Cables Eléctricos

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Los cables eléctricos son conductores diseñados para transportar corriente eléctrica desde los generadores hasta los receptores con una resistencia mínima, influenciada por diversos factores como el material, la sección transversal, la longitud, la corriente que atraviesa el cable y la temperatura ambiente.

Los cables eléctricos están compuestos por materiales conductores y aislantes que garantizan un flujo de corriente estable y seguro.

Desde los cables de distribución que parten de los centros de transformación hacia los consumidores, hasta los cables de conexión que alimentan los circuitos eléctricos en las instalaciones receptoras, la diversidad de cables eléctricos es amplia y su diseño se adapta a las necesidades específicas de cada aplicación.

La evolución de los cables eléctricos ha sido constante a lo largo de la historia de la electrificación, desde los primeros conductores rudimentarios hasta los modernos cables de alta tecnología diseñados para resistir condiciones ambientales extremas y transportar grandes cantidades de energía de manera eficiente.

Para garantizar el buen funcionamiento y la vida útil de la instalación eléctrica, es fundamental la elección de cables de calidad, la instalación por personal calificado y el seguimiento de las normas de seguridad.

Contenidos
  1. Conductores Eléctricos
  2. Aislantes Eléctricos
  3. Preguntas Frecuentes de los Cables Eléctricos

Conductores Eléctricos

El conductor constituye el medio a través del cual se transporta la energía eléctrica. En las instalaciones eléctricas, se emplean principalmente 2 tipos de conductores: el cobre (Cu) y el aluminio (Al), según lo establecido en el apartado 2.2.1 de la ITC-BT-19.

Estos metales presentan una resistencia al paso de corriente relativamente baja en comparación con otros materiales conductores. La elección de estos 2 conductores se basa principalmente en consideraciones económicas.

Cobre: destaca como uno de los mejores conductores de entre todos los metales, solo superado por la plata.

Los conductores de cobre no solo ofrecen una conductividad eléctrica óptima, sino que también poseen características mecánicas superiores, especialmente cuando se someten a procesos de recocido, alcanzando una carga de rotura máxima de aproximadamente 22 kg/mm2.

Aunque no es completamente inmune a la corrosión, el cobre ofrece una resistencia aceptable a la corrosión en entornos normales, siendo ideal para aplicaciones de larga duración en instalaciones expuestas al ambiente.

En aplicaciones que requieren alta conductividad y durabilidad mecánica, como instalaciones en interiores de edificios o equipos eléctricos de precisión, el cobre sigue siendo el conductor preferido.

Aluminio: aunque presenta propiedades mecánicas inferiores, se utiliza ampliamente debido a su menor coste en comparación con el cobre.

El aluminio es tres veces más ligero que el cobre, lo cual es una ventaja en aplicaciones de distribución eléctrica de largo alcance, como en cables aéreos.

La capacidad de carga de rotura del aluminio es inferior a la del cobre, siendo menos adecuado para aplicaciones en las que el cable esté sometido a tensiones físicas.

En redes de distribución eléctrica, el aluminio es comúnmente utilizado debido a su ligereza y economía. Para compensar su menor conductividad, se emplean conductores de aluminio de sección mayor. En las redes aéreas se refuerza con acero.

La Resistividad de un Conductor

La resistividad ρ de un conductor representa la oposición al paso de corriente eléctrica para una longitud de 1 metro y una sección de 1 mm2.

Se expresa en Ω·mm2 / m y se mide a una temperatura de 20ºC, siendo de:

– Cobre ⇒ ρ = 0,01786 Ω·mm2 / m

– Aluminio ⇒ ρ = 0,02857 Ω·mm2 / m

Es evidente que el cobre posee una menor resistividad eléctrica (conduce mejor) en comparación con el aluminio, tal como se aprecia si comparamos sus resistividades.

Sin embargo, debido a su mayor coste, el aluminio es el material preferido por las empresas de distribución de energía eléctrica, especialmente para las líneas de distribución.

