Energía Eléctrica

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La energía eléctrica representa una de las magnitudes más importantes en el ámbito electrotécnico, constituyendo el concepto central alrededor del cual gira todo el sector energético actual.

De forma genérica podemos decir que la energía eléctrica es la cantidad total de electricidad utilizada o generada durante un cierto período de tiempo.

Desde el punto de vista técnico, la energía eléctrica se genera cuando los electrones en movimiento, es decir, la corriente eléctrica, recorren un circuito y transfieren parte de su energía a los dispositivos conectados, como motores, bombillas o calefactores.

Como magnitud física fundamental, se manifiesta a través de su capacidad para transformarse en otras formas de energía, tales como térmica, lumínica, mecánica o acústica, dependiendo del tipo de carga o equipo que la utilice. 

Mientras que la energía eléctrica representa la cantidad total de electricidad usada o producida durante un tiempo, la potencia eléctrica indica la velocidad con la que esa energía se utiliza o se entrega. En otras palabras: la potencia es instantánea, la energía es acumulada.

Contenidos
  1. Qué es la Energía Eléctrica
  2. Cálculo de la Energía Eléctrica
  3. Potencia y Energía Eléctrica en Corriente Alterna Monofásica
  4. Potencia y Energía Eléctrica en Corriente Alterna Trifásica
  5. Análisis del Consumo de Energía Eléctrica
  6. Factura de la Luz

Qué es la Energía Eléctrica

La energía eléctrica (E) es la cantidad total de trabajo eléctrico realizado o consumido durante un determinado período de tiempo. En otras palabras, mide cuánta potencia eléctrica (P) se utiliza a lo largo de un tiempo (t), es decir, la rapidez con la que se realiza el trabajo. Por este motivo, la relación entre energía, potencia y tiempo se expresa mediante la ecuación: E = P · t.

Utilizando la analogía hidráulica, si comparamos la electricidad con el flujo de agua en una tubería, la energía eléctrica sería el volumen total de agua que ha pasado por la tubería durante un cierto tiempo. En cambio, la potencia equivaldría a la velocidad o caudal con que el agua fluye en cada instante.

Analogía de la energía y la potencia con tuberías de agua

La energía eléctrica es la magnitud que miden los contadores eléctricos instalados por las compañías suministradoras. Es el consumo acumulado de electricidad a lo largo del tiempo y el valor que se utiliza para calcular el importe de la factura eléctrica.

Por tanto, mientras la potencia indica qué tan rápido se consume o se transforma la energía en un momento dado (por ejemplo, encender un horno de 2 kW), la energía eléctrica refleja la cantidad total de electricidad utilizada (por ejemplo, ese mismo horno funcionando durante 2 horas consume 4 kWh).

Cálculo de la Energía Eléctrica

El núcleo de nuestra factura de la luz no es la potencia eléctrica, sino la energía consumida. Para comprender cómo se contabiliza la energía, debemos entender la conexión directa entre ambos conceptos. A continuación, analizamos las fórmulas que rigen esta conversión y, en última instancia, determinan el importe a pagar.

Fórmula de Cálculo de la Energía Eléctrica

El cálculo de la energía se basa en un principio físico fundamental que relaciona el trabajo realizado con el ritmo al que se lleva a cabo:

Fórmula de energía eléctrica en función de la potencia y del tiempo

donde:

E = energía consumida

P = potencia del aparato

t = tiempo de uso del aparato

Esta fórmula es el punto de partida para entender el Kilovatio-hora (kWh).

En el Sistema Internacional (SI), la unidad estándar de energía es el Julio (J). Un Julio se define como la energía transferida cuando una potencia de un vatio (1 W) se mantiene durante un segundo (1 s). Por tanto, 1 J = 1 W ⋅ 1 s.

Sin embargo, para propósitos de facturación eléctrica, el Julio es una unidad demasiado pequeña. Una bombilla encendida durante una hora consumiría miles de Julios, lo que resultaría en números imprácticos para el comercio.

Unidad de Medida de la Energía Eléctrica

Para simplificar la medición y la facturación, se utiliza la unidad kilovatio-hora (kWh), que es más grande que el Julio. Esta conversión se realiza en 2 pasos:

1º) Potencia: la potencia se pasa de vatios a kilovatios (1 kW = 1000 W).

