Instalaciones de Puesta a Tierra

Las instalaciones de puesta a tierra consisten en la conexión eléctrica directa y permanente, de las masas (partes conductoras no pertenecientes al circuito eléctrico), con una toma de tierra (un electrodo o varios grupos de electrodos instalados bajo tierra).

La conexión directa y permanente con las tomas de tierra supone que no haya ningún tipo de elemento de protección como fusibles o interruptores. Al no incluir estos elementos, se asegura que siempre exista un camino seguro para las corrientes de defecto.

Con la instalación de puesta a tierra se consigue que no aparezcan diferencias de potencial peligrosas en el conjunto de instalaciones, edificios y superficie próxima del terreno. Esto permite que las corrientes de defecto o las descargas atmosféricas sean desviadas hacia la tierra de manera segura.

Las instalaciones de puesta a tierra asociadas a los circuitos eléctricos se establecen principalmente para los siguientes objetivos:

1º) Reducción de la tensión de las masas: la puesta a tierra ayuda a mantener las partes metálicas expuestas al mismo potencial que la tierra, evitando diferencias de tensión peligrosas para las personas en caso de contacto indirecto.

2º) Protección contra sobretensiones: deriva sobretensiones transitorias (por rayos o maniobras de red) hacia tierra, protegiendo los equipos de daños.

3º) Garantía de funcionamiento adecuado de los dispositivos de protección: proporciona un camino de baja impedancia para las corrientes de defecto, asegurando que los elementos de protección actúen rápidamente.

4º) Reducción de interferencias electromagnéticas (EMI): ayuda a minimizar interferencias en sistemas de comunicación y control.

5º) Eliminación de cargas estáticas: disipa cargas estáticas en áreas donde se manipulan sustancias inflamables o explosivas, minimizando el riesgo de incendios o explosiones.

Las instrucciones técnicas del REBT por las que se rigen las puestas a tierra de las instalaciones son la ITC-BT-18 y la ITC-BT-26.

Contenidos
  1. Uniones a Tierra
  2. Representación de la Puesta a Tierra
  3. Relación de las Puestas a Tierra con Otras Protecciones
  4. Proceso de Diseño e Instalación de la Puesta a Tierra
  5. Importancia de la Medición y el Mantenimiento en las Puestas a Tierra
  6. Preguntas Frecuentes de Instalaciones de Puesta a Tierra

Uniones a Tierra

La selección e instalación de los materiales destinados a la conexión a tierra deben garantizar lo siguiente:

– El valor de la resistencia de puesta a tierra debe ajustarse a las normas de protección y funcionamiento de la instalación, manteniéndose así a lo largo del tiempo.

– Se deben considerar los requisitos generales establecidos en la ITC-BT-24 sobre instalaciones interiores o receptoras y protección contra contactos directos y contra contactos indirectos. Asimismo, considerar los requisitos específicos de las instrucciones técnicas aplicables a cada caso.

– Las corrientes de defecto a tierra y las corrientes de fuga deben poder circular sin representar un peligro, especialmente en términos de solicitaciones térmicas, mecánicas o eléctricas.

– La solidez o la protección mecánica deben garantizarse independientemente de las condiciones externas previstas.

– Se deben tener en cuenta los posibles efectos de la electrólisis que podrían afectar a otras partes metálicas.

Representación de la Puesta a Tierra

En cuanto a la representación de la puesta a tierra en los esquemas eléctricos, la ITC-BT-18 del REBT, establece el siguiente esquema:

Esquema de la representación de la puesta a tierra en los esquemas eléctricos, según la ITC-BT-18

El símbolo que se utiliza para representar específicamente una toma de tierra o un punto de conexión de la instalación a la tierra, es el siguiente:

Símbolo de puesta a tierra utilizado en los esquemas eléctricos

A continuación, exploraremos en detalle cada uno de los aspectos relacionados con la puesta a tierra en los edificios de viviendas, oficinas y/o locales comerciales. Analizaremos su importancia, sus aplicaciones y las mejores prácticas para su diseño, instalación y mantenimiento.