Por otro lado, el cobre se utiliza principalmente en instalaciones eléctricas interiores, donde su mayor eficiencia justifica su coste adicional.

La resistividad de un conductor depende de varios factores, como la estructura atómica o la pureza del material.

Además, en estos metales, la resistividad se ve muy influenciada por la temperatura. Un aumento de la temperatura produce un incremento de la resistividad, ya que la energía térmica aumenta la movilidad de los electrones.

La Conductividad de un Conductor

La conductividad de un conductor, representada por la letra griega gamma γ, es una propiedad física que mide la capacidad del material para permitir el paso de la corriente eléctrica.

Se define como la inversa de la resistividad eléctrica ρ y se expresa en m / Ω·mm2. Para 20ºC es de:

– Cobre ⇒ γ ≅ 56 m / (Ω·mm2)

– Aluminio⇒ γ ≅ 35 m / (Ω·mm2)

En términos más simples, la conductividad indica la facilidad con la que los electrones pueden moverse a través del conductor eléctrico.

Un material con alta conductividad tendrá una baja resistividad, lo que significa que los electrones pueden moverse con poca oposición.

Por el contrario, un material con baja conductividad tendrá una alta resistividad, lo que significa que los electrones encuentran mayor dificultad para moverse.

Las resistividades y conductividades anteriores son aplicables únicamente a una temperatura de 20ºC. Es importante tener en cuenta la variación con la temperatura de ambos conceptos.

En la tabla siguiente se presentan los valores de conductividad (γ) para el cobre y el aluminio a diferentes temperaturas: 20ºC, 70ºC y 90ºC.

Tabla de conductividades del cobre y del aluminio a diferentes temperaturas

Las temperaturas de 70ºC y 90ºC se corresponden con las temperaturas máximas de trabajo de los aislantes más utilizados, PVC y XLPE/EPR respectivamente. Estos valores son los que se utilizarán en los cálculos de la sección del conductor.

La Sección de un Conductor

La sección de un conductor, también conocida como sección transversal, es el área que ocupa la parte conductora del mismo, típicamente expresada en milímetros cuadrados (mm2). Por tanto, la sección no incluye materiales aislantes, cubiertas, etc.

La sección S de un conductor es circular y se calcula utilizando la siguiente fórmula:

Fórmula de la sección en función del radio para calcular la sección de los conductores de los cables eléctricos

siendo:

r = radio en mm del conductor, es decir, la mitad de su diámetro D/2.

π = 3,1416

La sección del conductor es importante por varias razones:

Capacidad de transporte de corriente: la sección del conductor determina cuánto flujo de corriente puede soportar el material sin alcanzar temperaturas peligrosas. Un conductor con mayor sección puede transportar más corriente sin sobrecalentarse.

Pérdidas de potencia: se producen cuando la corriente pasa por el conductor, generando calor debido a la resistencia eléctrica del material, lo que se conoce como efecto Joule. Un conductor con mayor sección tiene menores pérdidas de potencia.

Caída de tensión: debe mantenerse dentro de ciertos límites para asegurar que los dispositivos reciban el voltaje adecuado. Un conductor con mayor sección tiene una menor caída de tensión, lo que significa que la tensión en el extremo del conductor es más cercana a la tensión en la fuente de alimentación.

Las secciones normalizadas son las siguientes:

Imagen donde se observan las secciones normalizadas de los conductores de los cables

La normativa eléctrica especifica las secciones mínimas que deben usarse en función de la corriente y del tipo de instalación.

No obstante, aunque una sección mayor reduce pérdidas y caídas de tensión, también incrementa el coste del conductor. Por ello, es importante seleccionar una sección adecuada que sea económicamente viable y cumpla con los requisitos eléctricos de la instalación.

