Detector de Humo

El detector de humo es un dispositivo que detecta la presencia de humo en el aire y emite una señal de alarma audible u otras señales de aviso para alertar a las personas sobre un posible incendio.

Estos dispositivos salvan vidas al proporcionar una advertencia temprana que permite la evacuación de las personas y la activación de medidas de control.

Su rápida detección puede significar la diferencia entre una evacuación segura y una tragedia.

Los detectores de humo son sensores imprescindibles para la seguridad contra incendios en diversos entornos. Su tecnología ha evolucionado desde diseños simples basados ​​en ionización hasta sistemas avanzados de detección por aspiración y sensores multisensoriales.

Como parte de un sistema integral de seguridad, estos dispositivos continúan siendo una herramienta vital para proteger vidas y propiedades.

Imagen del detector de humo

El símbolo del detector de humo es el siguiente:

Símbolo del detector de humo
Contenidos
  1. Funcionamiento de los Detectores de Humo
  2. Tipos de Salida de los Detectores de Humo
  3. Detector de Humo Autónomo
  4. Detector de Humo Integrado en Sistemas de Alarma
  5. Instalación del Detector de Humo
  6. Preguntas Frecuentes sobre el Detector de Humo

Funcionamiento de los Detectores de Humo

El funcionamiento de los detectores de humo se basa en la detección de partículas de combustión en el aire, utilizando diferentes principios físicos.

Detector de Humo por Ionización

Estos detectores contienen una pequeña cantidad de Americio-241, un isótopo radiactivo que emite partículas alfa. Estas partículas ionizan las moléculas de aire entre 2 placas con carga eléctrica, creando una corriente eléctrica constante.

Cuando las partículas de humo entran en la cámara de ionización, se adhieren a los iones, reduciendo la ionización y, por lo tanto, la corriente eléctrica. Esta disminución de la corriente es detectada por el circuito electrónico del detector, que activa la alarma.

Son especialmente sensibles a incendios de llama rápida, donde las partículas de combustión son pequeñas e invisibles a simple vista. Estos incendios suelen producir poca humareda visible al principio. Son adecuados para áreas donde se almacenan materiales de combustión rápida, como papel o líquidos inflamables.

La principal desventaja de los detectores de ionización es su mayor susceptibilidad a falsas alarmas. Partículas como polvo, vapor de agua, insectos o incluso la humedad ambiental pueden alterar la ionización en la cámara y activar la alarma.

Aunque contienen material radiactivo, la cantidad es extremadamente pequeña y no representa un peligro para la salud en condiciones normales de uso. Sin embargo, se deben seguir las recomendaciones del fabricante para su desecho.

Detector de Humo Óptico (Fotoeléctrico)

Estos detectores utilizan una fuente de luz (generalmente un LED infrarrojo) y un sensor fotoeléctrico (fotodiodo o fototransistor) dispuestos de tal manera que, en condiciones normales, la luz emitida por el LED no incide directamente sobre el sensor.

La cámara de detección está diseñada para minimizar la entrada de luz ambiental, pero permite el paso del aire. Cuando las partículas de humo entran en la cámara, dispersan la luz del LED en diferentes direcciones, y una parte de esta luz dispersada llega al sensor fotoeléctrico. El sensor detecta este cambio en la intensidad de la luz y activa la alarma.

Son más eficaces en la detección de incendios de combustión lenta o latente, donde se genera una gran cantidad de humo visible antes de que haya llamas. Estos incendios suelen involucrar materiales como madera, tejidos o plásticos. Son menos propensos a falsas alarmas por vapor o polvo en comparación con los detectores de ionización.

Los detectores ópticos pueden tardar más en detectar incendios de llama rápida con poca humareda visible, ya que dependen de la dispersión de la luz por partículas de humo más grandes.

Detector de Humo por Aspiración

Estos sistemas utilizan una red de tuberías que aspiran continuamente aire del ambiente a través de orificios de muestreo. El aire aspirado se transporta a una unidad de detección centralizada que contiene un sensor óptico de alta sensibilidad o un sistema láser. Los sistemas láser pueden detectar concentraciones de humo extremadamente bajas.

Los detectores por aspiración ofrecen la mayor sensibilidad de todos los tipos de detectores de humo, permitiendo la detección de incendios en etapas muy tempranas, incluso antes de que haya humo visible.

