
Detector de Humo
El detector de humo es un dispositivo que detecta la presencia de humo en el aire y emite una señal de alarma audible u otras señales de aviso para alertar a las personas sobre un posible incendio.
Estos dispositivos salvan vidas al proporcionar una advertencia temprana que permite la evacuación de las personas y la activación de medidas de control.
Su rápida detección puede significar la diferencia entre una evacuación segura y una tragedia.
Los detectores de humo son sensores imprescindibles para la seguridad contra incendios en diversos entornos. Su tecnología ha evolucionado desde diseños simples basados en ionización hasta sistemas avanzados de detección por aspiración y sensores multisensoriales.
Como parte de un sistema integral de seguridad, estos dispositivos continúan siendo una herramienta vital para proteger vidas y propiedades.

El símbolo del detector de humo es el siguiente:

Contenidos
Funcionamiento de los Detectores de Humo
El funcionamiento de los detectores de humo se basa en la detección de partículas de combustión en el aire, utilizando diferentes principios físicos.
Detector de Humo por Ionización
Estos detectores contienen una pequeña cantidad de Americio-241, un isótopo radiactivo que emite partículas alfa. Estas partículas ionizan las moléculas de aire entre 2 placas con carga eléctrica, creando una corriente eléctrica constante.
Cuando las partículas de humo entran en la cámara de ionización, se adhieren a los iones, reduciendo la ionización y, por lo tanto, la corriente eléctrica. Esta disminución de la corriente es detectada por el circuito electrónico del detector, que activa la alarma.
Son especialmente sensibles a incendios de llama rápida, donde las partículas de combustión son pequeñas e invisibles a simple vista. Estos incendios suelen producir poca humareda visible al principio. Son adecuados para áreas donde se almacenan materiales de combustión rápida, como papel o líquidos inflamables.
La principal desventaja de los detectores de ionización es su mayor susceptibilidad a falsas alarmas. Partículas como polvo, vapor de agua, insectos o incluso la humedad ambiental pueden alterar la ionización en la cámara y activar la alarma.
Aunque contienen material radiactivo, la cantidad es extremadamente pequeña y no representa un peligro para la salud en condiciones normales de uso. Sin embargo, se deben seguir las recomendaciones del fabricante para su desecho.
Detector de Humo Óptico (Fotoeléctrico)
Estos detectores utilizan una fuente de luz (generalmente un LED infrarrojo) y un sensor fotoeléctrico (fotodiodo o fototransistor) dispuestos de tal manera que, en condiciones normales, la luz emitida por el LED no incide directamente sobre el sensor.
La cámara de detección está diseñada para minimizar la entrada de luz ambiental, pero permite el paso del aire. Cuando las partículas de humo entran en la cámara, dispersan la luz del LED en diferentes direcciones, y una parte de esta luz dispersada llega al sensor fotoeléctrico. El sensor detecta este cambio en la intensidad de la luz y activa la alarma.
Son más eficaces en la detección de incendios de combustión lenta o latente, donde se genera una gran cantidad de humo visible antes de que haya llamas. Estos incendios suelen involucrar materiales como madera, tejidos o plásticos. Son menos propensos a falsas alarmas por vapor o polvo en comparación con los detectores de ionización.
Los detectores ópticos pueden tardar más en detectar incendios de llama rápida con poca humareda visible, ya que dependen de la dispersión de la luz por partículas de humo más grandes.
Detector de Humo por Aspiración
Estos sistemas utilizan una red de tuberías que aspiran continuamente aire del ambiente a través de orificios de muestreo. El aire aspirado se transporta a una unidad de detección centralizada que contiene un sensor óptico de alta sensibilidad o un sistema láser. Los sistemas láser pueden detectar concentraciones de humo extremadamente bajas.
Los detectores por aspiración ofrecen la mayor sensibilidad de todos los tipos de detectores de humo, permitiendo la detección de incendios en etapas muy tempranas, incluso antes de que haya humo visible.
Son ideales para entornos donde la detección temprana es fundamental, como centros de datos, salas de servidores, museos, archivos, laboratorios y otras áreas con equipos electrónicos sensibles o valiosas colecciones.
Debido a la complejidad del sistema de tuberías y los filtros que requiere para evitar la entrada de polvo y otras partículas que puedan afectar la detección, los detectores por aspiración requieren un mayor mantenimiento y tienen un coste de instalación más elevado.
Detector de Humo Multisensor
Estos detectores combinan diferentes tecnologías de detección en un solo dispositivo. Los sensores más comunes que se combinan son:
– Sensor óptico: para la detección de humo visible.
– Sensor de temperatura (termovelocimétrico o de temperatura fija): para detectar cambios rápidos de temperatura o alcanzar una temperatura umbral.