2º) Tiempo: el tiempo se pasa de segundos/minutos a horas (1 h = 3600 s y 1 h = 60 minutos).

La equivalencia entre el kWh y el julio es:

1 kWh = 1 kW ⋅ 1 h = 1000 W ⋅ 3600 s = 3.600.000 J

Como la fórmula de la energía en función de la potencia es E = P · t, un kilovatio-hora correspondería a la cantidad de energía (E) consumida por un aparato que tiene una potencia (P) de 1 kilovatio ( kW) durante un tiempo (t) de 1 hora (h).

Por tanto: 1 kWh = 1 kW · 1 h.

Unidad de medida de la energía eléctrica, kWh

Esta unidad es intuitiva porque combina los 2 factores que determinan el gasto: la fuerza del aparato (potencia) y la duración de su uso (tiempo).

A continuación se muestran ejemplos del consumo de 1 kWh:

Secador de pelo: P = 2 kW, t = 0,5 horas (30 minutos). La energía E = 2 kW · 0,5 h = 1 kWh

Ordenador portátil: P = 0,1 kW (100 W), t = 10 horas. La energía E = 0,1 kW · 10 h = 1 kWh

Bombilla LED: P = 0,01 kW (10 W), t = 100 horas. La energía E = 0,01 kW · 100 h = 1 kWh

Como muestran los ejemplos, la energía eléctrica (1 kWh) se mantiene constante, pero se alcanza con diferentes combinaciones de potencia y tiempo. Es el factor que finalmente se multiplica por el precio unitario de la tarifa contratada para obtener el coste variable de la factura.

Potencia y Energía en Corriente Continua

La corriente continua (DC) es aquella en la que los electrones fluyen en una sola dirección (típica de baterías, paneles solares y electrónica). En estos sistemas, la relación entre las magnitudes es muy sencilla, ya que no hay desfases ni componentes reactivos.

La potencia en DC se calcula directamente mediante el producto del voltaje y la intensidad de corriente:

Fórmula de la potencia en función de la tensión V y la intensidad I

donde:

P = potencia eléctrica, en Vatio (W). La tasa de consumo o generación de energía.

V = voltaje o tensión, en Voltio (V). La fuerza o presión que impulsa los electrones.

I = intensidad o corriente, Amperio (A). El flujo o caudal de electrones.

Por tanto, la energía en DC se obtiene con el producto de la potencia por el tiempo (E = P ⋅ t).

Ejemplo: Cálculo de la energía consumida

Vamos a calcular la energía consumida en kWh en un Sistema DC: Supongamos que tenemos un inversor que transforma la energía de una batería de 12 V y extrae 50 A de corriente para alimentar unos equipos. Este inversor lo tenemos funcionando durante 5 horas:

– Cálculo de la potencia ⇒  P = V ⋅ I = 12 V ⋅ 50 A = 600 W

– Conversión a kW ⇒  P = 600 W / 1000 = 0,6 kW

– Cálculo de la energía consumida ⇒  E = P ⋅ t = 0,6 kW ⋅ 5 h = 3 kWh

Potencia y Energía Eléctrica en Corriente Alterna Monofásica

La corriente alterna (CA), como la que utilizamos en nuestros hogares, requiere calcular la potencia considerando el factor de potencia (cos φ).

En la CA, el voltaje y la corriente no siempre están sincronizados; las cargas inductivas (como motores) o capacitivas provocan que una onda se desfase respecto a la otra.

Este desfase se cuantifica con el factor de potencia (cos φ), un valor entre 0 y 1 que indica la eficiencia en la conversión de la potencia total suministrada S (aparente) en trabajo real P (potencia activa).

Por ello, en sistemas monofásicos, el cálculo de la potencia activa (P) debe incluir este factor, siendo:

Fórmula de la potencia activa en corriente alterna monofásica

donde:

P = potencia activa (en vatios, W)

V = tensión eficaz (en voltios, V)

I = corriente eficaz (en amperios, A)

cos φ = factor de potencia

El factor de potencia se define como la razón entre la potencia activa (P) (la útil) y la potencia aparente (S) (la total que la red debe suministrar).

Fórmula del factor de potencia de una instalación eléctrica

La potencia aparente (S) es la suma vectorial de la potencia activa (P) y la potencia reactiva (Q). Se visualiza mediante el triángulo de potencias. El objetivo siempre es que el FP se acerque a 1 (o cos φ = 1).