Relación de las Puestas a Tierra con Otras Protecciones

La puesta a tierra no es una protección aislada, sino un componente indispensable que trabaja en conjunto con otros dispositivos de seguridad para garantizar la protección de personas y bienes, tal como lo exige el REBT.

La puesta a tierra es el soporte vital que permite que varios dispositivos de seguridad cumplan su función de forma eficaz y rápida, especialmente ante el riesgo más común: el contacto indirecto.

La Puesta a Tierra y la Protección contra Contactos Indirectos

El objetivo principal de la protección contra contactos indirectos es evitar que una persona que toque una masa metálica (como la carcasa de un electrodoméstico) quede bajo tensión peligrosa, debido a un fallo de aislamiento.

El REBT establece varios métodos de protección, siendo el más común en redes TT (típicas en España) la desconexión automática de la alimentación, que depende de la puesta a tierra y dispositivos como interruptores diferenciales (ID) o protecciones magnetotérmicas o fusibles (en otras redes de distribución).

1º) Creación del camino de retorno para la corriente de defecto: cuando un conductor activo entra en contacto con una masa, la puesta a tierra proporciona un camino de baja impedancia para que la corriente fluya hacia el neutro del transformador, permitiendo que las protecciones actúen.

2º) Activación de los interruptores diferenciales: los ID detectan desequilibrios entre la corriente de fase y neutro. Si una corriente se deriva a tierra (por un fallo), el diferencial corta la alimentación si supera su umbral (ej. 30 mA). La resistencia de tierra debe ser suficientemente baja; de lo contrario, la corriente de defecto no activará el diferencial, dejando la masa peligrosamente energizada.

3º) Colaboración con las protecciones de sobreintensidad (magnetotérmicos/fusibles): en sistemas TN (donde el neutro está conectado a tierra en origen), un fallo fase-masa genera corrientes altas que pueden disparar protecciones magnéticas o fusibles. La puesta a tierra es clave para asegurar que la corriente sea suficiente para activarlas en el tiempo requerido.

Por todo esto, la puesta a tierra es esencial para garantizar que las protecciones actúen eficazmente, evitando riesgos de electrocución. Su correcto diseño y mantenimiento (con resistencias bajas) asegura que, ante un fallo, la desconexión sea rápida y segura, cumpliendo con las exigencias del REBT.

La Puesta a Tierra y la Protección contra Sobretensiones

Más allá de la protección contra contactos indirectos, la puesta a tierra es también el destino final de la energía desviada por los protectores contra sobretensiones (DPS).

Estos dispositivos se instalan en paralelo a la instalación eléctrica (entre fase(s), neutro y tierra) para proteger los equipos de picos de tensión muy elevados causados por rayos o maniobras en la red. Cuando detectan una sobretensión, los DPS "conducen" este exceso de energía para disiparlo de forma segura. ¿Hacia dónde lo disipan? Directamente hacia el sistema de puesta a tierra.

La puesta a tierra es imprescindible: si la puesta a tierra no es eficaz (tiene alta resistencia o una conexión deficiente), el DPS no podrá derivar la energía de la sobretensión de forma adecuada. La energía intentará buscar otros caminos, dañando los propios DPS o, lo que es peor, la sobretensión llegará a los equipos que se pretendía proteger, causando daños severos o destrucción.

Proceso de Diseño e Instalación de la Puesta a Tierra

La instalación de una puesta a tierra eficaz y segura no es una tarea sencilla. Este proceso técnico metódico abarca desde la evaluación inicial del emplazamiento hasta la verificación final y la documentación.

Cada etapa debe ejecutarse con rigor, siguiendo las directrices del REBT, especialmente la ITC-BT-18. Por ello, es fundamental que estos trabajos sean realizados por personal cualificado y autorizado.