Aislantes Eléctricos

Los aislantes son materiales que recubren y proporcionan aislamiento eléctrico al conductor. Estos materiales reducen el riesgo de cortocircuitos y proporcionan seguridad eléctrica tanto para los usuarios como para el propio sistema de distribución eléctrica.

La vida útil del cable depende en gran medida de la durabilidad de su aislante, ya que con el tiempo y bajo ciertas condiciones, este material tiende a deteriorarse. Por ello, para elegir el tipo adecuado de aislamiento y prolongar su vida útil, se deben considerar diversos factores:

Condiciones ambientales: en ambientes húmedos, el aislamiento debe ser resistente a la absorción de agua. Por otro lado, en ambientes con altas temperaturas, los materiales aislantes deben ser resistentes al calor y mantener su rigidez dieléctrica.

Exposición a agentes químicos y corrosivos: en muchos entornos industriales se requieren aislantes resistentes a la corrosión y a la degradación química. En estos ambientes se recomiendan materiales específicos como el polietileno de alta densidad o el caucho reforzado.

Impactos y desgaste mecánico: los cables sometidos a movimiento constante o posibles golpes necesitan aislantes con alta resistencia mecánica, como los recubrimientos de goma o polímeros reforzados, que soportan el desgaste y protegen la integridad del conductor interno.

Radiación y exposición a rayos UV: en instalaciones exteriores o expuestas a radiación ultravioleta, se debe realizar una selección de cables eléctricos con aislantes que no se degraden por los rayos UV, como algunos polímeros tratados o recubrimientos especiales.

Aunque los aislantes son materiales de alta resistencia eléctrica, no son dieléctricos perfectos, permitiendo el paso de una corriente extremadamente débil conocida como corriente de fuga. Esta corriente puede incrementar el riesgo de descargas no deseadas o incluso activar mecanismos de protección en instalaciones de seguridad crítica.

Los aislantes se pueden clasificar generalmente en 2 tipos: termoplásticos y termoestables.

Cables con Aislantes Eléctricos Termoplásticos

Los termoplásticos son un tipo de polímeros que se caracterizan por su capacidad para ablandarse y moldearse cuando se calientan, y solidificarse al enfriarse.

Como consecuencia, se pueden moldear fácilmente al calentarse, conservando la nueva forma al enfriarse. Se vuelven rígidos y quebradizos con el frío, lo que impide su tendido a bajas temperaturas.

Los termoplásticos son flexibles, permitiendo que los cables se doblen y se adapten a diferentes espacios. Además, son buenos aislantes eléctricos y algunos son resistentes a la intemperie.

A continuación, se muestran algunos ejemplos de estos materiales:

– El policloruro de vinilo o PVC (V): es un material económico y versátil que se utiliza ampliamente en cables para instalaciones domésticas, comerciales e industriales.

– La mezcla termoplástica a base de poliolefina (Z1): es un tipo de aislante que debe ser empleado en ciertas instalaciones de manera obligatoria, especialmente aquellas que requieran una baja emisión de humos y gases corrosivos.

– El polietileno termoplástico o PE (E): se caracteriza por sus excelentes propiedades dieléctricas, mecánicas y químicas, siendo una buena opción para diversas aplicaciones.

Las normativa establece que la temperatura máxima de operación continua para estos aislantes es de 70ºC, mientras que la temperatura máxima permitida en caso de cortocircuito es de 160ºC.

Cables con Aislantes Eléctricos Termoestables

Los aislantes eléctricos termoestables, también conocidos como polímeros termoendurecibles, son materiales que no se ablandan ni se deforman con el calor.

La mayoría de estos aislantes conservan cierta flexibilidad dentro del rango de temperaturas de operación. Sin embargo, una vez instalados y expuestos a condiciones atmosféricas, tienden a endurecerse y ya no recuperan su maleabilidad, incluso a altas temperaturas. Esto les confiere excelentes propiedades mecánicas.