Triángulo de potencias activa, reactiva y aparente

El factor de potencia determina cuánta de la energía suministrada es útil:

Si cos φ = 1 (ideal): toda la energía fluye como potencia activa; el consumo en kWh es óptimo.

Si cos φ < 1 (real): aunque solo se factura la potencia activa (P), un bajo factor de potencia (cos φ) genera potencia reactiva (Q), que obliga a transportar más corriente para entregar la misma P. Esto genera ineficiencias, por lo que las compañías eléctricas pueden aplicar recargos en la factura.

Generación de Potencia Reactiva en Monofásica

Aunque en aplicaciones residenciales y comerciales ligeras (pequeñas tiendas, oficinas, etc.) se conectan cargas inductivas (motores de neveras, lavadoras, aires acondicionados), la magnitud de la potencia reactiva (Q) que generan es relativamente baja en comparación con la potencia activa (P) consumida.

El factor de potencia resultante suele ser naturalmente aceptable (generalmente por encima de 0,9) y no justifica una penalización.

Las tarifas eléctricas para estos usuarios (normalmente tarifa 2.0TD y similares) están diseñadas para suministros con potencia contratada inferior a 15 kW. En estos casos, la legislación no obliga a la compañía distribuidora a instalar contadores que midan la energía reactiva.

Además, instalar y mantener un sistema de medición de reactiva (contadores más complejos) en millones de puntos de suministro supondría un coste enorme para las distribuidoras, sin un beneficio económico o técnico significativo, dado el bajo impacto global de estas cargas en la red.

Por este motivo, en suministros residenciales, comerciales o análogos, el término de energía que se paga corresponde únicamente a los kilovatios-hora (kWh) de energía activa consumidos.

En el momento en que un usuario, por ejemplo una pequeña industria o un edificio de servicios grande, contrata una potencia superior a 15 kW (obligatoriamente trifásica), sí que se instala un contador que mida tanto energía activa E (kWh) como energía reactiva Er (kVArh), y se le aplica la penalización si su factor de potencia medio mensual es inferior a 0,95.

Este umbral de 0,95 es equivalente a una energía reactiva Er consumida (kVArh) igual al 33% de la energía activa E consumida (kWh).

Penalización en factura por generar energía reactiva

Medición del Consumo de Energía Eléctrica Monofásica

El proceso de facturación se basa en la lectura del contador de energía eléctrica (kWh), situado generalmente en la centralización de contadores.

El contador es el dispositivo encargado de integrar la potencia activa (P) consumida a lo largo del tiempo. Su función es realizar la operación E = ∫P(t) dt y mostrar el resultado acumulado en unidades de kWh.

Contadores electromecánicos (antiguos): utilizaban el principio de los motores de inducción. La corriente y el voltaje generaban un par que hacía girar un disco de aluminio, y la velocidad de giro era directamente proporcional a la potencia activa (P). El número de vueltas acumuladas se registraba en un tren de engranajes, mostrando la lectura total de kWh. Eran robustos y fiables.

Contador electromecánico

Contadores digitales o inteligentes (actuales): utilizan circuitos electrónicos y microprocesadores. Muestrean el voltaje y la corriente miles de veces por segundo, calculan la potencia activa (P = V ⋅ I ⋅ cos φ) en tiempo real, e integran digitalmente esta potencia para mostrar el consumo acumulado en kWh.

Contador electrónico

Los contadores digitales permiten la telemedición (lectura remota) y registran el consumo en diferentes franjas horarias (discriminación horaria), siendo esenciales para la gestión de las nuevas tarifas eléctricas. Además, registran la demanda máxima, esencial para verificar la potencia contratada.

Potencia y Energía Eléctrica en Corriente Alterna Trifásica

La industria, los grandes edificios y los motores potentes utilizan sistemas trifásicos (3 fases desfasadas 120º). Este sistema es más eficiente para transmitir grandes bloques de energía.