A continuación, describimos las etapas principales en el proceso de diseño e instalación de una puesta a tierra:

1. Estudio y Caracterización del Terreno

El diseño de una toma de tierra eficaz comienza con el análisis de la resistividad del suelo, que determina su capacidad para conducir y disipar corriente eléctrica. Terrenos con alta resistividad exigen diseños más complejos (electrodos más largos, múltiples o mayor superficie) que aquellos con baja resistividad.

Para obtener datos precisos, se realizan mediciones de la resistividad del terreno en distintos puntos y profundidades. Esta información es esencial, ya que un cálculo basado en valores incorrectos puede derivar en una instalación insegura o ineficaz..

2. Diseño de la Instalación de Puesta a Tierra

El diseño de un sistema de puesta a tierra se basa en los datos del terreno y los requisitos de la instalación (tipo de red, corrientes de defecto, etc.). Su objetivo es lograr una resistencia adecuada y garantizar la equipotencialidad.

Para ello, se define el tipo de electrodos (verticales, horizontales o mallas), su cantidad, disposición, dimensiones y profundidad, así como la sección de los conductores. Mediante cálculos, se estima la resistencia teórica del sistema.

3. Selección de Materiales

La selección de materiales para una toma de tierra debe garantizar conductividad, resistencia a la corrosión y durabilidad mecánica, siguiendo las especificaciones del REBT.

Se eligen:

Electrodos (picas de acero cobreado o placas de cobre)

Conductores (cobre o acero galvanizado)

Bornes y arquetas de registro

Posibles aditivos (para mejorar la resistividad del terreno)

La elección de materiales inapropiados o de baja calidad pueden degradarse rápidamente, aumentando la resistencia del sistema y comprometiendo su eficacia.

4. Instalación Física

La instalación física de la toma de tierra materializa el diseño planificado. Incluye la colocación de electrodos a la profundidad y disposición requeridas, tendido de conductores de enlace, conexiones al punto principal de tierra e instalación de arquetas de registro para futuras inspecciones.

Es fundamental seguir técnicas adecuadas para garantizar un contacto óptimo con el terreno y proteger los conductores. Una ejecución descuidada, con conexiones flojas o daños en los conductores, puede generar resistencias no previstas y puntos débiles. Puede comprometer la eficacia del sistema y anular el esfuerzo invertido en diseño y selección de materiales.

5. Conexión a la Instalación Eléctrica

La conexión segura entre la toma de tierra subterránea y la instalación eléctrica se realiza mediante el Punto de Puesta a Tierra (PPAT). Desde ahí, parten los conductores de protección (PE) hacia todas las masas metálicas y puntos de equipotencialidad.

El proceso supone unir el conductor principal de tierra al PPAT y verificar que todos los circuitos, equipos y estructuras metálicas estén correctamente vinculados al sistema.

6. Medición y Verificación Final

Tras instalar la toma de tierra, es obligatorio medir su resistencia final con telurómetros (método de caída de potencial) para verificar que cumple con el diseño y la normativa (REBT ITC-BT-18).

También se comprueba la continuidad de los conductores de protección y uniones equipotenciales. Estas pruebas son  la única forma de garantizar que el sistema es seguro y eficaz. Si los valores no cumplen los requisitos, deben corregirse.

7. Documentación y Puesta en Servicio

La fase final del proceso consiste en elaborar la documentación técnica (memoria, certificado de instalación y protocolos de medición) y, si corresponde (según apdo. 4.1 de la ITC-BT-05), solicitar la inspección inicial por un OCA antes de la puesta en servicio.

Esta documentación acredita el cumplimiento normativo del diseño e instalación, mientras que la inspección del OCA (en casos requeridos) valida oficialmente que la instalación, incluida la puesta a tierra, cumple con el REBT.

Importancia de la Medición y el Mantenimiento en las Puestas a Tierra

Las instalaciones de puesta a tierra, como hemos visto, constituyen un pilar fundamental para la seguridad en cualquier instalación eléctrica y la protección de equipos. Desvían corrientes de defecto o descargas atmosféricas de forma segura a tierra, evitando así tensiones peligrosas en masas metálicas que podrían causar electrocuciones o daños severos.

