Termostato

El termostato es un dispositivo de control automático que regula la temperatura de un sistema, ya sea calentándolo o enfriándolo según sea necesario, para mantener una temperatura deseada o cercana a ella.

Su principio de funcionamiento se basa en la detección de la temperatura y la posterior activación o desactivación de un sistema de calefacción o refrigeración.

El termostato es uno de los sensores más utilizados en sistemas donde se desea mantener una temperatura estable dentro de un rango predefinido, con aplicaciones que van desde el confort doméstico hasta procesos industriales críticos.

La elección del tipo de termostato adecuado, considerando sus características y la aplicación específica, es fundamental para garantizar un funcionamiento eficiente y seguro del sistema.

La evolución tecnológica ha dado paso a termostatos cada vez más sofisticados, capaces de integrarse con tecnologías modernas como la domótica y la inteligencia artificial.

Imagen de un detector de temperatura

El símbolo del termostato es el siguiente:

Símbolo del termostato
Contenidos
  1. Funcionamiento del Termostato
  2. Tipos de Termostatos
  3. Características Técnicas del Termostato
  4. Esquema de Conexión del Termostato
  5. Aplicaciones del Termostato
  6. Termostato de Calefacción
  7. Preguntas Frecuentes sobre el Termostato

Funcionamiento del Termostato

La función básica del termostato es la de medir la temperatura del entorno o de un componente para poder mantenerla dentro de un rango establecido activando o desactivando un dispositivo (calentador, ventilador, compresor, etc.).

Por ejemplo, en un sistema de calefacción, el termostato enciende el calentador cuando la temperatura baja de un valor mínimo y lo apaga cuando se alcanza el nivel deseado.

La base del funcionamiento de un termostato reside, por tanto, en la detección de la temperatura y la posterior acción correctiva. Generalmente, esto implica:

1º) Sensor de temperatura: un elemento que reacciona a los cambios de temperatura, generando una señal física (mecánica, eléctrica, etc.).

2º) Mecanismo de control: un sistema que interpreta la señal del sensor y decide si es necesario activar o desactivar el sistema de calefacción o refrigeración.

3º) Actuador: un dispositivo que ejecuta la orden del mecanismo de control, como un interruptor.

Respecto a las consideraciones de diseño e instalación, el termostato debe colocarse en un lugar representativo de la temperatura ambiente, lejos de fuentes de calor o frío directas, corrientes de aire y luz solar.

Los termostatos son bastante compactos para aplicaciones domésticas, aunque en las aplicaciones industriales los modelos son más grandes. Hay diversas opciones de montaje: en pared, carril DIN, empotrado o portátil.

Tipos de Termostatos

Básicamente, los termostatos se pueden clasificar según su principio de funcionamiento y su tecnología, en 3 tipos:

Termostatos Mecánicos

Son termostatos simples, de bajo coste, que no requieren alimentación eléctrica. No obstante, tienen menor precisión y mayor histéresis (diferencia entre la temperatura de encendido y apagado) en comparación con los electrónicos.

Hay varios tipos, entre los que destacan los siguientes:

Tira bimetálica: consiste en 2 metales con diferentes coeficientes de dilatación unidos entre sí. Al variar la temperatura, la diferente expansión de los metales provoca una curvatura de la tira, que acciona un interruptor. Son comunes en aplicaciones domésticas sencillas.

Bulbo de expansión de fluido: un bulbo lleno de un fluido (líquido o gas) se expande o contrae con los cambios de temperatura. Esta expansión o contracción se transmite a través de un tubo capilar a un fuelle o diafragma que acciona un interruptor. Se utilizan en hornos, calentadores de agua y sistemas de calefacción.

Termostatos Electrónicos

Estos termostatos ofrecen mayor precisión, menor histéresis, mayor flexibilidad, posibilidad de programación y control remoto. Por supuesto, requieren alimentación eléctrica.