La potencia activa (P) es la única parte de la energía que realiza trabajo útil (calor, movimiento, luz) y, por lo tanto, es la que el contador mide y acumula para la facturación en kWh. En un sistema trifásico equilibrado, su cálculo es:

Fórmula de la potencia activa trifásica con los valores de línea

donde:

P = potencia activa total (en vatios, W)

√3 = factor que aparece por usar los valores de línea VL e IL

VL = tensión de línea (la tensión entre dos fases, en voltios, V)

IL = corriente de línea (la corriente que circula por cada fase, en amperios, A)

cos φ = factor de potencia del sistema

Esta fórmula es fundamental porque los grandes consumidores necesitan entender que:

Mayor potencia contratada: los equipos industriales (como grandes motores o sistemas de climatización) requieren una potencia instantánea (kW) muy alta, lo que obliga a contratar gran potencia.

Influencia del VL y IL: para una potencia P dada, la fórmula muestra que la corriente IL se reduce al usar un sistema trifásico (gracias al factor 3) y al usar altos voltajes (VL), lo que permite usar cables de menor sección y reducir las pérdidas.

Factor de potencia (FP o cos φ): es el concepto técnico más importante que diferencia el consumo en grandes instalaciones respecto de las instalaciones domésticas y es esencial para la eficiencia energética.

Generación de Potencia Reactiva en Trifásica

La potencia reactiva (Q), medida en Voltios-Amperios Reactivos o VAr, es la componente de la potencia que no produce trabajo. Está asociada a los campos magnéticos y eléctricos que crean los equipos inductivos (motores, transformadores, etc.) y capacitivos.

Esta potencia se mueve cíclicamente entre la fuente de alimentación y la carga. Es necesaria para que los motores funcionen y generen sus campos magnéticos, pero como la energía se devuelve a la red en cada ciclo, no se convierte en potencia útil (kWh).

Este flujo bidireccional de energía provoca un aumento en la corriente total I que circula por los conductores, ya que la corriente total debe transportar tanto la potencia activa P (que realiza trabajo útil) como la reactiva Q (que se intercambia sin consumirse).

Aunque la energía reactiva Q no se “gasta”, su presencia tiene efectos prácticos importantes, debido al aumento de la intensidad de corriente en los cables:

– Incrementa las pérdidas por efecto Joule (calentamiento) en líneas, transformadores y generadores.

– Disminuye la capacidad disponible de los equipos eléctricos.

– Puede provocar caídas de tensión apreciables en la instalación.

Efectos de la energía reactiva en las instalaciones

En un sistema trifásico equilibrado, el cálculo de la potencia reactiva Q es:

Fórmula de la potencia reactiva trifásica con los valores de línea

Para la medición de la potencia reactiva se utilizan múltiplos como el kilovoltio-amperio reactivo (kVAr).

Medición de la Energía Reactiva en Trifásica

La energía reactiva (Er) acumulada se expresa en kilovoltio-amperio reactivo-hora (kVArh). Constituye el parámetro base sobre el cual las compañías distribuidoras aplican penalizaciones económicas.

La energía reactiva trifásica (Er) acumulada durante un tiempo t será:

Fórmula de la energía eléctrica reactiva

Las distribuidoras miden la energía activa (E) y la energía reactiva (Er) para controlar la calidad del suministro. Si la relación entre la energía reactiva y la energía activa consumida excede un límite legal (típicamente si el kVArh supera el 33% del kWh, lo que equivale a un factor de potencia inferior a 0,95), la compañía impone una penalización económica.

Contador electrónico digital de energía reactiva trifásica

Actualmente, la medición de energía reactiva trifásica se realiza casi exclusivamente mediante contadores electrónicos digitales o analizadores de redes. Estos dispositivos miden y registran en tiempo real tanto la energía activa (kWh) como la reactiva (kVArh), junto con otros parámetros eléctricos.

En instalaciones industriales de potencia media o alta, el contador de energía no se conecta directamente a las líneas de potencia, sino a través de:

Transformadores de corriente (TI): reducen la intensidad a valores estándar (por ejemplo 5 A o 1 A).

Transformadores de tensión (TT): reducen la tensión de línea (por ejemplo de 400 V a 100 V).

Transformadores de corriente y de tensión monofásicos

De este modo, el instrumento de medida recibe señales reducidas pero proporcionales a las variables reales, garantizando seguridad eléctrica y precisión metrológica.

El contador calcula los valores de potencia, P y Q, y de energía, activa E y reactiva Er, en base a las magnitudes secundarias de los transformadores de corriente y tensión, aplicando los factores de transformación.