– Sensor de monóxido de carbono (CO) u otros gases de combustión: para detectar gases específicos producidos por la combustión.
La combinación de múltiples sensores permite al detector analizar diferentes parámetros del incendio, reduciendo significativamente la posibilidad de falsas alarmas y mejorando la detección de incendios con diferentes características, como incendios con calor intenso pero poco humo visible, o incendios con humo denso pero sin un aumento significativo de la temperatura.
Por ejemplo, un detector multisensor podría activar la alarma solo si detecta, tanto humo, como un aumento rápido de la temperatura, reduciendo la probabilidad de una falsa alarma causada por vapor o polvo.
Tipos de Salida de los Detectores de Humo
Los detectores de humo tienen diferentes tipos de salidas, dependiendo de su diseño y la aplicación para la que estén destinados. Estas salidas permiten al detector interactuar con otros sistemas de seguridad, como paneles de control de alarmas de incendio, sistemas de notificación remota o dispositivos de señalización.
A continuación, se detallan los tipos de salidas más comunes:
● Salida acústica: emite un sonido fuerte para alertar a las personas cercanas de la detección de humo. Normalmente, es un es un zumbador o sirena interna. Los niveles de sonido suelen estar en el rango de 85 dB a 120 dB, dependiendo del modelo y la normativa aplicable.
● Salida visual: luz indicadora (LED o estroboscópica) que se enciende al detectar humo. Un LED rojo intermitente indica alarma activa. Algunos modelos incluyen luces estroboscópicas para aumentar la visibilidad, especialmente en entornos ruidosos o para personas con discapacidad auditiva.
● Salida a relé: la más común es la salida con contacto de relé, que puede ser normalmente abierto (NA) o normalmente cerrado (NC). Cuando el detector activa la alarma, el estado del contacto del relé cambia. Activa otros dispositivos, como alarmas externas, sistemas de ventilación o equipos de extinción automática, como rociadores contra incendios.
● Salida analógica: proporciona una señal analógica proporcional a la densidad de humo detectada. Las señales típicas son 4-20 mA y 0-10 V. Utilizada en sistemas que requieren una medición precisa del nivel de humo, no solo una activación binaria.
● Salida digital: para transmitir datos al sistema de monitoreo o control. Se usa en monitorización remota con notificaciones en tiempo real a través de aplicaciones móviles. Los protocolos comunes son:
– RS-485 (Modbus): usado en sistemas de detección centralizados.
– BACnet: común en aplicaciones de automatización de edificios.
– Zigbee, Wi-Fi o Bluetooth: para detectores inteligentes en redes inalámbricas.
Detector de Humo Autónomo
Los detectores de humo autónomos detectan la presencia de humo y alertan a las personas de un posible incendio sin necesidad de estar conectados a un sistema de alarma centralizado. Son muy comunes en aplicaciones domésticas debido a su facilidad de instalación y bajo coste.
A continuación, se detallan sus características principales:
● Funcionamiento independiente: no requieren conexión a un panel de control de alarmas. Cada detector funciona de forma individual, con su propia fuente de alimentación y sistema de alarma.
● Alimentación: suelen disponer de 2 tipos de alimentación:
– Baterías: la mayoría utiliza baterías alcalinas estándar o baterías de litio de larga duración (con una vida útil de hasta 10 años).
– Corriente alterna (CA): algunos modelos se alimentan de la red eléctrica (120V o 230V según el país) y suelen tener una batería de respaldo en caso de fallo del suministro eléctrico.
● Alarma sonora integrada: poseen una sirena interna que emite un sonido fuerte y agudo (generalmente de 85 dB a 3 metros) para alertar a las personas en caso de detección de humo. Algunos modelos también incorporan un indicador visual, como una luz LED parpadeante, que se activa junto con la alarma sonora.
● Fácil instalación: se instalan fácilmente en techos o paredes, sin necesidad de cableado complejo. Generalmente se fijan con tornillos o adhesivos.
● Botón de prueba: incorporan un botón de prueba que permite verificar el funcionamiento de la alarma y la batería. Se recomienda probarlos mensualmente.
● Indicador de batería baja: suelen tener un indicador (generalmente un pitido intermitente) que avisa cuando la batería está baja y necesita ser reemplazada.
Detector de Humo Integrado en Sistemas de Alarma
A diferencia de los autónomos, se conectan a un panel de control centralizado. Esto les permite ofrecer funcionalidades más avanzadas y una mayor cobertura, siendo ideales para edificios comerciales, industriales y residenciales grandes.
A continuación, se detallan sus características principales:
● Conexión a un panel de control centralizado: se conectan mediante cableado a un panel central que supervisa el estado de todos los detectores del sistema.