Utilizan sensores electrónicos como termistores (NTC o PTC), termopares o termorresistencias (RTDs: Detectores de Temperatura Resistivos) para medir la temperatura. Estos sensores generan una señal eléctrica que es procesada por un circuito electrónico.

Muchos termostatos electrónicos incorporan microcontroladores que permiten una mayor precisión, programación de horarios, pantallas digitales, control remoto y otras funciones avanzadas.

Termostatos Inteligentes

Los termostatos inteligentes o conectados ofrecen mayor comodidad, control remoto, monitorización del consumo energético e integración con otros dispositivos inteligentes del hogar.

Se conectan a redes Wi-Fi o a través de otros protocolos de comunicación, permitiendo el control remoto a través de smartphones, tablets u ordenadores.

Algunos modelos utilizan algoritmos de aprendizaje automático para optimizar el consumo energético y adaptarse a los hábitos del usuario.

Características Técnicas del Termostato

Los parámetros principales de los termostatos son:

Rango de temperatura: es el rango de temperaturas dentro del cual opera el termostato. De -10 °C a 120 °C en aplicaciones estándar; hasta 600 °C en termostatos industriales especializados.

Precisión: representa la exactitud con la que el termostato mide y mantiene la temperatura.

Histéresis (o diferencial): es la diferencia entre la temperatura de encendido y apagado. Un valor bajo proporciona un control más preciso, pero puede provocar ciclos cortos (encendido y apagado frecuentes) que desgastan el sistema.

Sensibilidad: es la rapidez con la que el termostato responde a los cambios de temperatura. En termostatos mecánicos la respuesta es más lenta debido a la inercia térmica. En termostatos electrónicos la respuesta es rápida, en milisegundos.

Alimentación eléctrica: si requiere alimentación y el voltaje. Las opciones comunes son 12 V CC o 24 V CC para aplicaciones electrónicas, o 220-240 V CA para sistemas domésticos.

Capacidad de control: el termostato básico de un solo punto (ON/OFF) funciona como un interruptor que activa o desactiva un dispositivo. No obstante, existen termostatos modulares o proporcionales que regulan la temperatura de forma continua ajustando la intensidad del sistema (controladores PID en sistemas industriales).

Tipo de salida: el termostato puede tener diferentes salidas. Las más habituales son:

Contactos: simplemente actúa como un sensor con salida de contacto mecánico, activando un contacto normalmente abierto (NA) o normalmente cerrado (NC).

Relé electromagnético: actúa como un sensor con salidas con relé electromagnético, incorporando un relé interno que requiere alimentación eléctrica externa para su funcionamiento.

Salida analógica: para sistemas de control proporcional. Suelen dar una salida en intensidad de 4-20 mA, o en tensión de 0-10 V.

Salida digital: para diferentes prototocolos de comunicación, como RS485, Modbus o Wi-Fi.

Esquema de Conexión del Termostato

A continuación, se muestra un ejemplo sencillo de esquema de contactor controlado por un termostato, con sus circuitos de control y potencia.

En este esquema de funcionamiento de un calefactor, se añade un termostato para controlar la temperatura del ambiente. Un exceso de temperatura desconectará el calefactor.

El circuito funciona de la siguiente manera:

1º) Estado normal: el termostato B1, en condiciones normales de temperatura (es decir, temperatura por debajo del umbral de exceso de temperatura), mantiene su contacto NC cerrado. Este contacto permite que la corriente pueda fluir a través del circuito de control, alimentando la bobina del contactor KM1.

Si se acciona el interruptor de marcha S1, la bobina del contactor cierra sus contactos principales en el circuito de potencia, permitiendo que la corriente llegue al calefactor y lo ponga en marcha.

2º) Estado de exceso de temperatura: cuando la temperatura ambiente supera el umbral preestablecido en el termostato B1, este abre su contacto NC. Al abrirse, se interrumpe la corriente en el circuito de control, dejando sin alimentación la bobina del contactor.