Corrección del Factor de Potencia

La corrección del FP busca inyectar potencia reactiva Q de signo contrario a la que consume la carga (normalmente inductiva) directamente en la instalación, evitando que la distribuidora tenga que suministrarla.

El método más común es la instalación de baterías de condensadores. Dado que la mayoría de las cargas industriales son inductivas (motores), estas consumen Q inductiva. Los condensadores inyectan Q capacitiva (de signo opuesto). Al instalar una batería de condensadores adecuada, se anulan o compensan las Q inductivas de la instalación.

Las baterías de condensadores modernas incluyen un regulador que monitoriza el cos φ del sistema en tiempo real y conecta o desconecta automáticamente diferentes grupos de condensadores según sea necesario, garantizando que el factor de potencia se mantenga cerca de 1 en todo momento.

Análisis del Consumo de Energía Eléctrica

A continuación, vamos a analizar escenarios reales, proporcionando herramientas prácticas para entender, calcular y reducir la factura eléctrica.

Placa de Características

Es una placa de identificación del fabricante, fijada permanentemente al equipo o aparato, que incluye datos eléctricos y mecánicos completos, como tensión nominal (V), corriente nominal (A), potencia (W o kW), frecuencia (Hz), factor de potencia (cos φ), velocidad (en motores), clase de aislamiento o grado IP, número de serie, modelo y fabricante, etc.

Dibujo de una placa de características

Su función principal es garantizar que el aparato se conecte a una instalación compatible y segura, evitando sobrecargas, pérdidas de eficiencia o daños en el propio dispositivo.

Estas etiquetas son una herramienta esencial tanto para el usuario final como para el técnico instalador, ya que permiten:

Instalar con seguridad: asegurando la correspondencia entre el aparato y la red eléctrica.

Evitar sobrecargas: dimensionando correctamente cables, enchufes y protecciones.

Calcular consumos: estimando la energía mensual o anual utilizada.

Cumplir normativa: especialmente en entornos industriales o de inspección eléctrica.

Garantizar compatibilidad internacional: para equipos exportados o de uso global.

El dato principal de la placa de características para una auditoría energética básica es la potencia activa nominal (en W o kW), porque permite cuantificar el consumo energético teórico del equipo.

Los datos de la placa de características, además de servir como base para calcular el consumo energético, también se utilizan para obtener la eficiencia que luego se refleja en la etiqueta de eficiencia energética.

Etiquetas de Eficiencia Energética para Electrodomésticos

Las etiquetas de eficiencia energética clasifican los electrodomésticos de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente), indicando su consumo de energía para un mismo trabajo. Desde marzo de 2021, se eliminaron las clases A+, A++ y A+++ en la Unión Europea, simplificando la escala.

Los nuevos criterios de medición se acercan más al uso real, lo que puede hacer que un aparato antes clasificado como A+++ pase a una B o C. Inicialmente, la clase A puede quedar vacía, reservada para futuras tecnologías más eficientes. Esta etiqueta es obligatoria para todos los electrodomésticos.

La etiqueta de eficiencia energética contiene información detallada estandarizada para permitir la comparación objetiva entre modelos:

Código QR: permite al consumidor consultar datos detallados del modelo en la base de datos europea EPREL. Permite al usuario acceder a la ficha técnica completa, datos de rendimiento y documentación del producto de forma instantánea.

Escala energética: la barra de color con la clasificación de la A a la G.

Consumo energético: consumo anual de energía, generalmente en kWh/año (o por 100 ciclos, según el producto). La clase energética se obtiene mediante un porcentaje, denominado Índice de Eficiencia Energética (IEE), que compara el consumo del aparato con un consumo estándar (o "media") de referencia para su categoría.

Pictogramas informativos: iconos específicos que varían según el producto. Proporcionan datos esenciales de rendimiento, como: capacidad (ej: en kg o número de cubiertos), consumo de agua (en litros/ciclo), ruido (en dB, a veces clasificado también de A a D), duración del programa "Eco", o rendimiento de centrifugado/secado.

Fabricante/modelo: nombre de la marca y código de identificación del modelo.

Tabla de etiquetas de eficiencia energética para electrodomésticos

Consumo Fantasma de Energía Eléctrica

El consumo fantasma, también conocido como "stand-by" o "modo de espera", es la energía eléctrica que consumen los aparatos electrónicos incluso cuando están apagados pero permanecen conectados al enchufe.