Sin embargo, es importante entender que una instalación de puesta a tierra no es un sistema "instalar y olvidar". Su eficacia y fiabilidad a lo largo del tiempo dependen directamente de un programa riguroso de medición periódica y mantenimiento adecuado.

Degradación de las Tomas de Tierra con el Paso del Tiempo

La conexión con la tierra, por su propia naturaleza, está sometida a condiciones ambientales y físicas que pueden degradar su rendimiento con el paso del tiempo. Factores como:

Corrosión de los electrodos y conductores: la humedad, la composición química del suelo y la presencia de corrientes telúricas pueden deteriorar progresivamente los componentes enterrados.

Cambios en la resistividad del terreno: variaciones en la humedad, temperatura, compactación del suelo o la presencia de nuevas construcciones o canalizaciones cercanas pueden alterar significativamente la capacidad del terreno para disipar la corriente, modificando la resistencia de la toma de tierra.

Daños mecánicos: movimientos del terreno, obras cercanas o incluso actos vandálicos pueden dañar los conductores o las conexiones.

Problemas en las uniones: las conexiones a lo largo del sistema (entre electrodos, conductores o bornes) pueden aflojarse o corroerse, aumentando la resistencia del conjunto.

Cualquiera de estos factores puede provocar un aumento de la resistencia de la puesta a tierra. Una resistencia elevada implica que, en caso de un defecto o una descarga, la corriente no encontrará un camino de baja impedancia hacia tierra.

Esto podrá resultar en la aparición de tensiones peligrosas en las masas metálicas (tensiones de contacto y de paso), exponiendo a personas y animales a un riesgo grave de electrocución, y a los equipos a daños por sobretensión.

Consecuencias de la Falta de Medida y Mantenimiento de las Puestas a Tierra

Ignorar la medición y el mantenimiento de la puesta a tierra puede tener repercusiones muy graves:

Riesgo inminente de electrocución: la consecuencia más directa y peligrosa. Un fallo de aislamiento o una descarga atmosférica pueden hacer que masas metálicas (carcasas de electrodomésticos, estructuras, etc.) adquieran potenciales elevados, letales al contacto.

Fallo de las protecciones: dispositivos de protección como los interruptores diferenciales dependen de una baja resistencia de tierra para funcionar correctamente. Si la resistencia es alta, la corriente de defecto necesaria para disparar el diferencial puede no circular, dejando la instalación desprotegida.

Daños en equipos eléctricos y electrónicos: las sobretensiones transitorias (por rayos o maniobras en la red) que no son desviadas eficazmente a tierra pueden destruir o degradar gravemente equipos sensibles.

Riesgo de incendio: las corrientes de defecto que no encuentran un camino seguro pueden circular por trayectos inesperados, generando calor excesivo en conductores o materiales combustibles.

Problemas de compatibilidad electromagnética (EMC): una puesta a tierra deficiente puede ser fuente de ruidos e interferencias que afecten el funcionamiento de sistemas de comunicación o control.

Responsabilidades legales y económicas: en caso de accidente, no haber cumplido con las mediciones y mantenimientos periódicos estipulados por la normativa puede acarrear sanciones administrativas, pérdida de cobertura de seguros y responsabilidades civiles e incluso penales.

Periodicidad de las Mediciones de Puesta a Tierra

La instrucción ITC-BT-18 establece que las instalaciones de toma de tierra deben verificarse obligatoriamente antes de su puesta en servicio, bajo la supervisión del Director de Obra o un Instalador Autorizado.

Además, exige revisiones anuales realizadas por personal cualificado, preferentemente en épocas secas, para medir la resistencia de tierra y corregir anomalías. En terrenos adversos, los electrodos y cables deben inspeccionarse visualmente cada 5 años.

Sin embargo, el cumplimiento de esta exigencia varía según el tipo de instalación y de si está sujeta a inspecciones periódicas por un Organismo de Control Autorizado (OCA). Aunque la ITC-BT-18 exige mediciones anuales por parte del propietario, esto rara vez se cumple en instalaciones no críticas.