Esto provocará la apertura de sus contactos principales en el circuito de potencia, cortando el suministro de energía al calefactor.

3º) Vuelta al estado normal: una vez que la temperatura ambiente desciende por debajo del umbral de exceso de temperatura (y considerando la histéresis del termostato, que evita continuos encendidos y apagados), el termostato B1 cierra nuevamente su contacto NC.

La bobina del contactor vuelve a alimentarse, cerrando los contactos principales y poniendo en marcha el calefactor. Funcionará de forma cíclica mientras no se desconecte el interruptor S1.

El sistema mantiene automáticamente la temperatura dentro del rango deseado, evitando el consumo innecesario de energía al apagar el calefactor cuando se alcanza la temperatura deseada.

Esquema ejemplo del circuito de potencia de un calefactor con un termostato para controlar la temperatura del ambiente
Esquema ejemplo del circuito de mando de un calefactor con un termostato para controlar la temperatura del ambiente

Aplicaciones del Termostato

Los termostatos son dispositivos versátiles con aplicaciones en diversos campos:

Sistemas HVAC: regulan la temperatura en edificios residenciales y comerciales, mejorando la eficiencia energética mediante programación y control remoto.

Electrodomésticos: garantizan la seguridad y la eficiencia de los aparatos, tales como hornos, refrigeradores, planchas y calentadores de agua.

Automoción: controlan la temperatura del motor, asegurando un funcionamiento eficiente y evitando sobrecalentamientos.

Procesos industriales: mantienen temperaturas constantes en procesos como la fabricación de plásticos, alimentos y productos químicos.

Equipos médicos: regulan la temperatura en equipos de laboratorio, incubadoras y dispositivos de esterilización.

Termostato de Calefacción

El termostato de calefacción es un dispositivo que mide la temperatura ambiente y controla el sistema de calefacción para mantenerla en un nivel deseado. Actúa como un interruptor que enciende o apaga la calefacción según sea necesario para alcanzar y mantener la temperatura establecida.

Es importante indicar que, en la mayoría de los casos, no se pueden intercambiar directamente un termostato de calefacción y uno de aire acondicionado, ya que están diseñados para controlar sistemas diferentes y tienen rangos de temperatura distintos.

Sin embargo, existen algunos termostatos universales que pueden ser compatibles con ambos sistemas, pero es importante consultar las especificaciones del fabricante para asegurarse de la compatibilidad.

Tipos de Termostatos de Calefacción

Existen diferentes tipos de termostatos de calefacción, cada uno con sus propias características y funcionalidades:

Termostatos manuales: son los más básicos y sencillos. Permiten ajustar la temperatura de forma manual girando una perilla o deslizando un indicador.

Termostatos programables: ofrecen la posibilidad de programar la temperatura para diferentes momentos del día o de la semana. Esto permite adaptar la calefacción a nuestras necesidades y horarios, evitando así el derroche de energía.

Termostatos inteligentes: son los más avanzados y sofisticados. Se pueden controlar a través de una aplicación móvil y ofrecen funcionalidades adicionales como el aprendizaje de nuestros hábitos, la geolocalización o la integración con otros dispositivos inteligentes del hogar.

A continuación, nos enfocaremos en el termostato que más auge está teniendo actualmente, que es el termostato inteligente.

Funcionamiento del Termostato Inteligente de Calefacción

Los termostatos inteligentes de calefacción permiten controlar la temperatura de forma remota y programada, optimizando el consumo de energía y mejorando el confort.

Estos aparatos inteligentes funcionan siguiendo el principio de un termostato convencional, que conectan y desconectan el sistema de calefacción, en función de si la temperatura del ambiente es más baja o más alta de la indicada.

La diferencia principal es que los termostatos inteligentes se conectan a Internet a través de una red WiFi, pudiendo ser controlados a través de una aplicación móvil.  