Algunos ejemplos representativos de aislantes termoestables son:

– El polietileno reticulado o XLPE (R): es un aislante con excelente resistencia mecánica y una alta resistividad dieléctrica, siendo un excelente aislante para cables eléctricos.

– La poliolefina termoestable o mezcla reticulada a base de poliolefina (Z): es una mezcla de diferentes tipos de poliolefinas que se someten a un proceso de reticulación para mejorar sus propiedades.

Dentro de los termoestables se encuentran los materiales derivados del caucho (gomas o elastómeros), llamados termoestables elásticos, que ofrecen como ventaja su gran flexibilidad. Se agrietan con facilidad cuando son expuestos a agentes atmosféricos, motivo por el cual deben ser tratados con azufre. Por ejemplo, son termoestables derivados del caucho:

– El etilenopropileno o EPR (D): es un material muy flexible que ofrece un buen balance de propiedades eléctricas, mecánicas y químicas.

– La goma de silicona (S): es un material aislante flexible y resistente al calor que se utiliza a menudo en aplicaciones de alta temperatura.

Los termoestables soportan mayor temperatura de servicio que los termoplásticos, siendo adecuados para instalaciones de distribución, enlace, alumbrado público e industriales en las que es importante que el cable presente altas prestaciones frente a sobrecargas y cortocircuitos.

Por exigencias de las normas, para estos aislantes se limita la temperatura máxima de servicio permanente a los 90 ºC y la temperatura máxima de cortocircuito a los 250 ºC.

Aislantes Eléctricos Más Utilizados en los Cables

Entre la amplia gama de materiales disponibles, 3 aislantes eléctricos destacan por su uso generalizado, sus características y sus aplicaciones:

Policloruro de Vinilo (PVC)

El policloruro de vinilo es un halógeno y, por ende, altamente reactivo. Cuando se quema, libera cloro, que reacciona con otros elementos presentes en la combustión, produciendo gases corrosivos, tóxicos y opacos.

Se utiliza en cables para instalaciones domésticas, comerciales e industriales de baja tensión.

El PVC es el aislante más común en cables eléctricos debido a su bajo precio, facilidad de instalación y versatilidad. Ofrece un buen aislamiento eléctrico y resistencia a la humedad. Además, es flexible y resistente a la abrasión.

Polietileno reticulado (XLPE)

El polietileno reticulado es un material más bien rígido, lo que limita su utilización a instalaciones fijas en las que no sea importante la flexibilidad.

La ausencia de halógenos en su composición hace que los gases, producto de su eventual combustión no sean corrosivos. Por otro lado, no presentan un buen comportamiento en presencia de humedad.

Se utiliza mucho en cables de distribución de media y baja tensión.

El XLPE ofrece muy alta resistencia térmica. Posee excelente aislamiento eléctrico, resistencia mecánica y química. En general, es un material durable y de larga vida útil.

Etileno propileno (EPR)

El etileno propileno es una goma que no presenta el problema de descargas parciales en presencia de humedad, como le ocurre al XLPE. Además, es mucho más flexible que este. Al igual que el XLPE, no tiene halógenos en su composición.

Se utiliza en algunos cables de media y baja tensión, especialmente en aplicaciones en exteriores y entornos industriales.

El EPR es un elastómero que ofrece un buen balance de propiedades eléctricas, mecánicas y químicas. Es muy flexible, resistente a la intemperie, al ozono y a una amplia gama de productos químicos. Además, soporta temperaturas de operación moderadas.

A continuación, examinaremos los aspectos principales asociados a los cables, fundamental para realizar una selección apropiada y conseguir una instalación segura.

Preguntas Frecuentes de los Cables Eléctricos

¿Qué es un conductor eléctrico y ejemplos?

Un conductor eléctrico es un material que permite el flujo de corriente eléctrica a través de él con facilidad, ofreciendo poca resistencia al movimiento de las cargas eléctricas (electrones). Esta propiedad se conoce como conductividad eléctrica.