Son ideales para entornos donde la detección temprana es fundamental, como centros de datos, salas de servidores, museos, archivos, laboratorios y otras áreas con equipos electrónicos sensibles o valiosas colecciones.

Debido a la complejidad del sistema de tuberías y los filtros que requiere para evitar la entrada de polvo y otras partículas que puedan afectar la detección, los detectores por aspiración requieren un mayor mantenimiento y tienen un coste de instalación más elevado.

Detector de Humo Multisensor

Estos detectores combinan diferentes tecnologías de detección en un solo dispositivo. Los sensores más comunes que se combinan son:

Sensor óptico: para la detección de humo visible.

Sensor de temperatura (termovelocimétrico o de temperatura fija): para detectar cambios rápidos de temperatura o alcanzar una temperatura umbral.

Sensor de monóxido de carbono (CO) u otros gases de combustión: para detectar gases específicos producidos por la combustión.

La combinación de múltiples sensores permite al detector analizar diferentes parámetros del incendio, reduciendo significativamente la posibilidad de falsas alarmas y mejorando la detección de incendios con diferentes características, como incendios con calor intenso pero poco humo visible, o incendios con humo denso pero sin un aumento significativo de la temperatura.

Por ejemplo, un detector multisensor podría activar la alarma solo si detecta, tanto humo, como un aumento rápido de la temperatura, reduciendo la probabilidad de una falsa alarma causada por vapor o polvo.

Tipos de Salida de los Detectores de Humo

Los detectores de humo tienen diferentes tipos de salidas, dependiendo de su diseño y la aplicación para la que estén destinados. Estas salidas permiten al detector interactuar con otros sistemas de seguridad, como paneles de control de alarmas de incendio, sistemas de notificación remota o dispositivos de señalización.

A continuación, se detallan los tipos de salidas más comunes:

Salida acústica: emite un sonido fuerte para alertar a las personas cercanas de la detección de humo. Normalmente, es un es un zumbador o sirena interna. Los niveles de sonido suelen estar en el rango de 85 dB a 120 dB, dependiendo del modelo y la normativa aplicable.

Salida visual: luz indicadora (LED o estroboscópica) que se enciende al detectar humo. Un LED rojo intermitente indica alarma activa. Algunos modelos incluyen luces estroboscópicas para aumentar la visibilidad, especialmente en entornos ruidosos o para personas con discapacidad auditiva.

Salida a relé: la más común es la salida con contacto de relé, que puede ser normalmente abierto (NA) o normalmente cerrado (NC). Cuando el detector activa la alarma, el estado del contacto del relé cambia. Activa otros dispositivos, como alarmas externas, sistemas de ventilación o equipos de extinción automática, como rociadores contra incendios.

Salida analógica: proporciona una señal analógica proporcional a la densidad de humo detectada. Las señales típicas son 4-20 mA y 0-10 V. Utilizada en sistemas que requieren una medición precisa del nivel de humo, no solo una activación binaria.

Salida digital: para transmitir datos al sistema de monitoreo o control. Se usa en monitorización remota con notificaciones en tiempo real a través de aplicaciones móviles. Los protocolos comunes son:

RS-485 (Modbus): usado en sistemas de detección centralizados.

BACnet: común en aplicaciones de automatización de edificios.

Zigbee, Wi-Fi o Bluetooth: para detectores inteligentes en redes inalámbricas.

Detector de Humo Autónomo

Los detectores de humo autónomos detectan la presencia de humo y alertan a las personas de un posible incendio sin necesidad de estar conectados a un sistema de alarma centralizado. Son muy comunes en aplicaciones domésticas debido a su facilidad de instalación y bajo coste.

A continuación, se detallan sus características principales:

Funcionamiento independiente: no requieren conexión a un panel de control de alarmas. Cada detector funciona de forma individual, con su propia fuente de alimentación y sistema de alarma.

Alimentación: suelen disponer de 2 tipos de alimentación:

Baterías: la mayoría utiliza baterías alcalinas estándar o baterías de litio de larga duración (con una vida útil de hasta 10 años).

Corriente alterna (CA): algunos modelos se alimentan de la red eléctrica (120V o 230V según el país) y suelen tener una batería de respaldo en caso de fallo del suministro eléctrico.

Alarma sonora integrada: poseen una sirena interna que emite un sonido fuerte y agudo (generalmente de 85 dB a 3 metros) para alertar a las personas en caso de detección de humo. Algunos modelos también incorporan un indicador visual, como una luz LED parpadeante, que se activa junto con la alarma sonora.

