
Detector de Gas
El detector de gas es un dispositivo fundamental para la seguridad en una amplia gama de entornos de todo tipo.
Su función principal es detectar la presencia de gases peligrosos en el aire, alertando a las personas sobre posibles fugas o concentraciones peligrosas que podrían causar incendios, explosiones o intoxicaciones.
Los detectores de gas son sensores que se instalan en industrias, entornos comerciales y aplicaciones residenciales, actuando como una barrera de seguridad activa. Con el avance de la tecnología, estos detectores continúan mejorando en precisión, confiabilidad e integración con sistemas inteligentes.
La elección del detector de gas adecuado depende de las necesidades específicas de cada aplicación, considerando el tipo de gas a detectar, el rango de detección, la precisión, el tiempo de respuesta y otras características.

El símbolo del detector de gas es el siguiente:

Contenidos
Tipos de Gases Detectados
Los detectores de gas se clasifican según el tipo de gas que detectan. Algunos de los gases más comunes son:
● Detectores de gases combustibles: metano (CH4), propano (C3H8), butano (C4H10), hidrógeno (H2), acetileno (C2H2), etc. La acumulación de estos gases en concentraciones específicas puede generar atmósferas explosivas o inflamables, representando un riesgo de incendio o explosión.
● Detectores de gases tóxicos: monóxido de carbono (CO), sulfuro de hidrógeno (H2S), cloro (Cl2), amoníaco (NH3), dióxido de azufre (SO2), etc. La inhalación de estos gases, incluso en bajas concentraciones, puede ser perjudicial para la salud e incluso letal, causando intoxicaciones, asfixia u otros efectos adversos.
● Detectores de dióxido de carbono (CO2): el principal objetivo de estos detectores suele ser el monitoreo de la calidad del aire, la eficiencia de la ventilación y el confort ambiental. No obstante, una alta concentración de CO2 puede ser peligrosa. En concentraciones extremas, incluso puede causar desde somnolencia y disminución del rendimiento cognitivo hasta asfixia.
● Detectores de deficiencia de oxígeno (O2): estos detectores miden la concentración de oxígeno en el aire. Una baja concentración de oxígeno puede causar asfixia. En espacios confinados, minería e industrias donde se utilizan gases inertes, estos pueden desplazar el oxígeno.
Funcionamiento del Detector de Gas
Los detectores de gas utilizan diversas tecnologías para detectar la presencia de gases:
● Sensores catalíticos (Pellistor): se utilizan principalmente para la detección de gases combustibles. Consisten en un filamento de platino recubierto con un catalizador. Cuando el gas combustible entra en contacto con el catalizador, se produce una combustión que aumenta la temperatura del filamento y, por lo tanto, su resistencia eléctrica. Este cambio en la resistencia es medido por un circuito electrónico que activa la alarma.
● Sensores electroquímicos: se utilizan para la detección de gases tóxicos como el monóxido de carbono, el sulfuro de hidrógeno y el cloro. También se usan para medir la deficiencia de oxígeno. Consisten en una celda electroquímica que reacciona con el gas objetivo, generando una corriente eléctrica proporcional a la concentración del gas.
● Sensores infrarrojos (IR): se basan en la absorción de luz infrarroja por las moléculas de gas. Cada gas absorbe luz infrarroja en longitudes de onda específicas. El sensor mide la cantidad de luz infrarroja absorbida y determina la concentración del gas. Se utilizan para la detección de gases combustibles y dióxido de carbono.
● Sensores semiconductores (óxidos metálicos): la resistencia eléctrica de un material semiconductor cambia en presencia de ciertos gases. Se utilizan para la detección de una amplia gama de gases, incluyendo gases combustibles, tóxicos y vapores orgánicos.
● Sensores PID (photoionization detectors): utilizan luz ultravioleta (UV) para ionizar las moléculas de gas. Los iones producidos son detectados por un electrodo, generando una corriente eléctrica proporcional a la concentración del gas. Se utilizan para la detección de compuestos orgánicos volátiles (COVs). Los COVs provienen de diversas fuentes, como pinturas, disolventes, productos de limpieza, refinerías de petróleo, industrias químicas, imprentas, etc.
Tipos de Salida del Detector de Gas
Las salidas y los métodos de aviso más comunes de los detectores de gas son:
● Alarma sonora: una sirena o zumbador integrado en el detector emite un sonido fuerte y distintivo para alertar a las personas en el área. La intensidad del sonido suele ser de al menos 85 dB a 1 metro de distancia.