● Monitoreo en tiempo real: el panel de control monitorea constantemente el estado de los detectores, detectando cualquier anomalía como fallos en el sensor, batería baja o desconexión.
● Identificación precisa de la ubicación: en sistemas direccionables, cada detector tiene una dirección única, permitiendo al panel identificar la ubicación exacta del detector que se ha activado. En sistemas convencionales, se identifica la zona donde se encuentra el detector activado.
● Activación automática de sistemas de extinción: en algunos casos, el sistema de alarma puede estar integrado con sistemas de extinción automática, como rociadores automáticos (sprinklers), sistemas de supresión de incendios con gas o sistemas de alarma remota a los bomberos.
● Comunicación bidireccional (en sistemas direccionables): los sistemas direccionables permiten la comunicación bidireccional entre el panel y los detectores. El panel puede enviar comandos a los detectores y recibir información detallada sobre su estado.
● Mayor flexibilidad y escalabilidad: pueden adaptarse a las necesidades de edificios de diferentes tamaños y complejidades. Se pueden añadir o quitar detectores fácilmente según sea necesario.
● Supervisión y mantenimiento centralizados: el panel de control permite la detección temprana de fallos y la programación de pruebas y mantenimientos preventivos.
● Zonas o lazos: los detectores se agrupan en zonas (en sistemas convencionales) o lazos (en sistemas direccionables). Una zona representa un área física del edificio, mientras que un lazo es un circuito que conecta varios detectores al panel.
Instalación del Detector de Humo
Se recomienda interconectar los detectores de humo de forma que si uno se activa, suenen todos. Esto es especialmente importante en viviendas de varias plantas, ya que asegura que se escuche la alarma en toda la casa, independientemente de dónde se inicie el incendio.
Esta interconexión puede ser cableada (requiere cableado entre los detectores) o inalámbrica (utiliza radiofrecuencia para la comunicación de los detectores).
Respecto al montaje, se instalan en techo o en pared (respetando la distancia al techo de 10-30 cm). Se montan con tornillos, o mediante adhesivos.
Ubicación Estratégica de los Detectores de Humo
La ubicación del detector de humo es fundamental para su correcto funcionamiento. Se deben seguir las siguientes recomendaciones generales:
– En cada nivel de la vivienda: instalar al menos un detector en cada planta, incluyendo sótanos y áticos habitables.
– Fuera de los dormitorios: colocar detectores fuera de cada área de dormitorio, en el pasillo o vestíbulo que conduce a ellos. Esto asegura que la alarma se escuche claramente mientras se duerme.
– En el salón y áreas de estar: se recomienda instalar detectores en el salón, la sala de estar y otras áreas comunes donde se pueda iniciar un incendio.
– Cerca de las escaleras: si hay escaleras que conectan diferentes niveles, instalar un detector en la parte superior de cada tramo de escaleras.
– En el techo: la posición ideal es en el techo, ya que el humo tiende a subir. Instalar el detector en el centro del techo de la habitación o pasillo.
– En la pared (solo si es necesario): si no es posible instalarlo en el techo, se puede instalar en la pared, a una distancia de entre 10 y 30 cm del techo.
Lugares a Evitar en la Instalación de los Detectores de Humo
Existen ciertos lugares donde NO se deben instalar los detectores de humo, ya que pueden provocar falsas alarmas o dificultar la detección:
– Cocinas: el vapor de la cocción puede activar la alarma. Si es necesario un detector en la cocina, se recomienda un detector fotoeléctrico con función de silencio temporal o un detector de calor.
– Baños: el vapor de la ducha o la bañera también puede activar la alarma.
– Garajes: el polvo, los gases de escape y los cambios bruscos de temperatura pueden afectar al detector.
– Cerca de ventiladores o conductos de ventilación: las corrientes de aire pueden desviar el humo y retrasar la detección. Mantener una distancia mínima de 1 metro de cualquier ventilador o conducto.
– Cerca de lámparas: el calor irradiado por las lámparas puede afectar al detector. Mantener una distancia mínima de 30 cm.
– Zonas polvorientas o sucias: el polvo puede acumularse en el detector y provocar falsas alarmas o reducir su sensibilidad.
En los casos en los que no se recomiendan los detectores de humo convencionales (ópticos o iónicos) debido a la alta probabilidad de falsas alarmas, se pueden instalar detectores de temperatura. Los 2 tipos principales de detectores de temperatura son:
1º) Detectores térmicos de temperatura fija: se activan cuando la temperatura ambiente alcanza un umbral preestablecido.
2º) Detectores termovelocimétricos (o de velocidad de aumento de temperatura): se activan al detectar un aumento rápido de la temperatura, independientemente de que se alcance una temperatura fija predeterminada.
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