Las características principales de estos termostatos son:

Control remoto: se puede ajustar la temperatura desde cualquier lugar a través de un smartphone o tablet.

Programación: se pueden crear horarios de calefacción personalizados según las preferencias.

Aprendizaje: algunos termostatos inteligentes aprenden los hábitos y preferencias del usuario para ajustar automáticamente la temperatura.

Geolocalización: algunos termostatos utilizan la geolocalización de un teléfono móvil para ajustar la temperatura cuando el propietario está cerca de la instalación.

Integración: muchos termostatos inteligentes se pueden integrar con otros dispositivos inteligentes, como asistentes de voz o sistemas de domótica.

Activación del Sistema de Calefacción

Para controlar la tensión de red (monofásica o trifásica) que alimenta el sistema de calefacción, se necesita un relé o un contactor (para grandes potencias). Tanto el relé como el contactor actúan como interruptores controlados por la señal de baja tensión del termostato.

En la mayoría de los casos, el relé no se encuentra dentro del termostato inteligente, ya que estos termostatos tienen diseños compactos y delgados. Además, el relé suele estar ubicado cerca del sistema de calefacción, mientras que el termostato se instala en un lugar más accesible para el usuario.

El relé suele estar ubicado en una caja de conexiones cercana al sistema de calefacción. En algunos casos, puede estar integrado en el propio aparato calefactor o en una unidad de control del sistema de calefacción.

Algunos termostatos inteligentes, especialmente los modelos inalámbricos, suelen tener una unidad emisora y una unidad receptora:

Unidad emisora: contiene los sensores de temperatura y los controles para que el usuario interactúe con el termostato. Suele ser un dispositivo portátil o que se monta en la pared.

Unidad receptora: se conecta al sistema de calefacción y suele contener el relé que controla el encendido y apagado. Esta unidad está ubicada cerca del sistema de calefacción, ya que es la que se encarga de gestionar la alimentación eléctrica.

La unidad emisora y la unidad receptora se comunican entre sí de forma inalámbrica, utilizando tecnologías como radiofrecuencia (RF) o WiFi. La unidad emisora envía señales a la unidad receptora para que esta active o desactive el relé.

No obstante, es importante tener en cuenta el alcance (distancia máxima entre la unidad emisora y la unidad receptora) y las interferencias (otros dispositivos inalámbricos pueden interferir con la señal entre las unidades).

Conexión del Termostato Inteligente con el Sistema de Calefacción

Los termostatos inteligentes son compatibles con una amplia variedad de sistemas de calefacción, incluyendo calderas de gas, calderas de gasoil, bombas de calor, sistemas de calefacción eléctrica, etc.

El termostato envía una señal al sistema de calefacción para que se encienda o apague. Esta conexión puede ser directa a través de cables de baja tensión (normalmente 24V AC) o inalámbrica, dependiendo del modelo de termostato y del sistema de calefacción:

Cableado directo: en algunos casos, el termostato se conecta directamente al sistema de calefacción a través de cables.

Esquema de conexión de un termostato con cableado directo

Inalámbrico: algunos termostatos utilizan señales inalámbricas, como WiFi o radiofrecuencia, para comunicarse con un receptor que está conectado al sistema de calefacción.

Esquema de conexión de un termostato de conexión inalámbrica con un sistema de calefacción

En algunos casos, se utilizan adaptadores para que el termostato inteligente sea compatible con sistemas de calefacción más antiguos.

Ventajas de Utilizar un Termostato de Calefacción

El termostato de calefacción proporciona las siguientes ventajas:

Confort: permite mantener una temperatura agradable y constante en el hogar, evitando así los cambios bruscos de temperatura.

Ahorro energético: al poder programar la temperatura o ajustar la calefacción a nuestras necesidades, se evita el derroche de energía y se reduce el consumo.

Comodidad: no es necesario estar pendiente de encender y apagar la calefacción, ya que el termostato lo hace de forma automática.