● Alarma visual: una luz LED parpadeante o un indicador en la pantalla del detector se activa para proporcionar una señal visual de la alarma. Los colores de los LEDs pueden variar según el tipo de alarma (por ejemplo, rojo para alarma de gas, amarillo para fallo).
● Indicador de concentración: algunos detectores tienen una pantalla que muestra la concentración de gas detectada, generalmente en partes por millón (ppm) o porcentaje del Límite Inferior de Explosividad (LIE).
● Salida de relé: la salida a relé es la más común, aunque también es posible encontrar otras opciones como la salida a transistor y la salida electrónica (SCR, Triac o MOSFET). Consiste en un interruptor electrónico que se activa cuando se detecta gas. En la salida a relé, sus contactos se utilizan para activar sirenas, luces estroboscópicas, alarmas, sistemas de ventilación, etc.
● Salida analógica (4-20 mA o 0-10 V): proporciona una señal continua que varía en función de la concentración de gas detectada. Se utiliza para monitorear la concentración de gas en tiempo real o para conectar el detector a un sistema de control o a un PLC (Controlador Lógico Programable).
● Salida digital: algunos detectores utilizan protocolos de comunicación digital para transmitir información al panel de control o a una aplicación móvil. Los protocolos comunes son:
– RS-485 (Modbus): para sistemas de detección centralizados.
– BACnet: frecuente en aplicaciones de automatización de edificios.
– Zigbee, Wi-Fi o Bluetooth: para detectores inteligentes en redes inalámbricas.
Instalación del Detector de Gas
La correcta instalación de los detectores es de vital importancia para garantizar su efectividad en la detección temprana de gases peligrosos. La ubicación y el método de instalación dependerán del tipo de gas que se desea detectar.
A continuación, se detallan las recomendaciones generales, divididas por tipo de gas, junto con consejos adicionales.
Detectores de Gases Inflamables
Estos detectores alertan sobre la presencia de gases que, al mezclarse con el aire en ciertas proporciones, pueden generar una explosión o incendio. La ubicación depende principalmente de la densidad del gas en relación con el aire:
● Gases más ligeros que el aire: los gases ligeros, como el gas natural o el metano (CH₄), tienden a acumularse cerca del techo debido a su densidad más baja que el aire. Se recomienda:
– Instalar el detector entre 15 y 30 cm por debajo del techo, evitando esquinas y obstrucciones como vigas, muebles altos o conductos de ventilación que puedan obstaculizar la difusión del gas.
– La distancia horizontal al posible punto de fuga (caldera, estufa, etc.) debe ser de 1 a 3 metros.
– Se deben evitar corrientes de aire directas, como las de ventanas o rejillas de ventilación, que pueden diluir la concentración del gas.
– En habitaciones con techos muy altos (más de 3 metros), se aconseja bajar ligeramente la posición del detector para asegurar una detección efectiva.
● Gases más pesados que el aire: los gases más pesados, como el butano (C4H10) o el propano (C₃H₈), se acumulan cerca del suelo debido a su mayor densidad. Se recomienda:
– El detector debe instalarse entre 15 y 30 cm por encima del suelo, también lejos de esquinas y obstrucciones.
– La distancia horizontal al posible punto de fuga (bombona, estufa, etc.) debe ser la misma que para los gases ligeros: de 1 a 3 metros.
– Se debe evitar la instalación en zonas bajas o huecos donde el gas pueda saturar el sensor.
– Si existen sótanos o desniveles, se recomienda instalar detectores también en esas áreas, ya que el gas pesado tenderá a acumularse allí.
Detectores de Gases Tóxicos
Estos detectores alertan sobre la presencia de gases que, incluso en bajas concentraciones, pueden ser perjudiciales para la salud.
Son gases como monóxido de carbono CO o dióxido de azufre SO2. Estos gases generalmente se mezclan uniformemente con el aire.
Se deben instalar a la altura de la respiración, que generalmente se encuentra entre 1,5 y 2 metros del suelo. Es muy común la instalación en habitaciones donde haya aparatos que puedan generar CO, como calderas, calentadores de agua, chimeneas, estufas de leña, etc.