En instalaciones críticas (grandes industrias, hospitales, etc.), donde hay planes de mantenimiento y personal cualificado, las revisiones anuales sí suelen realizarse.

En cambio, en viviendas o pequeños comercios no sujetos a inspección OCA, las mediciones anuales son infrecuentes debido al desconocimiento o la falta de percepción de riesgo por parte de los propietarios. Esto deriva en un mantenimiento predominantemente correctivo, es decir, solo se actúa ante fallos o durante reformas.

En conclusión, aunque la normativa es clara, su aplicación depende de factores como el tipo de instalación, la supervisión externa y la concienciación del propietario, lo que genera desigualdades en el cumplimiento y potenciales riesgos de seguridad en ausencia de revisiones periódicas proactivas.

Preguntas Frecuentes de Instalaciones de Puesta a Tierra

¿Qué es un sistema de puesta a tierra?

Un sistema de puesta a tierra es una instalación eléctrica que conecta las masas metálicas (carcasas de equipos, estructuras, etc.) y partes no activas de una instalación a un electrodo o grupo de electrodos enterrados, garantizando un camino seguro para derivar corrientes de defecto o descargas atmosféricas hacia el terreno.

Su objetivo principal es proteger a las personas y equipos de tensiones peligrosas, asegurando que las diferencias de potencial se mantengan en niveles seguros.

Las funciones principales son:
📌 Protección contra contactos indirectos: evita electrocuciones al desviar corrientes de fallo a tierra, permitiendo que dispositivos como los diferenciales actúen rápidamente.
📌 Disipación de sobretensiones: deriva picos de tensión (por rayos o maniobras de red) a tierra, protegiendo equipos electrónicos.
📌 Estabilidad operativa: garantiza el correcto funcionamiento de protecciones eléctricas (como fusibles o magnetotérmicos) al proporcionar un camino de baja impedancia.
📌 Reducción de interferencias y cargas estáticas: minimiza ruidos electromagnéticos y previene incendios en áreas con sustancias inflamables.

El sistema de tierra está compuesto por electrodos (picas, placas enterradas, etc.) y conductores.

¿Dónde se debe instalar un sistema de puesta a tierra?

Un sistema de puesta a tierra es obligatorio en todas las instalaciones eléctricas, según establece el REBT. Su ubicación debe garantizar una resistencia de tierra baja (idealmente <10 Ω) y una conexión segura a las masas metálicas y equipos eléctricos.

🏷️ Ubicación de los electrodos (toma de tierra):
Enterrados en terreno húmedo y conductivo: preferiblemente en zonas con alta humedad natural (evitando suelos rocosos o arenosos secos).
Alejados de cimentaciones o tuberías metálicas: para evitar corrosión galvánica (electrólisis).
Profundidad suficiente: las picas suelen clavarse a ≥2 metros para asegurar contacto estable con capas más húmedas del suelo.
Punto accesible: el Punto Principal de Tierra (PPT) debe estar en un lugar visible (cuadro eléctrico) para facilitar mediciones y mantenimiento.

🏷️ Conexiones obligatorias:
– Masas metálicas: carcasas de electrodomésticos, estructuras de edificios, armarios eléctricos.
– Neutro del transformador (en sistemas TN o TT).
– Protecciones contra sobretensiones (DPS) y pararrayos.

Una ubicación correcta asegura que las corrientes de defecto o descargas se disipen eficazmente, protegiendo personas y equipos.

¿Qué riesgos hay si no tengo una toma de tierra?

La ausencia de una puesta a tierra en una instalación eléctrica representa un grave riesgo para la seguridad de personas y equipos, ya que elimina la principal protección contra fallos eléctricos. Estos son los peligros más importantes:

Electrocución por contacto indirecto: si un cable dañado entra en contacto con la carcasa de un electrodoméstico (nevera, lavadora, etc.), esta quedará energizada. Sin tierra, la corriente no tiene camino seguro para disiparse, y cualquier persona que toque el aparato recibirá una descarga potencialmente mortal.