Fácil instalación: se instalan fácilmente en techos o paredes, sin necesidad de cableado complejo. Generalmente se fijan con tornillos o adhesivos.

Botón de prueba: incorporan un botón de prueba que permite verificar el funcionamiento de la alarma y la batería. Se recomienda probarlos mensualmente.

Indicador de batería baja: suelen tener un indicador (generalmente un pitido intermitente) que avisa cuando la batería está baja y necesita ser reemplazada.

Detector de Humo Integrado en Sistemas de Alarma

A diferencia de los autónomos, se conectan a un panel de control centralizado. Esto les permite ofrecer funcionalidades más avanzadas y una mayor cobertura, siendo ideales para edificios comerciales, industriales y residenciales grandes.

A continuación, se detallan sus características principales:

Conexión a un panel de control centralizado: se conectan mediante cableado a un panel central que supervisa el estado de todos los detectores del sistema.

Monitoreo en tiempo real: el panel de control monitorea constantemente el estado de los detectores, detectando cualquier anomalía como fallos en el sensor, batería baja o desconexión.

Identificación precisa de la ubicación: en sistemas direccionables, cada detector tiene una dirección única, permitiendo al panel identificar la ubicación exacta del detector que se ha activado. En sistemas convencionales, se identifica la zona donde se encuentra el detector activado.

Activación automática de sistemas de extinción: en algunos casos, el sistema de alarma puede estar integrado con sistemas de extinción automática, como rociadores automáticos (sprinklers), sistemas de supresión de incendios con gas o sistemas de alarma remota a los bomberos.

Comunicación bidireccional (en sistemas direccionables): los sistemas direccionables permiten la comunicación bidireccional entre el panel y los detectores. El panel puede enviar comandos a los detectores y recibir información detallada sobre su estado.

Mayor flexibilidad y escalabilidad: pueden adaptarse a las necesidades de edificios de diferentes tamaños y complejidades. Se pueden añadir o quitar detectores fácilmente según sea necesario.

Supervisión y mantenimiento centralizados: el panel de control permite la detección temprana de fallos y la programación de pruebas y mantenimientos preventivos.

Zonas o lazos: los detectores se agrupan en zonas (en sistemas convencionales) o lazos (en sistemas direccionables). Una zona representa un área física del edificio, mientras que un lazo es un circuito que conecta varios detectores al panel.

Instalación del Detector de Humo

Se recomienda interconectar los detectores de humo de forma que si uno se activa, suenen todos. Esto es especialmente importante en viviendas de varias plantas, ya que asegura que se escuche la alarma en toda la casa, independientemente de dónde se inicie el incendio.

Esta interconexión puede ser cableada (requiere cableado entre los detectores) o inalámbrica (utiliza radiofrecuencia para la comunicación de los detectores).

Respecto al montaje, se instalan en techo o en pared (respetando la distancia al techo de 10-30 cm). Se montan con tornillos, o mediante adhesivos.

Ubicación Estratégica de los Detectores de Humo

La ubicación del detector de humo es fundamental para su correcto funcionamiento. Se deben seguir las siguientes recomendaciones generales:

En cada nivel de la vivienda: instalar al menos un detector en cada planta, incluyendo sótanos y áticos habitables.

Fuera de los dormitorios: colocar detectores fuera de cada área de dormitorio, en el pasillo o vestíbulo que conduce a ellos. Esto asegura que la alarma se escuche claramente mientras se duerme.

En el salón y áreas de estar: se recomienda instalar detectores en el salón, la sala de estar y otras áreas comunes donde se pueda iniciar un incendio.

Cerca de las escaleras: si hay escaleras que conectan diferentes niveles, instalar un detector en la parte superior de cada tramo de escaleras.

En el techo: la posición ideal es en el techo, ya que el humo tiende a subir. Instalar el detector en el centro del techo de la habitación o pasillo.

En la pared (solo si es necesario): si no es posible instalarlo en el techo, se puede instalar en la pared, a una distancia de entre 10 y 30 cm del techo.

Lugares a Evitar en la Instalación de los Detectores de Humo

Existen ciertos lugares donde NO se deben instalar los detectores de humo, ya que pueden provocar falsas alarmas o dificultar la detección:

Cocinas: el vapor de la cocción puede activar la alarma. Si es necesario un detector en la cocina, se recomienda un detector fotoeléctrico con función de silencio temporal o un detector de calor.