Detectores de Dióxido de Carbono
El detector debe tener un rango de medición adecuado para la aplicación. Para la calidad del aire interior, un rango de 0-5000 ppm suele ser suficiente. Para aplicaciones industriales o en invernaderos, pueden requerirse rangos mayores.
En interiores, se debe ubicar el detector a una altura entre 1,5 y 2 metros del suelo, en una zona representativa del espacio que se va a monitorear.
Se ha de comprender los niveles de CO2 y sus efectos en la salud y el confort. En principio, niveles por encima de 1000 ppm pueden indicar una ventilación deficiente.
Detectores de Oxígeno
Los detectores de O2 suelen medir en un rango de 0-25% de volumen de oxígeno en el aire. Deben tener alarmas que se activen cuando la concentración de oxígeno descienda por debajo de un umbral seguro.
La concentración normal de oxígeno en el aire es de aproximadamente 20,9%. Niveles por debajo del 19,5% se consideran deficientes en oxígeno y pueden ser peligrosos para la salud.
En condiciones normales, el oxígeno gaseoso se distribuye de forma relativamente uniforme en el aire. La altura entre 1,5 y 2 metros suele ser adecuada.
Consejos Adicionales de Instalación
A continuación, se detallan las principales recomendaciones generales:
● Seguir las instrucciones del fabricante: leer detenidamente el manual del usuario que viene con el detector. Cada modelo puede tener instrucciones específicas de instalación y funcionamiento. Seguir los diagramas y esquemas de instalación proporcionados por el fabricante.
● Ubicación estratégica: instalar los detectores cerca de aparatos que utilizan gas, como calderas, calentadores de agua, estufas, cocinas, chimeneas, etc. Tener en cuenta lo siguiente:
– Espacios abiertos: evitar instalar detectores en espacios cerrados o confinados, como armarios, cajones o detrás de cortinas, ya que esto puede dificultar la detección del gas.
– Corrientes de aire: no instalar los detectores cerca de ventanas, puertas, ventiladores, extractores de aire o conductos de ventilación, ya que las corrientes de aire pueden diluir el gas.
– Zonas con humedad o vapor: no instalar los detectores en baños, duchas, saunas o lavaderos, ya que la humedad o el vapor pueden provocar falsas alarmas o dañar el sensor.
– Evitar zonas con polvo o suciedad: el polvo y la suciedad pueden obstruir el sensor y reducir su sensibilidad.
● Ubicación en viviendas: si la vivienda tiene varias plantas, instalar al menos un detector en cada nivel. Instalar detectores en pasillos y zonas de paso que conecten las diferentes habitaciones, especialmente cerca de los dormitorios.
Si se instalan varios detectores, es altamente recomendable interconectarlos, ya sea mediante cable o de forma inalámbrica. De esta manera, si un detector detecta una fuga, todos los demás también sonarán, alertando a las personas.
● Mantenimiento regular: probar los detectores mensualmente y reemplazar las baterías (si las usan). Los detectores tienen una vida útil limitada (generalmente entre 5 y 10 años). Consultar las instrucciones del fabricante.
Normativa y Certificaciones para Detectores de Gas
La elección de un detector de gas no solo se basa en su funcionalidad y tipo de gas a detectar; la normativa y las certificaciones juegan un papel esencial en garantizar la seguridad y fiabilidad del dispositivo.
Estos estándares aseguran que los detectores han pasado rigurosas pruebas y cumplen con los requisitos mínimos de rendimiento y seguridad, siendo especialmente importantes en entornos industriales, comerciales y residenciales donde la protección de vidas y bienes es primordial.
Las normativas y certificaciones son importantes por varias razones:
● Fiabilidad y precisión: aseguran que el detector de gas funciona de manera precisa y consistente, alertando ante la presencia de gases peligrosos en las concentraciones correctas.
● Seguridad: confirman que el dispositivo no representa un riesgo adicional (por ejemplo, riesgo de explosión en entornos inflamables) y que está diseñado para soportar las condiciones del entorno donde se instalará.
● Cumplimiento legal: en muchos países y sectores, el uso de detectores de gas certificados es un requisito legal. No cumplir con estas normativas puede acarrear sanciones, multas y, lo que es más importante, poner en riesgo la seguridad.
● Interoperabilidad: algunas normativas promueven la compatibilidad entre diferentes dispositivos y sistemas de seguridad.