Los metales más comunes utilizados en las instalaciones eléctricas son los de cobre y aluminio:
Cobre (Cu): tiene alta conductividad (56 m/Ω·mm² a 20°C), resistencia mecánica y durabilidad. Se usa en instalaciones interiores (viviendas, oficinas), equipos electrónicos y circuitos de precisión.
Aluminio (Al): es más económico y ligero (⅓ del peso del cobre), aunque con menor conductividad (35 m/Ω·mm²). Se usa en líneas aéreas de distribución eléctrica (ej.: cables reforzados con acero en postes).

Hay otros metales utilizados en aplicaciones específicas, como la plata, el oro y el hierro:
Plata (Ag): es el mejor conductor de la electricidad, pero su alto coste limita su uso a aplicaciones especializadas en electrónica de alta precisión.
Oro (Au): se utiliza en contactos eléctricos y componentes electrónicos debido a su excelente conductividad y resistencia a la corrosión.
Hierro (Fe): aunque no es tan buen conductor como el cobre o el aluminio, se utiliza en algunas aplicaciones eléctricas y magnéticas.

¿Qué cable conduce mejor la electricidad?

El cable que conduce mejor la electricidad es aquel fabricado con cobre (Cu), debido a su excepcional conductividad eléctrica (56 m/Ω·mm² a 20°C), solo superada por la plata.

Su baja resistividad (0,01786 Ω·mm²/m) permite un flujo de corriente con mínimas pérdidas por calor (efecto Joule), siendo ideal para instalaciones donde la eficiencia es esencial, como en viviendas, equipos electrónicos o infraestructuras de precisión.

El aluminio, aunque más económico y ligero, tiene menor conductividad (35 m/Ω·mm²) y mayor resistividad (0,02857 Ω·mm²/m), lo que obliga a usar secciones más gruesas para transportar la misma corriente. Por ello, se emplea en redes de distribución aérea (ej.: cables ACSR, reforzados con acero), donde el peso y el coste son prioritarios.

La capacidad de conducir la electricidad depende de los siguientes factores:
Material: el cobre es óptimo por su estructura atómica, que facilita el movimiento de electrones.
Sección transversal: a mayor sección (ej.: 10 mm² vs. 2,5 mm²), menor resistencia y mayor capacidad de corriente.
Temperatura: la conductividad disminuye con el calor, por lo que cables con aislantes termoestables (XLPE, hasta 90°C) preservan mejor su rendimiento.

¿Cuál es el mejor conductor de electricidad?

El mejor conductor de electricidad en aplicaciones prácticas es el cobre (Cu), gracias a su combinación de alta conductividad, durabilidad y relación coste-rendimiento. Con una conductividad de 56 m/(Ω·mm²) y una resistividad de solo 0,01786 Ω·mm²/m (a 20°C), el cobre solo es superado por la plata (Ag), cuyo elevado coste la hace inviable para la mayoría de usos industriales o domésticos.

Las ventajas principales del cobre:
1º) Eficiencia energética: transporta corriente con mínimas pérdidas por resistencia, reduciendo el calentamiento y mejorando la seguridad.
2º) Propiedades mecánicas: soporta tensiones físicas (carga de rotura de ~22 kg/mm²) y resiste la corrosión en ambientes normales, ideal para instalaciones fijas o flexibles.
3º) Versatilidad: se emplea en secciones desde 1,5 mm² (iluminación) hasta 630 mm² (industria pesada), siempre con aislantes como PVC o XLPE para protegerlo.

La comparación del cobre con sus alternativas son las siguientes:
Aluminio (Al): aunque más económico y ligero, su conductividad es un 40% menor que la del cobre, requiriendo secciones más gruesas para la misma corriente. Es común en redes de distribución aérea (ej.: cables ACSR).
Plata (Ag): técnicamente superior, pero su coste la limita a aplicaciones especializadas (electrónica de alta precisión).

¿Qué es un aislante eléctrico y ejemplos?