Fallo de protecciones eléctricas: dispositivos como interruptores diferenciales (ID) o magnetotérmicos dependen de la tierra para detectar fugas de corriente. Sin ella, no actuarán, dejando la instalación desprotegida.

Daños en equipos electrónicos: las sobretensiones (por rayos o maniobras de red) no se derivarán a tierra, quemando electrodomésticos, ordenadores o sistemas de comunicación.

Incendios: corrientes de fuga sin disipación pueden calentar cables o materiales inflamables, provocando fuego.

Interferencias electromagnéticas: la falta de tierra aumenta el ruido eléctrico, afectando a señales de WiFi, audio o equipos médicos.

¿Cuáles son los pasos para instalar una puesta a tierra?

El diseño e instalación de una puesta a tierra es un proceso técnico metódico que consta de varias etapas fundamentales:

👉 Estudio del terreno: se analiza la resistividad del suelo mediante mediciones para determinar su capacidad conductiva. Esto define el tipo y número de electrodos necesarios

👉 Diseño del sistema:
– Selección del tipo de electrodos (picas verticales, placas horizontales o mallas)
– Cálculo de la configuración óptima para lograr baja resistencia con las fórmulas de la ITC-BT-18
– Determinación de la profundidad y disposición de los elementos

👉 Instalación física:
– Colocación de electrodos (normalmente picas de acero cobreado)
– Conexión con conductores de cobre
– Instalación del punto principal de tierra (PPAT)
– Implementación de la red equipotencial

👉 Verificación:
Medición de resistencia con telurómetro
– Comprobación de continuidad
– Pruebas de funcionamiento con dispositivos de protección

¿Qué beneficios tiene la conexión a tierra?

Un sistema de puesta a tierra ofrece múltiples ventajas:

Protección humana: previene electrocuciones al desviar corrientes de fallo a tierra, manteniendo las masas metálicas a potencial seguro y permitiendo el rápido disparo de interruptores diferenciales.

Protección de equipos: disipa sobretensiones transitorias (rayos, maniobras de red) evitando daños en electrodomésticos y equipos electrónicos sensibles.

Funcionamiento óptimo de protecciones: garantiza la operación eficaz de dispositivos de seguridad, como los diferenciales, al proporcionar un camino de baja impedancia para corrientes de defecto.

Estabilidad del sistema eléctrico: mejora la calidad de la energía al reducir interferencias electromagnéticas y ruido eléctrico que puede afectar a circuitos, como sistemas de comunicación y equipos electrónicos sensibles.

Prevención de incendios: elimina acumulaciones peligrosas de cargas estáticas, especialmente importante en áreas con sustancias inflamables.

Protección contra rayos: proporciona un camino seguro para descargas atmosféricas en sistemas pararrayos.

¿Cuándo es necesaria una puesta a tierra?

La puesta a tierra es un requisito fundamental y obligatorio en todas las instalaciones eléctricas según el REBT, siendo especialmente crítica en estos casos:
📌 Instalaciones residenciales/comerciales: para proteger a las personas de contactos indirectos en electrodomésticos y equipos (lavadoras, neveras, etc.) y garantizar el funcionamiento de diferenciales.
📌 Instalaciones industriales: donde existe mayor riesgo por presencia de maquinaria pesada, altas potencias y ambientes húmedos o corrosivos.
📌 Locales con riesgo especial: hospitales, piscinas, saunas o zonas con humedad, donde el peligro de electrocución es mayor.
📌 Sistemas electrónicos sensibles: centros de datos, equipos médicos o de telecomunicaciones que requieren protección contra interferencias y sobretensiones.
📌 Estructuras metálicas: edificios con estructuras conductoras que podrían energizarse por fallos eléctricos o descargas atmosféricas.
📌 Instalaciones con protección contra rayos: para derivar de forma segura las descargas atmosféricas.