Baños: el vapor de la ducha o la bañera también puede activar la alarma.

Garajes: el polvo, los gases de escape y los cambios bruscos de temperatura pueden afectar al detector.

Cerca de ventiladores o conductos de ventilación: las corrientes de aire pueden desviar el humo y retrasar la detección. Mantener una distancia mínima de 1 metro de cualquier ventilador o conducto.

Cerca de lámparas: el calor irradiado por las lámparas puede afectar al detector. Mantener una distancia mínima de 30 cm.

Zonas polvorientas o sucias: el polvo puede acumularse en el detector y provocar falsas alarmas o reducir su sensibilidad.

En los casos en los que no se recomiendan los detectores de humo convencionales (ópticos o iónicos) debido a la alta probabilidad de falsas alarmas, se pueden instalar detectores de temperatura. Los 2 tipos principales de detectores de temperatura son:

1º) Detectores térmicos de temperatura fija: se activan cuando la temperatura ambiente alcanza un umbral preestablecido.

2º) Detectores termovelocimétricos (o de velocidad de aumento de temperatura): se activan al detectar un aumento rápido de la temperatura, independientemente de que se alcance una temperatura fija predeterminada.

Preguntas Frecuentes sobre el Detector de Humo

¿Qué es un detector de humo y cómo funciona?

Un detector de humo es un dispositivo que identifica la presencia de partículas de combustión en el aire y emite una señal de alarma (sonora, visual o ambas) para alertar sobre un posible incendio. Su función principal es salvar vidas al permitir una evacuación temprana y activar medidas de protección.

El detector de humo funciona analizando el aire en busca de partículas de humo o gases de combustión. Cuando detecta niveles anormales, activa una alarma fuerte (generalmente entre 85 y 120 decibelios) para alertar a los ocupantes del lugar. Algunos modelos también pueden conectarse a sistemas de extinción automática o enviar alertas a servicios de emergencia.

¿Qué puede activar un detector de humo?
Además del humo de un incendio, otros factores como vapor de agua, polvo, insectos o cambios bruscos de temperatura pueden provocar falsas alarmas. Por eso, es importante instalarlos en ubicaciones adecuadas, evitando zonas como cocinas o baños donde el vapor es frecuente.

Se recomienda:
– Instalarlos en techos o en paredes cerca del techo (a 10-30 cm de distancia).
– Realizar pruebas mensuales para verificar su funcionamiento.
– Reemplazar las baterías periódicamente (o cada 10 años en modelos con batería sellada).

¿Cuántos tipos de detector de humo hay?

Existen 4 tipos principales de detectores de humo, cada uno con ventajas según el tipo de incendio y el entorno:
📌 De ionización: detectan rápidamente incendios con llamas y poco humo (como líquidos inflamables), pero son más propensos a falsas alarmas por vapor o polvo.
📌 Ópticos/fotoeléctricos: ideales para incendios con humo denso (madera, textiles) y menos sensibles a falsas alarmas. Detectan mejor los fuegos que comienzan con brasas.
📌 Por aspiración: ultrasensibles, usados en lugares críticos (centros de datos, museos). Detectan humo en etapas muy tempranas, pero son costosos y requieren mantenimiento.
📌 Multisensoriales: combinan tecnologías (óptica, temperatura y CO) para reducir falsas alarmas y adaptarse a distintos tipos de incendio.

¿Qué detector de humo es mejor?
Para hogares, lo óptimo es combinar ópticos (en dormitorios y salones) y multisensoriales (en zonas como garajes). Los ópticos son los más equilibrados en precisión y fiabilidad.

En entornos industriales o de alto riesgo, los por aspiración o multisensoriales ofrecen mayor seguridad.

¿Cuántos metros cuadrados cubre un detector de humo?

Los detectores de humo tienen una capacidad de cobertura que varía según el modelo, pero generalmente se considera que:
🏷️ Cobertura estándar: cada detector cubre aproximadamente 60-80 m² en condiciones ideales, con una distancia máxima entre dispositivos de 7,5 metros en horizontal (según normativa UNE-EN 14604).
🏷️ Factores que influyen:
Altura del techo: en techos hasta 3,5m se aplica la cobertura estándar. Para techos más altos, la cobertura se reduce (a 40 m² para techos de 6m, por ejemplo).
Forma de la habitación: en espacios alargados o con obstáculos se requieren más detectores.
Tipo de detector: los ópticos pueden necesitar mayor densidad en ciertos entornos que los iónicos.