Existen diversas normativas y certificaciones a nivel global, regional y nacional que rigen la fabricación y el uso de detectores de gas. A continuación, se detallan algunas de las más relevantes.
Normativa Europea de los Detectores de Gas
En la Unión Europea, la seguridad de los detectores de gas está regulada por varias directivas y normas armonizadas:
● Directiva ATEX (2014/34/UE): esta directiva es fundamental para equipos y sistemas de protección destinados a ser utilizados en atmósferas potencialmente explosivas. Los detectores de gas instalados en zonas clasificadas como ATEX deben cumplir con sus requisitos y estar certificados para su uso seguro en dichos entornos. La certificación ATEX asegura que el equipo no generará una fuente de ignición.
● Normas EN (European Norms): son estándares técnicos que especifican los requisitos de diseño, rendimiento y métodos de prueba para diferentes tipos de detectores de gas. Algunas de las más comunes incluyen:
– EN 50194: específica los requisitos para detectores eléctricos de gas combustible para uso doméstico.
– EN 50291: define los requisitos para detectores eléctricos de monóxido de carbono para uso doméstico.
– EN 60079: serie de normas para equipos eléctricos utilizados en atmósferas explosivas. Es crucial para la certificación ATEX de detectores de gas industriales.
– EN 45544: serie de normas para detectores de gases tóxicos para aplicaciones industriales y comerciales.
Normativa Estadounidense (ANSI, UL, FM)
En Estados Unidos, varias organizaciones establecen estándares y otorgan certificaciones:
● ANSI (American National Standards Institute): coordina y aprueba estándares para una amplia variedad de productos. Muchos estándares específicos para detectores de gas son desarrollados por otras organizaciones y luego adoptados por ANSI.
● UL (Underwriters Laboratories): es una de las organizaciones de certificación de seguridad más reconocidas globalmente. Los productos que llevan la marca UL han sido probados y cumplen con los estándares de seguridad de UL. Para detectores de gas, se aplican estándares como:
– UL 2034: para detectores de monóxido de carbono de estación única y múltiple.
– UL 1484: para detectores de gas combustible.
● FM Approvals (Factory Mutual): otorga certificaciones a productos y servicios para la prevención de pérdidas. Los productos aprobados por FM han sido probados rigurosamente para cumplir con altos estándares de calidad, integridad técnica y rendimiento. Es muy valorada en el sector industrial y comercial.
Otras Certificaciones y Estándares Relevantes
● IECEx(International Electrotechnical Commission System for Certification to Standards Relating to Equipment for Use in Explosive Atmospheres): un esquema internacional que facilita el comercio de equipos para atmósferas explosivas, armonizando los estándares de prueba y certificación a nivel mundial. Si un detector cumple con IECEx, es probable que sea aceptado en numerosos países.
● CSA Group: es una organización de desarrollo de estándares y certificación con sede en Canadá que opera a nivel global, ofreciendo servicios de prueba y certificación para detectores de gas, entre otros productos.
● Otras normativas nacionales: muchos países tienen sus propias normativas y agencias de certificación que complementan o se basan en estándares internacionales. Es fundamental verificar las regulaciones específicas del lugar de instalación.
Fallos Comunes y Solución de Problemas en Detectores de Gas
Los detectores de gas, como cualquier dispositivo electrónico, pueden presentar fallos. Entender los problemas más comunes y cómo abordarlos te ayudará a mantener tu detector funcionando de manera óptima y evitar situaciones de riesgo o alarmas innecesarias.
Falsas Alarmas del Detector de Gas
Una falsa alarma es cuando el detector se activa sin que haya una concentración peligrosa de gas. Esto puede ser frustrante, pero casi siempre tiene una explicación.
● Causas comunes:
– Vapores de productos químicos: aerosoles, productos de limpieza, disolventes, pinturas, o incluso vapores de alcohol y perfumes pueden ser confundidos con gases peligrosos por algunos sensores.
– Humedad y condensación: en ambientes muy húmedos como baños o cocinas, la condensación puede afectar el sensor.
– Corrientes de aire fuertes: un chorro de aire directo puede diluir la concentración de gas o introducir contaminantes momentáneamente.
– Polvo o suciedad acumulada: una capa de polvo sobre el sensor puede interferir con su funcionamiento.
– Interferencias electromagnéticas: aunque menos común, pueden afectar a la electrónica del dispositivo.