No se apagan por completo, sino que entran en un estado de reposo para mantener funciones como el sensor del mando a distancia, un reloj digital, conexión a la red o una carga rápida.

Casi cualquier equipo con un transformador, un LED encendido o un mando a distancia contribuye a este gasto. Los más comunes son:

Electrónica de entretenimiento: televisiones, decodificadores, sistemas de cine en casa, equipos de música, consolas de videojuegos, etc.

Informática y oficina: routers Wi-Fi, ordenadores portátiles, cargadores de teléfonos (dejados en el enchufe sin el dispositivo), monitores, impresoras, etc.

Electrodomésticos y otros: microondas (con el reloj encendido), cafeteras con display, aires acondicionados con control remoto, lavadoras con pantalla táctil, etc.

Estos equipos siguen consumiendo una potencia pequeña pero constante (a menudo entre 1 W y 15 W por unidad). Aunque la potencia unitaria es mínima, al estar funcionando 24 horas al día, 7 días a la semana, la suma de todos los dispositivos en stand-by en un hogar puede representar entre el 5% y el 10% del consumo total de kWh del hogar.

Consumo fantasma de aparatos electrónicos

Las soluciones prácticas para eliminarlo son:

Enchufes con interruptor: usar regletas con botón de encendido/apagado para agrupar varios dispositivos (como el equipo de TV y consolas) y desconectarlos completamente con un solo gesto.

Desconectar manualmente: desenchufar los cargadores y aquellos aparatos que no se usen frecuentemente.

Optar por dispositivos eficientes: al comprar un nuevo electrodoméstico, fijarse en su consumo en modo stand-by (la etiqueta energética suele indicarlo).

"Power Saver" o modos eco: activar estos modos en los dispositivos si están disponibles, ya que suelen reducir drásticamente el consumo en espera.

Auditoría Energética Básica

Una auditoría energética básica consiste en identificar dónde y cuándo se consume la energía dentro de una instalación. Es el primer paso para la gestión eficiente del kWh.

Identificación de Equipos y Potencias

El consumo de energía es una combinación directa de la potencia nominal de un aparato (su kW o capacidad de consumo) y el tiempo de uso (h).

La potencia se obtiene de la etiqueta o placa de características de cada aparato. Si no se encuentra alguna potencia, puede ser útil la siguiente tabla con potencias promedio.

Tabla de potencias promedio de aparatos eléctricos comunes

Cada equipo requiere la estimación de su tiempo de operación diaria expresado en horas (convertir los minutos dividiendo entre 60). La estimación debe reflejar el uso promedio real. Para patrones de consumo variables, se recomienda calcular un promedio semanal (total de horas semanales/7) para obtener una valoración diaria más representativa.

Cálculo de Consumo Estimado de Energía Eléctrica (kWh)

El cálculo de la energía consumida E se realiza integrando la potencia P a lo largo del tiempo t y convirtiendo las unidades a kWh:

E (kWh) = P (kW) ⋅ t (h)

Ejemplo: Un horno de 2000 W (2 kW) que se usa durante 30 minutos (0,5 horas) al día:

Consumo diario ⇒  E = P (kW) ⋅ t (h) = 2 kW ⋅ 0,5 h = 1 kWh

Si el horno se usa todos los días:

Consumo mensual ⇒  E = 1 kWh/día ⋅ 30 días = 30 kWh

El cálculo del consumo estimado permite identificar qué equipos son responsables de la mayor parte del gasto final, distinguiendo entre los que tienen alta potencia pero bajo tiempo de uso (picos) y los de baja potencia pero largo tiempo de uso (base, como la nevera).

Cálculo del Gasto por el Consumo de Energía Eléctrica (kWh)

Una vez calculado el consumo energético en kWh, es posible determinar el coste económico asociado aplicando el precio de la energía establecido por la compañía comercializadora. El cálculo básico del gasto (G) se realiza mediante la fórmula:

Fórmula del gasto de energía eléctrica

Ejemplo: Continuando con el ejemplo anterior del horno que consume 30 kWh mensuales, si el precio pactado con la comercializadora es de 0,25 €/kWh:

Gasto mensual ⇒ Gasto = 30 kWh ⋅ 0,25 €/kWh = 7,5 €

Es fundamental considerar que el precio final del kWh no siempre es único y puede variar significativamente en función de factores como:

1º) Tipo de tarifa contratada: básicamente tarifa de precio fijo o tarifa indexada al mercado mayorista.