Un aislante eléctrico es un material que se opone al flujo de corriente eléctrica, protegiendo contra cortocircuitos y garantizando la seguridad en instalaciones eléctricas. Estos materiales tienen alta resistividad (baja conductividad) y se utilizan para recubrir conductores, evitando contactos peligrosos y pérdidas energéticas.

Los tipos principales de aislantes eléctricos son:
Termoplásticos (hasta 70°C):
PVC (Policloruro de vinilo): el más común en instalaciones domésticas, económico pero libera gases tóxicos al quemarse
PE (Polietileno): excelentes propiedades dieléctricas, usado en cables de comunicación
Termoestables (hasta 90°C):
XLPE (Polietileno reticulado): ideal para media tensión, resistente al calor y químicos
EPR (Etileno-Propileno): muy flexible, perfecto para entornos industriales
Goma de silicona: resistente a altas temperaturas (hasta 180°C)

Las aplicaciones típicas de los aislantes eléctricos más utilizados son:
✓ PVC en cables para viviendas
✓ XLPE en redes de distribución eléctrica
✓ Silicona en equipos de alta temperatura

La elección del aislante depende de factores como temperatura ambiente, humedad, exigencia mecánica y normativas de seguridad.

¿Qué son los aislantes termoplásticos?

Los aislantes termoplásticos son materiales poliméricos que se caracterizan por su capacidad para ablandarse y moldearse cuando se calientan, y solidificarse al enfriarse, manteniendo su nueva forma. Estos materiales son ampliamente utilizados en la fabricación de cables eléctricos por su excelente combinación de propiedades aislantes, flexibilidad y rentabilidad.

Sus principales características son:
Comportamiento térmico: se ablandan entre 70-160°C y endurecen al enfriarse
– Flexibilidad: permiten fácil instalación y manejo de cables
– Propiedades eléctricas: alta resistencia dieléctrica (15-40 kV/mm)
– Rango de temperatura: operación continua hasta 70°C (según normativa)

Los materiales más comunes usados en instalaciones eléctricas son:
PVC (Policloruro de vinilo): el más utilizado en instalaciones domésticas y comerciales. Ofrece buena resistencia mecánica y química a bajo costo.
Polietileno (PE): excelente aislante para cables de comunicación y baja tensión, con bajas pérdidas dieléctricas.
Poliolefinas (PO): mezclas libres de halógenos para aplicaciones donde se requiere baja emisión de humos.

Estos materiales son ideales para aplicaciones donde la flexibilidad y el coste son prioritarios, como en instalaciones eléctricas residenciales o en cableado interno de equipos.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los termoplásticos?

1º) Ventajas principales:
Facilidad de procesamiento: pueden ser recalentados y remodelados múltiples veces sin degradarse significativamente. Permiten métodos de producción eficientes, como extrusión para cables
Excelente flexibilidad: ideal para instalaciones que requieren doblado frecuente o espacios confinados, manteniendo buena elasticidad en temperaturas de -20°C a 70°C
Propiedades eléctricas consistentes: alta resistencia dieléctrica (15-40 kV/mm) y bajas pérdidas por disipación en corriente alterna
Ventajas económicas: coste significativamente menor que los termoestables, amplia disponibilidad en el mercado y procesos de fabricación más sencillos y rápidos

2º) Desventajas importantes:
Limitaciones térmicas: temperatura máxima de servicio permanente de solo 70°C, pudiendo deformarse o fluir bajo cargas mecánicas a temperaturas elevadas
Comportamiento a bajas temperaturas: se vuelven rígidos y quebradizos en ambientes fríos con riesgo de fisuras durante instalaciones invernales
Estabilidad química: algunos tipos (como PVC) son sensibles a solventes y aceites. Tienen menor resistencia a la intemperie que los termoestables
Seguridad: materiales como el PVC emiten gases corrosivos y tóxicos al combustionar. Suponen mayor riesgo de propagación de llama en comparación con materiales termoestables retardantes

¿Qué es un aislante termoestable?