En cualquier caso, la instalación de la puesta a tierra no es opcional: es una medida de seguridad vital que previene accidentes mortales, protege equipos y cumple con la legalidad vigente. La ausencia de tierra constituye una infracción grave del REBT.

¿Qué factores determinan la puesta a tierra?

El sistema de puesta a tierra debe diseñarse considerando múltiples factores técnicos y ambientales para garantizar su eficacia y seguridad:

🏷️ Resistividad del terreno:
– Composición del suelo (arcilloso, arenoso, rocoso)
– Humedad y contenido de sales
– Temperatura ambiente y variaciones estacionales
– Profundidad de capas freáticas

🏷️ Características de la instalación:
– Tipo de red eléctrica (TT, TN, IT)
– Nivel de tensión y potencia instalada
– Corrientes de defecto previsibles
– Sensibilidad de los equipos conectados

🏷️ Requisitos normativos:
– Valores máximos de resistencia según REBT (ITC-BT-18)
– Secciones mínimas de conductores
– Tipos de electrodos permitidos
– Distancias de seguridad a otras instalaciones

🏷️ Factores ambientales:
– Riesgo de corrosión (presencia de humedad, sales, pH del suelo)
– Variaciones térmicas extremas
– Riesgo de daños mecánicos

🏷️ Crecimiento futuro:
– Posibles ampliaciones de la instalación
– Incrementos previstos de demanda

¿Funciona un interruptor diferencial sin toma de tierra?

Sí, un interruptor diferencial (ID) funciona sin una toma de tierra, ya que detecta fugas de corriente comparando la entrada (fase) y salida (neutro). Si hay una diferencia (ejemplo: 30 mA en viviendas), corta la corriente, protegiendo contra descargas.

¿Entonces, por qué es obligatoria la toma de tierra?
Aunque el diferencial funcione sin ella, la toma de tierra es absolutamente esencial para la seguridad de las personas y de la instalación eléctrica:

1º) Activación del diferencial en caso de fallo de aislamiento: con tierra, si un electrodoméstico tiene un cable pelado que toca su carcasa, la corriente se deriva automáticamente, activando el diferencial antes de que alguien lo toque. Sin tierra, la carcasa queda energizada, y el diferencial solo actuará tras una descarga a través de una persona.

2º) Protección de los aparatos eléctricos: la toma de tierra también ayuda a proteger los aparatos de daños por sobretensiones o fugas de corriente.

3º) Descarga de electricidad estática y otros propósitos: también ayuda a disipar la electricidad estática y es fundamental para la correcta operación de otros dispositivos de protección y la estabilidad de la instalación.

¿Cómo realizar el mantenimiento de un sistema de puesta a tierra?

El mantenimiento de un sistema de puesta a tierra incluye las siguientes acciones:

👉 Medición periódica de resistencia: realizar mediciones anuales con un telurómetro, preferiblemente en épocas secas, cuando la resistividad del suelo es mayor. Verificar que los valores se mantengan dentro de los límites establecidos.

👉 Inspección visual: revisar cada 5 años los electrodos, conductores y conexiones en busca de corrosión, daños mecánicos o aflojamientos. Comprobar el estado de las arquetas de registro y bornes de conexión.

👉 Continuidad de los conductores: asegurar que los cables de tierra y las uniones equipotenciales mantengan muy baja resistencia (<1 Ω).

👉 Tratamiento del terreno (si es necesario): en suelos de alta resistividad, aplicar aditivos como bentonita o sales para mejorar la conductividad.

👉 Documentación y registros: actualizar los certificados de medición y mantenimiento según exige el REBT.

Un mantenimiento adecuado previene riesgos de electrocución, fallos en protecciones eléctricas y daños en equipos, asegurando la eficacia del sistema a lo largo del tiempo.

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  1. Gabriel dice:

    Primero que nada... Felicitarlo!!!!!!!! por el gran aporte del contenido, excelente trabajo. Me sirvio muchisimo, de gran ayuda. Lo saludo desde Argentina.

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