abrir o cerrar un circuito de manera manual. Existen diversos tipos como el interruptor, el pulsador o el conmutador.
● Elementos de protección: son elementos que protegen circuitos eléctricos y personas ante posibles riesgos. Se utilizan dispositivos como interruptores automáticos, fusibles, diferenciales o dispositivos de protección contra sobretensiones.
● Elementos de control: son elementos que hacen que los circuitos eléctricos sean más inteligentes, seguros y eficientes, facilitando la automatización de procesos en diversos ámbitos. Se trata de elementos como relés, contactores, temporizadores o termostatos.
● Elementos de señalización: son elementos que indican el estado de un circuito, por ejemplo encendido o apagado. Hay diversos tipos, como lámparas piloto o zumbadores (buzzers).
Estrechamente relacionados con los elementos de maniobra o control están los sensores. Estos elementos tienen como función principal detectar cambios en una magnitud física (temperatura, presión, luz, etc.) y transformarlos en señales eléctricas.
Los sensores no tienen la capacidad de modificar el estado de un circuito por sí mismos, a diferencia de los elementos de maniobra o control (como interruptores, relés o contactores). No obstante, proporcionan la información necesaria para que los elementos de maniobra o control tomen decisiones y actúen en consecuencia.
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