Consejos para el Uso Eficiente del Termostato de Calefacción

A continuación, se presentan una serie de consejos y estrategias para optimizar el uso de un termostato de calefacción:

Colocar el termostato en un lugar adecuado: evitar colocarlo cerca de fuentes de calor o corrientes de aire, ya que esto puede afectar a la precisión de la medición de la temperatura.

Programar la temperatura: ajustar la temperatura para que sea más baja cuando el usuario esté ausente o durante la noche.

No bloquear el termostato: no obstruir el termostato, ya que esto puede impedir que mida correctamente la temperatura.

Realizar un mantenimiento periódico: limpiar el termostato de vez en cuando para eliminar el polvo y tener la seguridad de que funciona correctamente.

Preguntas Frecuentes sobre el Termostato

¿Qué es y para qué sirve el termostato?

El termostato es un dispositivo de control automático de la temperatura, que mantiene un entorno o sistema dentro de un rango térmico preestablecido.

Su función principal es activar o desactivar sistemas de calefacción o refrigeración al detectar desviaciones respecto a la temperatura deseada, garantizando confort, eficiencia energética y seguridad en diversas aplicaciones.

El funcionamiento básico es el siguiente:
Detección: utiliza sensores (mecánicos o electrónicos) para medir la temperatura.
Procesamiento: compara la lectura con el valor configurado.
Acción: enciende/apaga el sistema térmico (como una caldera o aire acondicionado) mediante un actuador (relé, interruptor, etc.).

Sus aplicaciones van desde hogares (control de calefacción, neveras, etc.) hasta industrias (procesos químicos) y automoción (regulación del motor).

Sus principales ventajas son:
Ahorro energético: evita gastos innecesarios al operar solo cuando es requerido.
Confort: mantiene temperaturas estables sin intervención manual.
Seguridad: previene sobrecalentamientos en equipos.

Se recomienda instalarlo lejos de fuentes de calor/frío directas para mediciones precisas.

¿Cómo regula la temperatura el termostato?

Primero, el sensor del termostato (mecánico o electrónico) mide la temperatura ambiente. Si es un termostato bimetálico (mecánico), una tira de dos metales con distinta dilatación se curva al calentarse o enfriarse, accionando un interruptor. En los electrónicos, sensores como termistores o RTDs generan señales eléctricas proporcionales a la temperatura.

El mecanismo de control compara esta lectura con el valor deseado por el usuario. Si la temperatura es inferior al punto de ajuste en un sistema de calefacción, el termostato activa el calentador (cerrando un circuito eléctrico o enviando una señal a un relé). Cuando se alcanza la temperatura óptima, desconecta el sistema. En refrigeración, el proceso es inverso: enciende el compresor si la temperatura supera el límite establecido.

Los termostatos más avanzados (programables o inteligentes) añaden funciones como histéresis ajustable (diferencia entre encendido/apagado para evitar ciclos rápidos), programación horaria o control remoto vía WiFi. En industrias, algunos usan control PID para ajustes proporcionales continuos, minimizando oscilaciones.

Su eficacia depende de una ubicación correcta (lejos de fuentes de calor/frío) y de un ajuste adecuado del diferencial térmico para equilibrar precisión y durabilidad del sistema.

¿Cómo regular la temperatura de un termostato?

Ajustar un termostato es un proceso sencillo para mantener el confort en el hogar y optimizar el consumo energético. El método varía según el tipo de dispositivo:

👉 Identificar el termostato:
● Digital programable: pantalla con botones para ajustar temperatura y programar horarios.
● Digital no programable: solo permite ajustes manuales instantáneos.
● Analógico (manual): rueda o palanca que gira para seleccionar la temperatura.

👉 Ajustar la temperatura:
– En modelos digitales, usar los botones ▲/▼ o +/- para subir/bajar la temperatura. La pantalla muestra el cambio, que se guarda automáticamente.
– En termostatos analógicos, girar la rueda hacia la derecha (para aumentar) o izquierda (para disminuir) hasta alcanzar la temperatura deseada.