Los aislantes termoestables son materiales poliméricos que, una vez sometidos a un proceso de curado o reticulación, adquieren una estructura molecular permanente que no se ablanda ni deforma con el calor. A diferencia de los termoplásticos, estos materiales no pueden ser remodelados mediante la aplicación de calor, lo que les confiere propiedades superiores.

Sus principales características son:
– Estructura molecular reticulada que mantiene su integridad hasta temperaturas de 250°C en cortocircuito
– Temperatura de servicio permanente hasta 90°C (superior a los 70°C de los termoplásticos)
– Excelente estabilidad dimensional incluso bajo carga térmica y mecánica

Los materiales más comunes usados en instalaciones eléctricas son:
XLPE (Polietileno reticulado): ofrece alta resistencia dieléctrica y térmica, ideal para cables de media tensión
EPR (Caucho etileno-propileno): combina flexibilidad con resistencia a agentes químicos y ozono
Goma de silicona: para aplicaciones especiales de alta temperatura (hasta 180°C)

Son adecuados para instalaciones industriales, redes de distribución eléctrica, aplicaciones en exteriores con exposición a condiciones ambientales severas y lugares donde se requiera máxima seguridad contra incendios.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los termoestables?

1º) Principales ventajas:
Superior resistencia térmica: soporta temperaturas de hasta 90°C (vs 70°C en termoplásticos) y resistencia a cortocircuitos hasta 250°C. Menor degradación por envejecimiento térmico
Mayor seguridad: materiales libres de halógenos (no emiten gases corrosivos al combustionar). Proporcionan mayor resistencia al fuego y propagación de llamas y menor emisión de humos tóxicos
Excelentes propiedades mecánicas: alta resistencia a la abrasión y desgaste, mejor comportamiento frente a esfuerzos mecánicos y mayor vida útil en condiciones adversas
Estabilidad química: resistencia superior a aceites, solventes y agentes químicos. Mejor comportamiento en ambientes húmedos o con ozono

2º) Desventajas importantes:
Limitaciones en procesamiento: requieren procesos de reticulación complejos (químicos o por irradiación), no pudiendo ser reciclados o remodelados como los termoplásticos
Mayor coste: precio significativamente más elevado que los termoplásticos siendo los procesos de fabricación más costosos
Menor flexibilidad: algunos tipos (como XLPE) son más rígidos que los termoplásticos teniendo limitaciones en aplicaciones que requieren alta flexibilidad
Requisitos especiales de instalación: necesidad de herramientas y procedimientos específicos para su instalación. Mayor dificultad para reparaciones o modificaciones

¿El PVC es tóxico cuando se calienta?

Sí, el PVC (Policloruro de Vinilo) puede liberar sustancias tóxicas cuando se calienta o se quema, lo que representa un riesgo para la salud y el medio ambiente.

Los riesgos del PVC al calentarse son:
Emisión de gases peligrosos:
– Ácido clorhídrico (HCl): corrosivo y tóxico, irrita vías respiratorias y ojos.
– Dioxinas y furanos: compuestos cancerígenos que se liberan en combustiones incompletas.
– Monóxido de carbono (CO): gas letal en espacios cerrados.
Humos densos y corrosivos:
– Dificultan la visibilidad en evacuaciones.
– Dañan equipos electrónicos y estructuras metálicas.
Normativas restrictivas:
– En locales de pública concurrencia (hospitales, teatros, etc.) se limita su uso por normativas como la IEC 60332 (emisión de humos y toxicidad).
– Alternativas libres de halógenos (poliolefinas, XLPE y EPR) son obligatorias en ciertos entornos.

El PVC es seguro en uso normal, pero en incendios o sobrecalentamientos graves supone un riesgo. Su bajo coste y facilidad de instalación mantienen su uso en aplicaciones domésticas y comerciales, siempre que se cumplan las normas de seguridad.