🎯 Recomendaciones de instalación:
En viviendas: 1 detector por cada 60 m², con al menos uno en cada planta.
En pasillos largos: cada 15 metros lineales.
En espacios abiertos grandes: distancia máxima de 7,5m entre detectores.

La normativa española (RD 513/2017) exige mayor densidad en edificios públicos. Para máxima protección, es mejor consultar las especificaciones del fabricante y considerar que la cobertura puede verse afectada por corrientes de aire, obstáculos arquitectónicos o la presencia de sistemas de ventilación.

¿Dónde se debe colocar un detector de humo?

La correcta colocación de los detectores de humo es fundamental para su efectividad. Según normativas internacionales y mejores prácticas, se recomienda:
📌 Ubicaciones prioritarias:
– En cada nivel de la vivienda (incluyendo sótanos y áticos habitables)
– Fuera de cada dormitorio (en pasillos o zonas comunes adyacentes)
– En el centro del techo (posición ideal para la detección temprana)
– En la parte superior de escaleras que conectan plantas
📌 Distancias clave:
– A mínimo 50 cm de paredes o esquinas cuando se instalan en techos
– Entre 10-30 cm del techo si se colocan en paredes
– A más de 1 metro de lámparas, ventiladores o conductos de aire

⚠️ Zonas a evitar:
✓ Cocinas (por falsas alarmas con el vapor)
✓ Baños (por la humedad ambiental)
✓ Garajes (por gases de combustión de vehículos)
✓ Cerca de ventanas o puertas con corrientes de aire

En viviendas grandes, los detectores deben interconectarse para que todos suenen cuando uno se active.

¿A qué altura se debe instalar un detector de humo?

La altura a la que se instala un detector de humo es crucial para su eficacia, ya que el humo tiende a subir. La regla general es instalar los detectores de humo en el techo.

Si la instalación en el techo no es posible, la segunda mejor opción es en una pared, pero siempre cerca del techo, específicamente a una distancia de entre 10 y 30 centímetros del techo. Es importante no instalarlo pegado a una esquina o en el ángulo entre la pared y el techo, ya que el flujo de aire en esas áreas puede impedir que el humo llegue al detector eficientemente.

Consideraciones adicionales sobre la altura:
⚠️ En techos inclinados, colocar el detector cerca del punto más alto, donde se acumula el humo.
⚠️ Evitar "zonas muertas" (esquinas superiores o cerca de ventilaciones), donde el aire estancado dificulta la detección.
⚠️ Mantener alejado de cocinas, baños o chimeneas para prevenir falsas alarmas por vapor; en estas áreas, son preferibles detectores de calor o fotoeléctricos (menos sensibles al vapor).
⚠️ Siempre seguir las instrucciones del fabricante, ya que pueden variar según el modelo.

¿Dónde es obligatorio el detector de humos?

🏷️ En España:
Viviendas:
– Recomendado por CTE pero no obligatorio (a nivel nacional)
– Excepción: Valladolid (obligatorio desde 2025 para todas las viviendas)
Locales comerciales/industriales:
– Obligatorio según RD 513/2017 y UNE 23007-14
– Depende de superficie, actividad y ocupación
Edificios públicos:
– Obligatorio por normativa PCI (CTE y RIPCI)

🏷️ En Europa:
Francia: obligatorio en viviendas desde 2015
Alemania: obligatorio desde 2016 (con variaciones por estado)
Reino Unido: mínimo 1 detector por planta en viviendas
Países Nórdicos: obligatorios desde hace años

🏷️ En América/Oceanía:
EE.UU./Canadá: obligatorio en mayoría de estados/provincias. Especialmente en dormitorios y viviendas nuevas
Australia: conectados a red en casas nuevas o con baterías en viviendas antiguas

🏷️ Tendencias:
– Progresiva implantación obligatoria
– Requisitos técnicos varían según uso del inmueble
– Consultar siempre legislación local

¿Dónde no es aconsejable instalar detectores de humo?

Existen zonas donde la instalación de detectores de humo no es aconsejable:

Cocinas y áreas de cocción: el vapor y humos de cocina pueden activar falsas alarmas. Se pueden instalar detectores de calor específicos para cocinas.