👉 Seleccionar el modo (en digitales):
– Heat (calefacción)
– Cool (aire acondicionado)
– Auto (alterna entre ambos según la necesidad)
– Off (apagado)
– Fan (ventilador)
Usar el botón Mode o System para cambiar entre opciones.

¿Qué tipos de termostatos existen?

Existen diversos tipos de termostatos clasificados según su tecnología y funcionalidad:

Termostatos mecánicos:
– Utilizan principios físicos para medir temperatura
– Incluyen modelos de tira bimetálica (dos metales con diferente dilatación)
– Bulbos de expansión de fluido (para sistemas hidrónicos)
– Económicos pero menos precisos (±1-2°C)
– Sin necesidad de alimentación eléctrica

Termostatos electrónicos:
– Emplean sensores digitales (termistores, RTDs)
– Mayor precisión (±0.5°C)
– Permiten programación horaria
– Pantallas digitales para visualización
– Requieren alimentación eléctrica (baterías o red)

Termostatos inteligentes:
– Conectividad WiFi/Bluetooth
– Control remoto mediante apps
– Funciones de aprendizaje automático
– Integración con sistemas domóticos
– Monitorización de consumo energético
– Compatibles con asistentes de voz

Además, están los termostatos industriales, con rangos de temperatura extendidos, salidas analógicas (4-20mA) o digitales (Modbus), protecciones IP para entornos hostiles, control PID para procesos críticos, etc.

¿Qué tipo de termostato es mejor?

La elección depende de las necesidades, presupuesto y tipo de instalación:

Termostatos mecánicos (analógicos)
Ventajas:
– Más económicos
– No requieren electricidad (sin pilas)
– Sencillos y duraderos
Desventajas:
– Menos precisos (±1-2°C de error)
– Control manual (no automático)
🔹 Ideal para: hogares con calefacción simple o usuarios que buscan facilidad.

Termostatos electrónicos digitales (programables)
Ventajas:
– Mayor precisión (±0,5°C)
– Programación horaria
– Pantalla clara con temperatura actual y deseada
Desventajas:
– Requieren pilas o conexión eléctrica
– Más caros que los mecánicos
🔹 Ideal para: usuarios que priorizan ahorro energético y programación.

Termostatos inteligentes (WiFi, aprendizaje automático)
Ventajas:
– Control remoto desde el móvil (app)
– Aprendizaje de hábitos
– Integración con Alexa, Google H., etc.
– Geolocalización (ajusta la temperatura al llegar a casa)
Desventajas:
– Precio más elevado
– Configuración más compleja
🔹 Ideal para: viviendas inteligentes.

¿Dónde se ubica el termostato?

La correcta ubicación del termostato optimiza su funcionamiento:

Zonas recomendadas:
– En paredes interiores, a una altura de 1,2-1,5 metros del suelo
– En áreas de circulación frecuente (pasillos centrales)
– Alejado de fuentes de calor/frío (mínimo 1,5 m de radiadores, ventanas o electrodomésticos)
– En habitaciones representativas (como el salón principal en viviendas)

Ubicaciones a evitar:
– Cerca de puertas o ventanas con corrientes de aire
– En rincones o espacios cerrados
– Tras muebles o cortinas
– En zonas con luz solar directa
– Cerca de lámparas o equipos electrónicos que generen calor

Consideraciones especiales:
– Para termostatos inteligentes: en zonas con buena cobertura WiFi
– En instalaciones industriales: cerca del punto de control crítico
– En sistemas zonificados: en la zona térmica más representativa

La ubicación incorrecta puede generar:
Mediciones erróneas (hasta 2-3°C de desviación)
Ciclos cortos de encendido/apagado
Mayor consumo energético (hasta un 15% extra)
Desgaste prematuro del sistema HVAC

¿Cómo saber si el termostato de mi nevera está dañado?