● Soluciones:
– Ventila la zona: abre ventanas y puertas para disipar cualquier vapor o contaminante.
– Reubica el detector: si la alarma se activa con frecuencia debido a productos químicos o vapor, considera mover el detector a una ubicación más adecuada, lejos de fuentes de vapores o zonas de alta humedad. Consulta las instrucciones de instalación para asegurarte de que está en el lugar correcto para el gas que detecta.
– Limpia el detector: con regularidad, pasa un paño suave y seco por la superficie del detector para eliminar el polvo. Nunca uses productos de limpieza directamente sobre él.
– Evita la pulverización cerca del detector: si usas aerosoles o productos de limpieza, asegúrate de que el área esté bien ventilada y que no haya vapores concentrados cerca del detector.
Fallos del Sensor o Indicadores de Error del Detector de Gas
Muchos detectores modernos tienen indicadores visuales (LEDs) o una pantalla que muestra códigos de error o luces parpadeantes para señalar un problema interno.
● Causas comunes:
– Vida útil del sensor agotada: los sensores de gas tienen una vida útil limitada (generalmente entre 5 y 10 años, pero puede variar). Con el tiempo, su capacidad para detectar gases disminuye.
– Daño físico al sensor: golpes, caídas o exposición a condiciones extremas pueden dañar el sensor.
– Contaminación del sensor: la exposición continua a ciertos vapores o gases (especialmente siliconas, cloro, o ciertos solventes) puede "envenenar" el sensor y reducir su sensibilidad.
– Fallo interno del hardware: problemas en los circuitos electrónicos del detector.
● Soluciones:
– Consulta el manual: el primer paso es siempre revisar el manual de usuario. Los códigos de error y las secuencias de luces suelen estar explicados allí.
– Reemplaza el detector: si el indicador de error señala el fin de la vida útil del sensor o un fallo interno irreparable, es hora de reemplazar el detector por uno nuevo. No intentes repararlo si no eres un profesional cualificado.
– Contacta al fabricante o a un técnico: si no estás seguro de la causa del fallo o si el problema persiste después de intentar las soluciones básicas, busca ayuda profesional.
Problemas de Batería o Alimentación del Detector de Gas
En los detectores que funcionan con baterías, los problemas de energía son una de las causas más comunes de mal funcionamiento o falta de operatividad.
● Causas comunes:
– Baterías agotadas: las baterías simplemente han llegado al final de su vida útil.
– Baterías mal insertadas: una conexión incorrecta o una polaridad invertida.
– Corrosión en los contactos de la batería: puede impedir una conexión eléctrica adecuada.
– Fallo de la fuente de alimentación (en detectores cableados): un corte de energía o un problema con el cableado.
● Soluciones:
– Reemplaza las baterías: si el detector emite un pitido regular o una luz parpadeante que indica batería baja, cámbialas de inmediato por el tipo de batería recomendado por el fabricante.
– Verifica la inserción: asegúrate de que las baterías estén colocadas correctamente, respetando la polaridad (+/-).
– Limpia los contactos: si ves corrosión en los contactos de la batería o del detector, límpialos suavemente con un bastoncillo de algodón o un cepillo pequeño, asegurándote de que el dispositivo esté apagado o desconectado.
– Verifica la alimentación (para detectores cableados): comprueba que no haya cortes de energía en la zona o problemas con la conexión eléctrica al detector. Si el problema persiste, podría ser un fallo interno o del cableado que requiere un electricista.
Detector de Gas No Responde a Pruebas Manuales
Muchos detectores tienen un botón de prueba que simula una alarma. Si no funciona, puede indicar un problema.
● Causas comunes:
– Batería baja o sin energía: el detector no tiene suficiente energía para ejecutar la prueba.
– Fallo interno del botón o del circuito: el componente de prueba está dañado.
– Detector al final de su vida útil: algunos detectores simplemente dejan de funcionar correctamente cuando se acercan al final de su vida útil.
● Soluciones:
– Verifica la alimentación: asegúrate de que las baterías estén nuevas y bien colocadas, o que el detector cableado reciba energía.
– Revisa el manual: confirma que estás siguiendo el procedimiento de prueba correcto.
– Considera el reemplazo: si después de verificar la alimentación el botón de prueba sigue sin funcionar, es una señal clara de que el detector necesita ser reemplazado.
Preguntas Frecuentes del Detector de Gas
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