¿Por qué el PVC es un buen aislante eléctrico?

El PVC (Policloruro de Vinilo) es uno de los materiales aislantes más utilizados en aplicaciones eléctricas debido a su excelente combinación de propiedades aislantes, económicas y mecánicas.

Las propiedades de aislamiento del PVC son:
● Alta resistividad dieléctrica (10^14 - 10^16 Ω·cm) que impide eficazmente el flujo de corriente
● Resistencia dieléctrica de 15-40 kV/mm, suficiente para aplicaciones de baja y media tensión

El PVC es un buen aislante eléctrico gracias a su estructura interna:
– Su estructura molecular polar con átomos de cloro crea una barrera efectiva contra el paso de electrones
– La uniformidad de su composición garantiza un aislamiento consistente sin puntos débiles
– Su capacidad para ser formulado con aditivos permite ajustar sus propiedades eléctricas según necesidades específicas

El PVC sigue siendo el material preferido para cables de instalación en edificios y aplicaciones domésticas por sus grandes ventajas prácticas:
✓ Excelente relación costo-beneficio
✓ Buen equilibrio entre propiedades aislantes y mecánicas
✓ Resistencia a la humedad y muchos productos químicos
✓ Flexibilidad que facilita la instalación

¿Qué es el aislamiento de polietileno reticulado?

El polietileno reticulado (XLPE) es un material termoestable muy utilizado como aislante eléctrico en cables de media tensión, resultado de un proceso de reticulación que modifica su estructura molecular para mejorar sus propiedades.

El proceso de fabricación del aislamiento XLPE es el siguiente:
1º) Base de polietileno: se parte de polietileno termoplástico convencional
2º) Reticulación: mediante procesos químicos (peróxidos) o físicos (irradiación), se crean enlaces cruzados entre las cadenas moleculares
3º) Resultado: se obtiene una estructura tridimensional estable que no se funde al calentarse

Las propiedades del XLPE son:
Temperatura de servicio: hasta 90°C en operación continua (250°C en cortocircuito)
Resistencia dieléctrica: 20-50 kV/mm (superior al PVC)
Resistencia térmica: mantiene propiedades en rangos de -40°C a 90°C
Estabilidad química: resistente a aceites, solventes y humedad
Seguridad: baja emisión de humos y gases tóxicos en caso de incendio

Las aplicaciones principales del XLPE son:
✓ Cables de media tensión (1-35 kV)
✓ Instalaciones industriales exigentes
✓ Redes subterráneas y aéreas
✓ Lugares con requerimientos de seguridad contra incendios

¿Qué es el aislamiento EPR?

La goma de etileno propileno EPR (Ethylene Propylene Rubber) es un material termoestable compuesto por caucho sintético a base de etileno y propileno, ampliamente utilizado en cables eléctricos por su excelente combinación de propiedades eléctricas, mecánicas y térmicas.

Las propiedades principales del EPR son:
Rango térmico: opera continuamente hasta 90°C (250°C en cortocircuito)
Flexibilidad excepcional: mantiene elasticidad en amplio rango de temperaturas (-50°C a +150°C)
Resistencia dieléctrica: 15-25 kV/mm
Estabilidad química: resistente a ozono, humedad y agentes atmosféricos
Seguridad: es libre de halógenos, no emitiendo gases corrosivos al combustionar

La diferencia entre el aislamiento EPR y XLPE es:
● Mayor flexibilidad que el XLPE
● Mejor comportamiento en ambientes húmedos del EPR
● Menor rigidez dieléctrica que el XLPE
● Coste generalmente más elevado del EPR

Las aplicaciones típicas del EPR son:
✓ Cables para minería y dragado
✓ Instalaciones navales y offshore
✓ Conexiones para generadores y transformadores
✓ Aplicaciones industriales con exigencia mecánica

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  1. Albert dice:

    Fantástica web

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