👉 Problemas de temperatura
– La nevera no enfría suficiente o congela los alimentos (sobreenfriamiento)
– Cambios bruscos de temperatura sin motivo aparente
– Diferencia notable entre la temperatura configurada y la real
👉 Comportamiento anormal del compresor
– Funciona continuamente sin parar
– No arranca cuando debería
– Ciclos de trabajo demasiado cortos o largos
👉 Indicadores eléctricos
– El termostato no hace "click" al girar la perilla (en modelos mecánicos)
– La pantalla digital muestra errores o no responde (en modelos electrónicos)
– Fallos intermitentes en el suministro de energía al equipo

Cómo comprobarlo:
1º) Gira el termostato al máximo (temperatura más baja) y espera 15 minutos - el compresor debería activarse
2º) Coloca un termómetro independiente en el interior para verificar la precisión
3º) Inspecciona visualmente por corrosión o daños en los cables

Consecuencias de un termostato defectuoso:
Aumento del consumo eléctrico (hasta 30% más)
Pérdida de alimentos por mal conservación
Sobreesfuerzo del compresor que reduce su vida útil

¿Cómo saber si el termostato de la calefacción está estropeado?

Las señales de un termostato defectuoso y cómo verificarlo son:

🔍 Síntomas comunes de fallo
1º) Fallo de control: la caldera no arranca o no se apaga cuando corresponde, manteniendo temperaturas incorrectas.
2º) Temperatura irregular: calefacción irregular con fluctuaciones bruscas sin motivo aparente.
3º) Histéresis excesiva: diferencias excesivas (≥5°C) entre los puntos de encendido/apagado.

🛠️ Pruebas de diagnóstico
Test básico: al subir la temperatura por encima del ambiente, la caldera debería encenderse. Al bajarla, la caldera debería apagarse. Si no reacciona, el termostato podría estar dañado.
Comparar con un termómetro independiente: colocar un termómetro cerca del termostato. Si hay una diferencia de más de 2-3°C, el sensor podría estar fallando.
Prueba con un puente eléctrico (avanzado): desconectar el termostato y unir los cables R y W con un cable puente (R recibe voltaje de caldera y W envía señal a la caldera). Si la caldera se enciende, el problema es del termostato.

📌 Qué hacer si está defectuoso
– Termostatos simples: reemplazar por uno nuevo (desde 20€ para modelos básicos).
– Termostatos inteligentes: reinicia el dispositivo o actualiza su firmware antes de descartarlo.

¿Qué temperatura hay que poner en el termostato?

La temperatura a la que debe estar el termostato en invierno es la siguiente:
Recomendación general: 19-21°C
– 20°C es el equilibrio perfecto entre confort y eficiencia energética.
– 19°C es suficiente si se usa ropa abrigada en casa (ahorra energía).
– 21°C puede ser necesario para personas mayores o bebés.
🔹 ¿Por qué no más? Cada grado adicional aumenta el consumo energético un 7%.
Por la noche o cuando no se esté en casa: 15-17°C
– 17°C si la casa se enfría mucho o hay personas sensibles al frío.
– 15°C (mínimo recomendado) para evitar que la casa se enfríe demasiado y reducir el gasto.
Si se está ausente varios días: mantener la calefacción en 12-14°C para evitar humedades y problemas en las tuberías.
🔹 Ventajas: se reduce el consumo y se evitan cambios bruscos al volver a encenderla.

Consejos para ajustar el termostato:
⭐ Usar la programación: si es un termostato programable, configurar horarios para bajar la temperatura automáticamente por la noche o al salir.
⭐ Evitar apagarla totalmente: si la casa se enfría demasiado, la caldera trabajará más para recuperar la temperatura.
⭐ Termostatos inteligentes: algunos ajustan la temperatura según la ubicación del usuario (geolocalización) o aprenden sus hábitos.

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