2º) Discriminación horaria: donde el kWh tiene un coste diferente según se consuma en horas punta, valle o llano.

3º) Impuestos y cargos adicionales: se aplican sobre la energía consumida, como el Impuesto sobre la Electricidad (5,112696%) y el IVA (10% o 21%).

Para ahorrar tiempo al calcular el consumo de varios dispositivos, se puede utilizar nuestra calculadora de consumo eléctrico y automatizar el proceso.

Perfil de Carga y Potencia Contratada

Mientras que la auditoría se centra en el kWh (coste variable), el perfil de carga se centra en la demanda máxima (kW), que determina el coste fijo más importante de la factura: la potencia contratada.

Concepto de demanda máxima: la demanda máxima es el mayor pico de potencia (kW) que una instalación requiere en un momento dado, es decir, el consumo instantáneo más alto cuando varios aparatos de alta potencia coinciden en su funcionamiento.

En instalaciones grandes, este pico se mide con el maxímetro en intervalos de 15 minutos, registrando la potencia media máxima. La funcionalidad del maxímetro está totalmente integrada en los contadores digitales actuales, no siendo necesario un aparato independiente del contador.

En hogares, si la demanda máxima supera la potencia contratada, el Interruptor de Control de Potencia (ICP), actualmente en el contador digital, interrumpe el suministro.

Concepto de demanda máxima de energía

Importancia de ajustar la potencia contratada (kW): la potencia contratada (Pc) es un acuerdo con la comercializadora que reserva una capacidad máxima de suministro. Un ajuste incorrecto puede generar 2 problemas:

Potencia baja (ajuste insuficiente): si la demanda máxima supera constantemente la Pc, el sistema de protección saltará, generando interrupciones del servicio. El cliente se ve forzado a contratar más kW, incurriendo en costes de derechos de acceso y enganche.

Potencia alta (ajuste excesivo): si la Pc es mucho mayor que la demanda máxima real, el cliente está pagando un sobrecoste fijo innecesario mes a mes, ya que el término de potencia de la factura se calcula multiplicando los kW contratados por el precio unitario del kW establecido en la tarifa.

Importancia de ajustar la potencia contratada

Optimizar la potencia contratada Pc significa ajustar los kW contratados para que sean ligeramente superiores a la demanda máxima medida o estimada, eliminando sobrecostes fijos sin sufrir cortes de suministro.

Factura de la Luz

El documento final de todo consumo eléctrico es la factura de la luz o factura eléctrica, donde el kWh se transforma en coste monetario. Entender este documento es esencial para la gestión financiera de la energía.

Componentes de la Factura Eléctrica

La factura eléctrica refleja estos importes:

Término de potencia (coste fijo por kW): es la parte fija de la factura. Se paga por tener la capacidad o reserva de potencia disponible, independientemente de si se consume energía o no.

Se obtiene multiplicando la potencia contratada (kW) por el precio unitario del kW establecido en la tarifa para el periodo de facturación (generalmente mensual).

Fórmula del término de potencia, coste fijo por kW

En tarifas con discriminación horaria de potencia, este término se desdobla. El cliente paga un precio diferente por el kW contratado en el periodo punta (más caro) que en el periodo valle (más barato). Esto incentiva a ajustar la potencia a las necesidades horarias reales.

Término de potencia, coste fijo por kW

Término de energía (coste variable por kWh): es la parte variable de la factura, directamente ligada al consumo real de energía.

Se obtiene multiplicando la energía consumida (kWh) en el periodo por el precio unitario del kWh establecido en la tarifa.

Fórmula del término de energía, coste variable por kWh

Este término varía totalmente mes a mes, siendo el componente que el usuario puede reducir directamente mediante la eficiencia y el cambio de hábitos de consumo.

Término de energía, coste variable por kWh

Impuestos y cargos regulatorios: además de los costes de energía, se añaden conceptos regulatorios e impuestos obligatorios:

Impuesto sobre la electricidad: impuesto especial que grava el consumo de energía.

IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido): se aplica al coste total de la energía y la potencia, así como a los demás cargos.

Cargos por financiación del sistema: costes asociados a financiar el sistema eléctrico (ej. apoyo a las energías renovables, costes de redes de transporte y distribución). Estos cargos están fijos y son revisados por el gobierno.

Alquiler del contador: coste fijo de servicio que se paga a la empresa distribuidora, aunque técnicamente es un cargo de servicio fijo y no un impuesto o cargo regulatorio en el sentido estricto.

Impuestos y cargos regulatorios de la factura eléctrica

Tarifas y Discriminación Horaria

Las comercializadoras ofrecen principalmente 2 modelos de fijación de precios:

Tarifa de precio fijo: la comercializadora ofrece un precio del kWh (por ejemplo, 0,15 €/kWh) que se mantiene constante durante la vigencia del contrato (generalmente 12 meses), independientemente de las fluctuaciones del mercado mayorista de electricidad. Este modelo ofrece certidumbre financiera.

Tarifa de precio fijo de la energía eléctrica

Tarifa de precio indexado (o precio volátil): el precio del kWh está ligado al mercado mayorista de la electricidad (conocido en España como OMIE) y, por tanto, cambia cada hora. El usuario paga el kWh al precio real de la electricidad en el momento exacto en que la consumió. Este modelo ofrece ahorro potencial si el usuario concentra el consumo en horas baratas.

Tarifa de precio indexado de la energía eléctrica

También está la denominada Tarifa de Último Recurso (TUR) cuyo precio está regulado por el gobierno y se conoce como Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). El precio es semi-regulado y referenciado al mercado mayorista, pero incorpora una cobertura parcial frente a las variaciones bruscas y suele ser más estable que un precio puramente indexado.

La discriminación horaria es una tarifa eléctrica que establece precios distintos para la energía según la hora del día, con el objetivo de incentivar el consumo en periodos de baja demanda y así optimizar la red.

El sistema divide el día en 3 tramos con costes diferentes:

Punta: horas de máxima demanda (mañanas y tardes), con el precio más alto.

Llano: horas de demanda intermedia, con precio moderado.

Valle: horas de menor demanda (noches y fines de semana), con el precio más económico.

Horas punta, discriminación horaria
Horas llano, discriminación horaria
Horas valle, discriminación horaria

El ahorro real de esta tarifa depende de la capacidad del usuario para concentrar el uso de electrodomésticos de alto consumo (lavadora, termo, coche eléctrico) en el periodo valle. Si el consumo se mantiene alto en horas punta, los beneficios de la tarifa se anulan.

Generación Distribuida y Consumo Neto

Con el auge de las energías renovables, especialmente los paneles solares fotovoltaicos, ha surgido el concepto de generación distribuida y el modo en que el kWh afecta a la factura ha cambiado radicalmente.

El kWh generado por el usuario: un sistema fotovoltaico residencial o industrial genera electricidad (kWh) a partir de la luz solar. Esta energía generada puede ir a 2 destinos:

Autoconsumo instantáneo: el kWh generado se utiliza directamente para alimentar las cargas de la instalación en ese mismo instante. Esto evita que el cliente tenga que "comprar" ese kWh de la red, siendo la forma de ahorro más eficiente.

Excedentes: si la generación es mayor que el consumo instantáneo (típico al mediodía con poca actividad), el kWh sobrante se inyecta a la red de distribución.

kWh generado por el usuario

Concepto de autoconsumo y saldo neto: el concepto de autoconsumo con excedentes permite que el kWh que se inyecta a la red se "compense" en la factura.

Saldo neto (compensación simplificada): el contador registra tanto el kWh que el cliente consume de la red como el kWh que inyecta como excedente. Al final del mes, la compañía compensa el valor económico de los kWh inyectados con el valor de los kWh consumidos.

Ahorro: la inyección de excedentes se valora a un precio acordado (generalmente inferior al precio de compra), que reduce directamente el coste total del término de energía de la factura. El objetivo ideal es que la compensación de excedentes reduzca el coste de energía a cero, pagando solo los costes fijos y los impuestos.

Concepto de autoconsumo y saldo neto

Este sistema incentiva la instalación de generación propia, transformando al consumidor en un "prosumidor" (productor y consumidor) de kWh.

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