Baños y zonas húmedas: la condensación y vapor de duchas afectan el funcionamiento. La humedad puede dañar los componentes electrónicos.

Garajes y talleres: los gases de combustión de vehículos generan falsos positivos. Además, el polvo y partículas en suspensión interfieren con los sensores.

Cerca de ventilaciones, aires acondicionados o ventanas: las corrientes de aire dispersan el humo, retrasando la detección. Mantener mínimo 1 metro de distancia de estos elementos.

Zonas con temperaturas extremas: áticos no aislados o espacios sin climatización. Lugares con temperaturas fuera del rango operativo del dispositivo (normalmente 0-40°C).

Lugares con alta concentración de polvo: talleres de carpintería, obras en curso, etc. El polvo obstruye las cámaras de detección.

En estos espacios, se recomienda utilizar alternativas como detectores de calor, sistemas de aspiración o dispositivos multisensores.

¿Cómo saber si un detector de humo está activado?

Para comprobar si un detector de humo está activado y funcionando correctamente, seguir estas indicaciones:

👉 Indicadores luminosos:
– Luz verde fija o intermitente: indica que el detector está correctamente alimentado y en modo de vigilancia activa. Una luz verde que parpadea cada 30-60 segundos es señal normal de funcionamiento.
– Luz roja: suele aparecer cuando se detecta humo o hay un fallo en el sistema.

👉 Prueba manual:
– Presionar el botón de prueba durante 3-5 segundos
– Debe sonar una alarma fuerte (85dB o más)
– Si no suena, revisar las baterías o conexión eléctrica

👉 Verificación de estado:
– Detectores modernos muestran códigos luminosos (ej: 3 parpadeos = fallo)
– Algunos modelos emiten señales sonoras cuando detectan batería baja
– Detectores interconectados suelen mostrar el estado en el panel central

⚠️ Importante: la luz verde NO indica detección de humo, sino que el dispositivo tiene alimentación y está operativo. Para confirmar plena funcionalidad, realizar pruebas mensuales y cambiar las baterías según recomendación del fabricante. Los detectores con más de 10 años de antigüedad deben reemplazarse.

¿Cómo se apaga un detector de humo?

Para que deje de pitar un detector de humo, podemos apagarlo de estas formas:
🔍 Apagado normal tras falsa alarma:
– Presionar el botón central ("Silence"/"Hush") durante 1-2 segundos
– En modelos avanzados, pasar la mano frente al sensor (tecnología wave-to-hush)
– La alarma se silenciará temporalmente (8-15 minutos)
🔍 Apagado completo:
– Retirar la batería (en modelos autónomos)
– Desconectarlo de la corriente (en modelos cableados con backup de batería)

¿Por qué mi detector de humo no deja de sonar?
Las causas frecuentes pueden ser:
✓ Batería baja (cambiar, aunque parezca tener carga)
✓ Acumulación de polvo/insectos (limpiar con aspiradora suave)
✓ Fallo eléctrico (verificar voltaje en modelos cableados)
✓ Final de vida útil (10 años máximo)
✓ Humo residual en cámara (ventilar el área)

⚠️ Importante: nunca desconectar permanentemente un detector por molestias: poner solución al problema real. Para cocinas/baños, instalar modelos con función "silence" reforzada o detectores de calor. Si persiste el problema tras cambiar baterías y limpiar, reemplazar la unidad completa.

¿Necesito un electricista para instalar una alarma de humo?

La necesidad de un profesional para instalar detectores de humo depende del tipo de dispositivo:
📌 Detectores autónomos (con baterías):
– No requieren electricista
– Instalación sencilla (tornillos o adhesivos)
– Ideal para viviendas: cualquier adulto puede colocarlos siguiendo las instrucciones
📌 Detectores cableados al sistema eléctrico:
– Requieren instalación por electricista certificado
– Necesarios en edificios comerciales/industriales
– Deben conectarse al cuadro eléctrico con batería de respaldo
📌 Sistemas interconectados o centralizados:
– Siempre necesitan instalación profesional
– Electricista con conocimientos técnicos especializados en sistemas de seguridad
– Requieren cableado especial y configuración

🎯 Recomendación: aunque los modelos autónomos son fáciles de instalar, en viviendas grandes con múltiples unidades interconectadas es aconsejable contratar un profesional para garantizar cobertura óptima. Los electricistas pueden asegurar la correcta ubicación y funcionamiento del sistema completo.

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